Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos
1 Timoteo 6:12.
¿Hay una batalla? ¿En donde?
Desde el mismo comienzo, en un momento de la eternidad un conflicto se hizo presente, con la rebelión de un querubín, que tuvo que ser echado del privilegiado lugar que tenía en el reino de los cielos, esto trajo consigo que la raza humana, creación muy amada por Dios, llegase a ser blanco de ese conflicto, teniendo su primera confrontación en el huerto del edén cuando por medio del engaño y la mentira el hombre decidió desobedecer a Dios. Este fue el comienzo de una vida de combates para todos aquellos que quieren vivir una vida bajo la dirección de Dios.
Naturalmente todo el mundo en particular experimenta los problemas propios de la vida, como lo son la fatiga por conseguir sustento, problemas con otras personas y la familia, en el trabajo, etc… pero cuando somos llamados por el Señor para vivir una vida piadosa, hay se experimenta un aumento en las zonas de conflicto.
El campo espiritual está marcado por la lucha que se sostiene contra satanás y sus demonios, (Efesios 6:11-12) no debemos ignorar que en ese reino de maldad se están maquinando constantemente planes y estrategias para dañar la vida del creyente y atacar la fe, la voluntad y la rectitud con la que hemos decidido vivir para Dios. Debemos de estar atentos porque nuestro enemigo conoce nuestras debilidades y es allí donde querrá fijar sus dardos, que son tentadores pensamientos de acciones que nos llevarían a romper nuestra integridad.
Hemos de estar muy atentos porque no hay espacio, lugar y tiempo donde no esté presente esta lucha espiritual, mas no debemos tener temor alguno ya que nos han dado armas y poder para la batalla (2 Corintios 10:4) y la garantía que sobre este enemigo se nos dará la victoria. Romanos 16:20
Peleamos en el mundo con sus ideales, pensamientos, paradigmas de conducta y vida, pues estos son totalmente contrarios a la vida de Jesucristo, donde predominan el orgullo, la vanidad, la gloria de la vida pasajera, donde es común el afán por las cosas materiales, las cuales no provienen de Dios el Padre. (1 Juan 2:15-16)
Es común que a las personas les parezca extraño todo lo que hacemos y pensamos, esto por lo general trae aflicción a la vida del creyente, que muchas veces es atacado por familiares o amigos muy cercanos al no poder entender el cambio que hemos experimentado en Cristo, en esta área también contamos con un triunfo seguro. Juan 16:33
Estas áreas de batalla como son, la espiritual y la terrenal, tienen una incidencia directa en otro lugar, en nuestro ser; cuerpo, alma y espíritu. (1 Tesalonicenses 5:23) Este viene a ser el centro de todo el ataque que recibimos, porque es en el hombre interior en donde están nuestros sentimientos, emociones y pensamientos; lugar del que emergen todas las decisiones, esta parte espiritual a su vez es afectada por las pasiones propias de cada uno de nosotros como la cita el apóstol Pedro en su primera carta (2:11), también Santiago declara que los agentes externos como pueden ser; cosas materiales, personas conflictivas o los problemas de la vida cotidiana, no son los culpables directos, sino las pasiones y deseos que están en nosotros.
Hermanos sabiendo todo esto, no seamos como los que duermen, es necesario tomar la victoria que Cristo nos da, viviendo una vida de oración, de lectura de la palabra, y la acción de una vida que se va santificando día a día.
Apocalipsis 21:7; El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
¡Que el Señor Jesucristo te llene con su paz!