Inicio » Estudios Bíblicos » El Rey: Aquel a quien oramos

El Rey: Aquel a quien oramos

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Texto Bíblico: 2 Crónicas 20:6

Prédica de Hoy: El Rey: Aquel a quien oramos

El Rey imponente

Aquel a quien oramos es el Rey. ¿Qué imágenes se le vienen a la mente cuando escucha la palabra rey? ¿Qué gobernantes del pasado influyen y le dan forma a la idea que usted tiene de un rey? ¿Acaso piensa en los grandes faraones de Egipto que en sus días de gloria erigieron las pirámides y la esfinge? ¿O tal vez piensa en el gran rey David o en su sabio hijo Salomón?

¿O pasan por su mente imágenes más recientes como la de los grandes y poderosos, gobernantes de España, el rey Enrique VIII de Inglaterra, Fernando de Aragón, o uno de los grandes reyes franceses? ¿O los únicos verdaderos gobernantes con los que está familiarizado son los poderosos de la era presente?

¿Oye la palabra rey y piensa en el presidente de algún país latinoamericano, de Rusia o de los Estados Unidos? ¿Piensa en el primer ministro de Canadá, Gran Bretaña, o de algún otro país? No importa el punto de partida que tenga su concepto de un rey, nunca estará a la altura del Rey a quien oramos. Él es diferente de cualquier rey terrenal que nos podamos imaginar.

El Señor es el Rey imponente

Al buscar las descripciones que nos dan las Escrituras acerca del Señor como Rey, primero vemos que su señorío está muy por encima del de cualquier rey terrenal. El salmista celebra el señorío de Dios cuando escribe: “¡Cantad a Dios, cantad! ¡Cantad a nuestro Rey, cantad!, porque Dios es el Rey de toda la tierra. ¡Cantad con inteligencia!” (Salmo 47:6-7).

Note que las Escrituras llaman a Dios “Rey” y “Rey de toda la tierra”. Como tal, es digno de nuestra alabanza. Del mismo modo, Josafat, siendo rey de Judá, reconoció que no existía ningún otro gobernante en la tierra que se comparara al Señor. Él oró: “Jehová, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y dominas sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder que no hay quien te resista?” (2 Crónicas 20:6).

Sin embargo, el reino del Señor no se limita a dominios terrenales. El Señor es verdaderamente Rey imponente porque su señorío se extiende al reino celestial. “Porque Jehová es Dios grande, el gran Rey sobre todos los dioses” (Salmo 95:3).

Aquí el salmista no admite que haya otros dioses. No obstante, afirma que no importa a lo que se pueda llamar dios, el Señor es mucho más grande. Su realeza es superior a todo lo que trata de establecerse como gobernante en el cielo o en la tierra.

Pablo quería que su querido colaborador Timoteo se diera cuenta precisamente de esto cuando escribió: “El bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, y a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. A él sea la honra y el imperio sempiterno. Amén” (1 Timoteo 6:15-16).

1 comentario en «El Rey: Aquel a quien oramos»

  1. Pastor, Dios lo bendiga; un hermoso mensaje acerca de nuestro REY de REYES, para tenerlo diariamente en nuestro corazón, solamente tenemos que OBEDECERLO y estar bajo su voluntad.

    Responder

Deja un comentario