He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres

CAPITULO 4

LA IGLESIA Y EL TABERNÁCULO

“Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del Tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras…..y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en la obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar,…..y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor e inventen todo diseño. Así pues, todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová” Éxodo 35: 21, 31-35, 36:1

“Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate. El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese”. Isaías 41: 6 y 7

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que siguiendo la verdad en amor crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” Efesios 4: 11-13, 16

Vamos a continuación a estudiar uno de los aspectos doctrinales más importantes del cristianismo, y cómo se nos revela en el Tabernáculo: La Iglesia.

La Iglesia es vista espiritualmente por el apóstol Pablo como “el cuerpo de Cristo”. Esta revelación nos enseña, que así como los miembros del cuerpo humano se relacionan entre sí con el propósito de preservar el cuerpo, así también los miembros de la Iglesia de Jesucristo deben estar unidos en propósito y servicio a la cabeza que es Cristo.

La Biblia también nos revela que nuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo, es decir, que cada miembro es morada de Dios mismo. Vamos a estudiar a continuación, cómo es esta morada, no como miembros aislados sino como un cuerpo, ya que debemos entender que la Iglesia de Jesucristo es un organismo vivo, formado por varios miembros cooperativos, cuyo objetivo es preservar la vida del cuerpo.

LOS UTENSILIOS DE DIOS

En Romanos 9:23 la Biblia nos dice que Dios ha querido hacer notorias las riquezas de su gloria a través de vasos de misericordia, que El preparó de antemano. Es decir, que somos vasos de misericordia, donde Dios muestra su gloria.

Todo creyente lleno del Espíritu Santo anhela ser usado por Dios; pero la Biblia nos revela que antes de poder ser usados por Dios, debemos ser moldeados para que podamos ser utensilios útiles. Si el creyente no permite ser moldeado por Dios mismo, jamás podrá ser de utilidad para

El. En la Iglesia cada miembro debe ser moldeado por Dios mismo, antes de poderle ser útil. Es por ello que Dios ha puesto en su Iglesia : Apóstoles, Pastores, Maestros, a fin de perfeccionarnos para el servicio a Dios (Efesios 4: 11-13).

En la construcción del Tabernáculo vemos cómo es que Dios realiza esta obra. En Éxodo 35: 31-36, leemos que Dios llenó a hombres de su Espíritu, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en la obra de madera, para trabajar en toda obra ingeniosa.

Lo primero que vemos acá, es que Dios utilizó diversos materiales para la construcción del Tabernáculo, pero también preparó a “especialistas” para que trabajaran “específicamente” y “coordinadamente” en su obra.

Cuando llegamos a los caminos del Señor somos toscos, rudimentarios, y nuestro estado natural necesita ser transformado a un estado espiritual.  Seamos oro, plata, bronce o madera, todos llegamos como materia prima rudimentaria que necesita ser moldeada por y para Dios.

Ni la plata ni el oro sirven para nada, a menos que sean tallados y transformados en utensilios útiles para el santuario, y esto es tan importante, que para Dios es más útil una madera que se ha dejado tallar que un oro o plata que se resista a ser labrada.

Un creyente que se deje trabajar como piedra de engaste es más útil para Dios que un oro impuro y deforme que se niegue a ser purificado y labrado.

2 comentarios en «He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres»

  1. Buenas tardes , mi nombre es Damaris Euniice he somado hoy con el tabernáculo y me ha sorprendido mucho lo q Dios le ha revelado a traves de ese sueno.Quisiera reciibir mas informacion.

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  2. Doy gracias al Señor por esta revelación, tenía esta inquietud por el significado del tabernáculo relacionado con la vida espiritual en el hombre.

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