Los falsos apóstoles y profetas

He aquí unas cuantas guías de como el cristiano puede identificar a uno de estos falsos y nos podemos cuidar de sus falsas enseñanzas. Jeremías declaró que los falsos profetas hicieron errar a Israel (Jeremías 23.13).

Marcas distintivas de falsos apóstoles y profetas

1. Ellos buscan agradar a los hombres, así como a ellos mismos de esa manera; predican más para complacer el oído que para beneficiar el corazón. Estos hombres manejan las cosas sagradas con astucia y entretenimiento en vez de temor piadoso y reverencia. Son destructores del alma, y la envenenan (Jeremías 23:16-17; 2 Pedro 2:3).

2. Son notables por lanzar sucio, escarnio y acusaciones de los más fieles embajadores de Cristo. Notamos como ellos dicen que fuera de ellos no hay verdad, o el que no esta con ellos esta aun en la ley, que solo su secta salva y que si no les siguen no irán al cielo (Ver ej. en I Reyes 22:10-26).

3. Ellos sacan tramas y visiones falsas de sus cabezas y corazones: Profetizan y hablan en el nombre del Señor para muchas veces conseguir sus propias concupiscencias (Jeremías 14.14).

4. Ellos le pasaran por encima a la palabra de Jehová y a los mensajes del evangelio, y morarán mayormente en cosas que son de menor importancia y cuidado para las almas de los hombres: 7 pasos para prosperar, 7 pasos para hacer que tu familia esta unida son ejemplos de sus mensajes.

Pablo le advirtió a Timoteo de estos (1 Timoteo 1:5-7) y el mismo Señor se lo dijo a los fariseos y saduceos (Mateo 23.23). ¡Son meticulosos en las cosas pequeñas y negligentes en las cosas grandes!

5. Ellos son sumamente astutos para presentar sus peligrosos principios y nociones que engañan al alma con discursos muy atractivos y expresiones doradas. Yo personalmente cuestione al pseudo apóstol de Creciendo en -Des- Gracia (como le llamo a su secta) José Luís de Jesús, sobre su doctrina de que todos somos dioses y de lo que él había dicho en torno al libro de Apocalipsis, que lo usaba de papel de baño.

Le probé por la Biblia que estaba errado, y el mismo me escribió y me dijo que para que yo les hacía perder el tiempo, si sus doctrinas son muy sencillas y fáciles de entender (¡me dijo bruto!!) y que había un personal que se había molestado en contestarme. Yo les conteste y cite el libro de Judas ¡completito! para que véanlo que había con ellos.

6. Luchan ardientemente para ganar a los hombres por sus propias opiniones, antes que para mejorar su conducta (Mateo 23:15).

7. Explotan a sus seguidores por la avaricia (2 Pedro 1:12-15). Observan nuestras posesiones más que a nuestras propias almas, y les importa más servirse a ellos mismos que nuestra salvación. Para poder tomar nuestros bolsillos mejor, mantendrán unos principios sumamente carnales, lo que a la gente le gusta (Apocalipsis 18:11-13).

El problema de la Iglesia de hoy es que en vez de acercarnos a Cristo y alejarnos del mundo, nos hemos acercado al mundo y apartado de Cristo, metiendo las cosas que antes encontrábamos malas e identificaban al mundo, hoy están en la iglesia. Que el Señor nos guarde de todos estos falsos que tanto abundan hoy día en todas partes.

III. Los Sedequías de hoy y el verdadero ministerio profético: su significado bíblico

Este es un tema que trae mucha controversia, y tiene diversidad de opiniones hoy día, aun en el mismo pueblo del Señor. Pero seré única y exclusivamente bíblico, usando solo como referencia el Interlineal Griego de Francisco Lacueva, una concordancia de griego-español de Jorge Parker, y el diccionario bíblico ilustrado de Vila & Escuain. La palabra profeta significa “aquel a quien Dios reviste de su autoridad para comunicar a los hombres su voluntad y los instruya”. Sus características lo son:

a. Las señales – la autoridad que tienen, la hechura de milagros y prodigios (señal que también pasó a ser parte del ministerio del evangelista, pero a mayor escala).

b. El cumplimiento de las predicciones – lo que habla se cumple; veamos el ejemplo de Agabo en Hechos, las 2 profecías se cumplieron- vino el juicio (la hambruna – Hechos 11:28) y Pablo fue encarcelado (Hechos 21:10).

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