He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres


Para que veamos “cosas que ojo no vio, no oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, pero que Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios” (1 Corintios 2: 9 y 10). Sin el Espíritu Santo sería imposible descubrir lo que hay detrás de la letra.

Los maestros, deben en primer lugar ser llenos del Espíritu Santo y verdaderos buscadores de Dios, quienes continuamente escudriñan su Palabra, pidiéndole a Dios Espíritu de revelación y sabiduría en el conocimiento de El (Efesios 1: 17).

El maestro debe estar dispuesto a enseñar a todo creyente que posea el fundamento, es decir, a todo aquel que haya nacido de nuevo. Las cortinas de la revelación son sostenidas solamente en fundamentos sólidos (Lucas 6: 46-49). El maestro debe estar dispuesto a ministrar desde la leche no adulterada hasta el alimento sólido, y también debe discernir quien está preparado para recibir uno u otro alimento.

El verdadero conocimiento de Dios viene por revelación de su Palabra, y eso sólo lo da el Espíritu Santo, es decir, que es algo que no se aprende en institutos bíblicos, ni en cursos especiales, sino a los pies del verdadero Maestro (Jesús).

No quiero decir con esto que los institutos bíblicos no sean importantes. Ellos imparten una serie de disciplinas muy importantes para cualquier ministerio, pero lo que quiero dejar claro es que ningún ministerio se desarrolla por estudios académicos.

Los ministerios son dados por Dios, y solo aquellos que han sido llamados para determinado ministerio son los que aprovechan las instrucciones académicas. La instrucción de los maestros es las que nos da crecimiento espiritual, pero insisto, sin un buen fundamento toda la instrucción es vana.

En Números 4 leemos que los gersonitas llevaban todas las cortinas del Tabernáculo: las del atrio, la de la puerta del atrio, las cubiertas del santuario, la cortina de la puerta del santuario, etc. Los gersonitas debían conocer muy bien cual cortina correspondía al atrio y su puerta, y cual correspondía al Lugar Santo y al Lugar Santísimo.

No podían colocar una cortina fuera del lugar que Dios hubiese designado. Todo esto nos habla del cuidado que deben tener los maestros en cuanto a la instrucción que se imparte en la iglesia. El debe conocer que tipo de cortina necesita el cristiano de acuerdo a la posición que éste tenga en el Tabernáculo.

El cristiano atrial requiere de una cortina diferente al cristiano que está en el Lugar Santo. Existe un tipo de conocimiento espiritual que solo es comprendido por creyentes maduros en el Señor, y cuando impartimos tal conocimiento a un cristiano atrial le puede producir más daño que beneficio.

El maestro debe cuidarse de dar el pasto adecuado a la oveja, ya que el mismo Señor prometió darnos pastos en todas las alturas (Isaías 49:9). El maestro debe saber atar muy bien las cuerdas de las cortinas, y por lo tanto debe conocer muy bien las escrituras.

Debe escudriñarlas con diligencia, pues un conocimiento que no sea atado con la Palabra de Dios, no proviene de Dios. La firmeza con que las cortinas son atadas al fundamento depende del conocimiento que se tenga de la Palabra de Dios. Por lo tanto debemos procurar diligentemente presentarnos delante de Dios como siervos aprobados y que usamos bien la Palabra de verdad (2 Timoteo 2: 15).

Finalmente, toda enseñanza de parte de Dios debe glorificar a Cristo, ya que Jesucristo es el centro de toda la revelación divina, y toda revelación divina debe tener una utilidad práctica para nosotros. La enseñanza ministrada, bien sea de leche o de alimento sólido, siempre debe revelarnos algo nuevo del Cristo glorioso, sin desechar o contradecir los rudimentos previos.

LOS COATITAS

…..”El oficio de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión, en el lugar santísimo será este: Cuando haya de mudarse el campamento, desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio, y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas. Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ellas las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella. Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas. Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero y el alumbrado, sus lámparas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus utensilios del aceite con que se sirve………quitarán las cenizas del altar, y extenderán sobre él un paño de púrpura…….estas serán las cargas de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión” Números 4:4-15

Los coatitas representan hoy en día el ministerio del pastorado. Los coatitas eran los responsables de cuidar lo más valioso del Tabernáculo, es decir, el Arca del Pacto. El pastor debe cuidar y cubrir el arca con “paño todo en azul” para que la doctrina que nos ministre sea de origen celestial y no terrenal. El pastor debe cuidar que la presencia de Dios en cada creyente sea realmente cubierta con paño “todo en azul”.

El pastor debe ser vigilante a fin de que los meraritas y gersonitas cumplan sus funciones a cabalidad, de manera que las ovejas puedan comer y digerir bien la Palabra de Dios (a fin de que cada utensilio valioso sea puesto sobre paño azul).

2 comentarios en «He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres»

  1. Buenas tardes , mi nombre es Damaris Euniice he somado hoy con el tabernáculo y me ha sorprendido mucho lo q Dios le ha revelado a traves de ese sueno.Quisiera reciibir mas informacion.

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  2. Doy gracias al Señor por esta revelación, tenía esta inquietud por el significado del tabernáculo relacionado con la vida espiritual en el hombre.

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