Estudios Biblicos – Predicas Cristianas
Si se acuerdan, la semana pasada exploramos brevemente algunas de las profecías acerca de lo que está sucediendo en el Medio Oriente, y del regreso del Señor.
Al final de esa prédica yo les explique que existían muchas profecías que tenían que cumplirse antes del regreso del Señor, y en particular la profecía encontrada en Daniel 9:27, la cual marcará el comienzo de los siete años de tribulación. Y a mitad de esos siete años, es decir a los tres años y medio, el anticristo romperá el pacto con Israel, se sentará en el Templo de Dios, pretenderá ser Dios [1], y toda persona que no le alabe y tomé la marca de su nombre, “666”, en la frente o la mano derecha, será sentenciada a morir [2].
En otras palabras, el tiempo cuando el anticristo gobernara en la tierra, y se verán cometer las atrocidades e injusticias más grandes que se puedan ver en el mundo.
Estoy seguro que muchos de ustedes se quedaron con algunas dudas o preguntas, ya que el tema de la escatología no es nada fácil. Es por esa razón que en el día de hoy y en la próxima semana, estaremos estudiando con un poco más detalle los símbolos en Apocalipsis que son usados para ilustrar lo que sucederá en el mundo, después del rapto [3]; es decir, durante la Gran Tribulación.
Hoy solo vamos a explorar los primeros cuatro sellos, y la semana que viene estudiaremos el resto. Busquemos ahora en la Palabra de Dios los primeros cuatro sellos.
Apocalipsis 6:1-8 – Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. 3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. 4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. 5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. 7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. 8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
Los versículos que acabamos de leer han sido y son interpretados por muchas personas de diferentes maneras, pero les digo que uno no tiene que ser un sabio para reconocer que solo existe una verdad, y para darnos cuenta de su verdadero significado. La primera cosa que ha causado gran controversia y mal interpretación es el versículo dos.
Aquí vemos que se nos dice: “…Y mire, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer…” La identidad de este jinete es algo que ha causado gran controversia y disputa entre los estudiantes de la Biblia.
Muchos dicen que este jinete tiene que ser Jesucristo, o un símbolo de la victoriosa proclamación del evangelio. Dicen esto porque el color blanco es asociado con Cristo en todo el libro de Apocalipsis, y como podemos ver, este jinete ha de recibir una corona; debido a estos dos detalles es que muchos asumen que este jinete tiene que ser Cristo. Pero, la realidad es que este jinete no representa el regreso triunfal de Cristo, sino que representa la entrada del anticristo. ¿Por qué les digo esto?
Digo esto porque la gran realidad es que cuando nos fijamos detalladamente en la descripción de este jinete, pronto podemos confiadamente deducir que no existe ninguna otra explicación. Fijémonos bien en tres detalles esenciales para determinar si lo que les digo tiene sentido.
El primer detalle. Aquí leemos que monta un caballo blanco. Aunque como les dije previamente, el color blanco es asociado con Cristo en todo el libro de Apocalipsis, también tenemos que mantener en mente que el anticristo no entrara al poder a través de la verdad, sino que él entrara al poder a través de la decepción.
Y es por eso mismo que Cristo nos dice: “…Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañaran…” (Mateo 24:5). Así que no nos podemos solamente fijar nuestra atención en el hecho de que el jinete monta un caballo blanco, símbolo de pureza, sino que tenemos que fijarnos en todo detalle.
El segundo detalle. Aquí leemos: “…el que lo montaba tenía un arco…,” esto aquí tiene un gran significado. Digo esto porque el arco es un símbolo de conquista, y en el Antiguo Testamento es usado como un símbolo de poder militar. Es muy importante que notemos que cuando el jinete aparece aquí, él tiene el arco en la mano, pero que la corona no se le fue dada hasta después. Una vez que recibe la corona, entonces vemos que sale a conquistar.
Estos detalles son una gran indicación que este jinete es un Cristo falso. Digo esto porque en todas las escrituras no podemos encontrar ni una solo vez que diga que Cristo uso, o tenía necesidad de usar, un arco o poder militar. Segundo, aquí vemos que dice que se le dio una corona.
Hermanos a Cristo no se le dio una corona. Si creemos en Cristo, si creemos en la divinidad del Hijo, Padre y Espíritu Santo, entonces no podemos creer que a Cristo se le entrego una corona, ¡Cristo siempre ha tenido una corona! Antes de la fundación del mundo, antes de la fundación del universo, durante toda la eternidad, ¡Cristo ha tenido su corona!
El tercer detalle. Aquí leemos: “…y salió venciendo, y para vencer…” Tenemos que prestar mucha atención aquí, porque como podemos apreciar, este jinete ha salido a conquistar. Pero la gran realidad es que no existe ningún punto en las escrituras donde podamos encontrar que Cristo salió a conquistar. Cristo fue, y siempre será el mensaje de salvación al mundo, y no uno que salió a conquistar.
En resumen; el jinete que montaba el caballo blanco tenía un arco en su mano, se le entrego una corona, y salió venciendo y para vencer. Creo que con estos detalles hemos podido identificar que este jinete no es Cristo tal como muchas personas piensan. Creo que hemos podido deducir que este jinete es una representación de cuando el anticristo comienza a tomar poder en el mundo.
Lo que sucede es que la mayoría de la personas en este mundo no han querido recibir el amor y perdón de Dios; no han querido recibir la verdad que es nuestro Señor Jesucristo; y es exactamente por eso que vemos que Dios juzgara al hombre. Es por eso que vemos que el principio del Juicio de Dios será cuando el anticristo tome poder en el mundo.
Dios permitirá que la humanidad sea engañada porque la humanidad ha rechazado el amor y la verdad de Su hijo. Dios permitirá que el mundo entero sea engañado; en otras palabras, la decepción que el mundo siempre ha querido.
La decepción de tener un líder poderoso que una a todas las naciones, un líder que acabe con la guerra, un líder que solucione todos los males e injusticias de este mundo. Y la realidad es que el líder que el mundo tanto busca y anhela esta aquí presente en este momento; el líder que el mundo tanto busca y anhela está al alcance de todos, y su nombre es Jesús, pero el mundo no le quiere aceptar, sino que le rechaza por completo.
Sin embargo, cuando llegue el anticristo, la mayoría de los que se hayan quedado atrás en el rapto le seguirán; muchos le entregaran todo lo que tienen, y muchas naciones firmaran convenios con él y le entregaran todo el poder. Así que, como hemos podido ver, el primer sello no describe a Cristo, sino describe al anticristo que ha de venir. Estudiemos ahora el segundo sello.
Continuando leemos: “…Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. 4Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada…” Ahora bien, ¿quién es este jinete?
Este jinete representa la violencia, la división, el abuso, la ira, el odio, la desobediencia, la guerra y la insurrección. Estamos hablando de jinete que enfrentara raza contra raza, clase contra clase, vecino contra vecino, una mujer contra su marido, y las naciones contra naciones. Les pregunto, ¿estamos viendo algo de esto hoy en día?
Como les he dicho en numerosas ocasiones, no tenemos que ser sabios o gran teólogos, solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que las profecías se están cumpliendo una por una.
Hola
Me gustaría tener mas información del Apocalipsis. Gracias