También puede ser que estas personas que dicen “están a medio convertirse”, sí hayan tenido un encuentro personal con Cristo, pero no hayan decidido en ese momento, seguirle, obedecerle y poner voluntariamente sus vidas bajo Su Autoridad. Entonces podemos decir que en ese caso nunca se convirtieron. Así que ya podemos ponernos cómodos, y rodearnos de almohadones para que no se nos pelen las rodillas porque lo que estamos pidiendo NO PUEDE OCURRIR (SIN PREVIA CONVICCIÓN DE PECADO, ARREPENTIMIENTO, “CAMBIO DE MENTE” Y “CAMBIO TOTAL DE DIRECCIÓN”) PUESTO QUE ESTAMOS PARTIENDO DE UN ERROR Y EN CONSECUENCIA ESTAMOS ORANDO MAL.
Cambiemos la dirección de nuestra oración, clamando a Dios que mediante su Espíritu Santo obre poderosamente en esas personas para que reciban convicción de pecado y arrepentimiento y asumamos nuestra responsabilidad como hijos de Dios, con toda misericordia, de guiarlos a dar el paso más trascendental de sus vidas: rendirse al único Dios, creador y dador de vida, nuestro Señor Jesucristo.
Por supuesto que esto sí puede implicar un “proceso”, el hecho de que el Espíritu Santo comienza a obrar en una vida, trayendo preguntas a su corazón, inquietudes, convicción de pecado, etc., y va guiándole a un arrepentimiento genuino, hasta que llega el momento glorioso en que la persona elije convertirse, (pasarse de la mentira y la muerte a la verdad y la vida).
Pero este proceso es la obra del Espíritu Santo guiando a cada uno a tomar una decisión. Hasta que la persona no toma esa decisión no está convertida, no nació de nuevo, no pasó de muerte a vida.
LA CONVERSIÓN Y LA SALVACIÓN SON INSTANTÁNEAS.
Veamos que nos dice el A.T. acerca de la conversión. El A.T. en su idioma original, el hebreo, utiliza el término “shub” que significa «regresar, retornar». Veamos algunos ejemplos sacados de “La Biblia hebreo-español”:
- “Por ello así dice el Eterno: si retornares, y yo te trajere de vuelta, permanecerás ante Mí, y y si separares lo precioso de lo vil, serás como Mi boca. Retornen ellos a ti, pero tu no volverás a ellos“. Jeremías 15:19
- “Si entonces Mi pueblo que invoca Mi Nombre se humillare y volviere de su mal camino, le escucharé desde los cielos, y perdonaré su pecado y sanaré su tierra.” Libro Segundo de las 2º Crónicas 7:14
- ” ….y retornares a Él escuchando Su voz por todo lo que te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón, y con toda tu alma,” Deuteronomio 30:2
Así podríamos seguir citando uno a uno todos los versículos del A.T. que usan el término “volver” o “retornar”.
Vemos que en ninguna parte, ni en el A.T., ni en el N.T., Dios llama a su pueblo, ni a los gentiles a una conversión “paulatina”, sino que exhorta a “volverse”, “retornar” o “convertirse” de una manera drástica, inmediata , impostergable e indudable. Ya sea del pecado y desobediencia de los que ya le conocen, como de la potestad de las tinieblas en las que están los que aún no le conocen.
Tampoco podemos olvidar que la experiencia de fe, relación con Dios y de perdón en el A.T. es totalmente diferente al nivel de experiencia, fe, perdón y “conversión” en la dispensación de la Gracia.
No podemos hablar de una experiencia de un “nuevo nacimiento”, bajo la dispensación de la Ley.
Por eso podemos entender que Aharón, el primer Sumo Sacerdote de Israel, después de haber sido usado poderosamente por Dios para liberar y guiar, junto a Moisés, al pueblo de Israel, de pronto se pusiera a fundir un becerro de oro para que todo el pueblo lo adorara.
Entendemos que el Espíritu Santo no moraba en forma permanente en aquellos hombres y la “conversión” era una experiencia “aleatoria” (por llamarla de alguna manera) en que constantemente el pueblo, se apartaba y volvía, se arrepentía de sus pecados, pero luego volvía a alejarse de Dios.
NO VEMOS QUE LA EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN, EN EL NUEVO TESTAMENTO, BAJO LA DISPENSACIÓN DE LA GRACIA, DEBA DARSE DE ESA MANERA , SINO TODO LO CONTRARIO.
Entonces, con que hemos confundido la conversión? Con EL PERFECCIONAMIENTO DE LA SANTIDAD Y DEL CONOCIMIENTO DEL HIJO DE DIOS.
“Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” 2º Co: 7:1
“Por lo demás hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz..” 2º Co:13:11
“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Ef 4:12-13
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo , por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:12-14
Arrepentimiento, conversión y frutos
“sino que anuncié…… que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.” Hechos 26:20
Queremos un ejemplo más claro de que el arrepentimiento es el paso irreemplazable e indispensable que nos lleva a la conversión y que ésta provoca sí o sí frutos, (actitudes y acciones) dignos de arrepentimiento? Casos concretos de acciones fruto del arrepentimiento en el N.T.:
- “Y muchos de los que habían creído, venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado vanas artes, trajeron los libros y los quemaron delante de todos, y echada la cuenta del precio de ellos, hallaron ser cincuenta mil denarios” Hechos 19:17-19
- “Entonces Zaqueo puesto en pie, dijo al Señor: he aquí Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa” Lucas 19:8-9
(Acá vemos claramente la relación entre arrepentimiento, conversión para salvación , por fe en Cristo y frutos que evidencian esta experiencia )
En el A.T.:
“Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías, hijo de Obed, cobró ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín, y reparó el altar de Jehová que esta delante del pórtico de Jehová” 2º Crónicas 15:8
“Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, quebrado y desmenuzado las esculturas, destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén” Leer 2º Crónicas 34:1-7 completo.
Podemos concluir entonces que:
Dios, toma la iniciativa, a través de su Espíritu Santo guiándonos a arrepentimiento para que tomemos la propia y libre decisión de ACEPTAR LA SALVACIÓN GRATUITA QUE SE NOS OFRECE, CONVIRTIÉNDONOS (PASÁNDONOS DE ESA MANERA), DE LA POTESTAD DE SATANÁS A LA POTESTAD DE DIOS, POR NINGÚN MERITO PROPIO, SINO POR MEDIO DE LA FE EN EL SACRIFICIO EXPIATORIO DE CRISTO.
LA SEÑAL INEQUÍVOCA DE HABER EXPERIMENTADO CONVERSIÓN Y RECIBIDO SALVACIÓN SON LOS FRUTOS.
Dios nos advierte claramente en su palabra:
- “Por sus frutos los conoceréis…” Mateo 7:16
- “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” Colosenses 1:10
Ahora sí, con la seguridad de habernos convertido y de haber recibido salvación, sigamos caminando firmes hacia la meta: alcanzar la medida de la estatura de la plenitud de nuestro Señor, con la certeza de que El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
© José Juan Escrihuela. Todos los derechos reservados.