Dios te ordena que marches

Daniel Tomas

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Dios te ordena que marches - Estudios Biblicos

Dios te ordena que marches

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Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Libertad: Dios te ordena que marches

Estudio Bíblico Lectura Bíblica de Hoy: Éxodo 14:1-8

Introducción:

Éxodo capítulo 14 nos relata la historia del momento en que el pueblo de Dios fue liberado de la cautividad, del poder de Faraón, y del poder del imperio egipcio, cuando no contaban con fuerza alguna, tampoco con astucia ni inteligencia alguna, pero ese pueblo fue liberado por la misericordia, por el poder, y la gracia de Dios.

1. Faraón no tiene planes de dejarte ir

Cuando Israel estaba cautivo en Egipto por 430 años, bajo el poder del imperio egipcio, generaciones enteras de hijos de hebreos habían nacido en cautividad, y no conocían lo que era la libertad, de tal manera que no podían ni siquiera opinar respecto de esta; hay quienes conocen sólo una forma de vida, la que les tocó, y no conocen otro estilo de vida.

En otras palabras, los hijos de los hebreos nacían en esclavitud, pero no estaban conscientes de ello, esa era su condición; no tenían aspiraciones de libertad, ni contaban con ejércitos para promoverla, no tenían fuerza ni poder, así les sucede a las personas antes de venir al evangelio, antes de conocer a Cristo, muchos ni siquiera saben que son pecadores, algunos se enteran que lo son cuando comienzan a asistir a la iglesia.

Cuando se les predica el evangelio ya sea por radio o por televisión, entonces, las personas comienzan a reflexionar y se dan cuenta que hay cosas que hacían mal, pueden ver que son esclavos del cigarrillo, del sexo o del odio, hasta ese momento han pensado que el odio es lo más razonable y que se puede sentir odio contra alguien que les ha hecho daño.

Pero a partir del momento en que Dios alumbra la vida de alguien y le dice que lo quiere libertar, esa persona entiende que el odio por ejemplo, es una maldición contra su propia vida y sus generaciones; el odio consume al consumidor, el pecado consume al pecador, no importa lo que te hayan hecho, tú no tienes derecho a pecar, no tienes derecho a odiar, tú no tienes derecho a estar en amargura, ¡Dios te ha llamado a la libertad!

Dios llama a Moisés en el desierto y le dice: He oído el gemir de mi pueblo, he visto el clamor de mi pueblo. Voy a ir a Egipto y los libertaré. (Éxodo 3:7-8) La paz, la libertad y el gozo del creyente no es iniciativa de éste, sino que es iniciativa de Dios, no es que el creyente anduvo buscando a Dios, sino que Dios anduvo buscándolo a él; no es que la persona fue a Dios, sino que Dios vino hasta donde estaba esa persona esclavizada.

Dios vino a tu cárcel, Él vino a tu Egipto, y trató con el Faraón, éste es prototipo de Satanás, es alguien que jamás pensaría en liberar a sus cautivos, así nos enseña la Biblia, que Satanás no está dispuesto a liberar a sus cautivos, la condición del pecador es de una cautividad permanente con promesas de cautividad eterna, el Faraón no pensaba liberar el pueblo de Dios, ni estaba en sus planes el hacerlo, pero Dios tenía un pueblo al cual quería liberar.

Yo creo que Dios tiene un remanente en Israel, y quiero decirte que no es el tiempo del cumplimiento de las profecías en que Dios dispersaría a los judíos sobre la faz de la tierra, este no es el tiempo de la dispersión, sino que es tiempo del llamado de Dios a Israel, Dios establecerá a Israel a pesar del Faraón, a pesar de Egipto, a pesar de las naciones, cuando Dios proclama libertad, ¿quién podrá oponerse? El Faraón se endureció, pero no importa, Dios tiene un mazo para darle duro hasta que se ablande.

Dios decide que va a liberar a su pueblo, envía a Moisés, y cuando el Faraón se endurece, les envía diez plagas; esto no es estrategia del pueblo, sino que es estrategia de Dios; no es poder del pueblo, es poder de Dios, Él aboga por su pueblo, ¡Él ama y guarda a su pueblo! Yo me pregunto si eres parte del pueblo de Dios o no, y si dices que perteneces a su pueblo: ¿Te sientes confiado o confiada en sus manos? Si dices que eres pueblo de Dios: ¿Eres feliz, te sientes victorioso porque sabes que Dios marcha contigo?

Me pregunto: ¿Qué circunstancia estás viviendo que no permite que puedas disfrutar de la paz de Dios y de su libertad? Yo creo que el peor enemigo que tiene el creyente no es el Faraón ni tampoco su ejército; el peor enemigo del creyente es él mismo, por su manera de pensar, Moisés fue de parte de Jehová y se presentó ante el pueblo diciéndoles: Síganme porque Dios me ha mandado a decirles que Él los va a liberar, y ellos respondieron: No, déjanos acá tranquilos, es muy problemático esto de la libertad.

Y cuando por fin salieron de Egipto y vieron a Faraón detrás de ellos persiguiéndolos, se lamentaban diciendo: ¿No teníamos sepultura donde morir en Egipto que Jehová nos ha sacado para morir aquí en el desierto? ¿Para eso nos has traído, para morir aquí en el desierto? El pueblo se volvió rebelde y quejoso, un pueblo que no contaba con que Dios estaba con ellos en toda circunstancia, no es que cuando Faraón demuestra su poder Dios no está conmigo. ¡Dios está conmigo siempre!

Cuándo el ejército de Faraón viene, Dios está conmigo, ¡cuándo el Mar Rojo me detiene, Dios está conmigo! ¿Puedes sentirte feliz al saber que en las malas circunstancias Dios está contigo? Algunos dicen: Bueno, eso es la palabra de Dios, pero yo no siento la libertad de Dios, a mí no me parece que Dios me haya tocado, es que el problema no está en el Faraón sino en el creyente, y Dios envió diez plagas a Egipto.

2. Si sostuvo a su pueblo, te sostendrá a ti

Estuve viendo un documental en el que estudiaban plaga por plaga y señalaban que éstas fueron acontecimientos naturales de la época y según ellos han estudiado que cuando viene un viento trae a las langostas y que por una circunstancia equis pudo haber una invasión de ranas y que es lógico que cuando las ranas se pudren aparecen las moscas; no sé qué argumentos tienen con respecto a la décima plaga, que fue la muerte de los primogénitos, empezando por el del Faraón, los primogénitos del pueblo de Egipto y aun el de los animales.

Una sucesión de hechos naturales increíbles que terminó por estremecer el corazón del Faraón, lo hicieron titubear, aunque él ahí estaba haciendo uso de su gran poder, que no solamente consistía en su fuerza y la de su ejército, sino que también estaba asentado sobre una serie de creencias ocultistas, demoníacas de dioses que aún hoy se adoran en determinados círculos secretos. ¡Esas personas que en los círculos secretos adoran a esos dioses de Egipto no se han enterado que Jehová es más grande que todos los dioses!

Cuando el pueblo salió de Egipto, Dios a propósito mandó que se pusieran en determinado lugar, les dijo que acamparan en tal parte, y el Faraón que nunca deja ir a sus cautivos, que nunca suelta a sus presos, así como Satanás no te quería soltar a ti o no te quiere soltar, salió con su ejército en busca del pueblo de Israel que había dejado ir, hay gente que ya fue libre, en cambio hay otros que creen que nunca se podrán liberar de la droga, o de la pornografía; hay gente que cree que nunca va a poder librarse del odio, del tabaco.

Pero yo creo que Dios ya ha decretado tu salvación, ha decretado tu libertad, por algo este mensaje hoy ha llegado a ti, esto no es un cuentito lindo, hoy estás escuchando la voz de Dios, hoy te has hecho acreedor del poder de Dios, entonces, después que Faraón tembló un poco y después de aflojar, de pronto reaccionó y pensó: ¿Cómo hemos dejado ir a esta gente, esta mano de obra tan barata, cómo hemos dejado que estos esclavos se nos escapen de esta manera?

Juntó su ejército, sus carros, sus caballos y se dispuso a perseguirlos; así que salieron detrás del pueblo de Dios, el Faraón se enteró que justo estaban cerca del Mar Rojo y no tenían forma de escapar y dijo: Aquí sí que lo agarramos, entonces el pueblo comenzó a quejarse contra Moisés: ¿Para qué nos sacaste de Egipto, no teníamos sepulturas allá donde ser enterrados que nos harás morir en medio de este desierto?

Esta actitud es similar a la de las personas que después de hacerse creyentes se olvidan que una vez fueron esclavos y dicen: No sé qué me pasa que me siento mal, el diablo me anda persiguiendo, el diablo anda metiendo la cola, el diablo nunca va a dejar de perseguirte, yo dije: Cuando llegue a ser apóstol, ya no me va a perseguir más, me sigue persiguiendo, no creas que por que seas pastor, apóstol o líder de célula, o por alguna otra causa Satanás dejará de perseguirte.

Te perseguirá toda la vida, te quiere amargar toda la vida, te quiere robar la Fe en todo momento, quiere mantenerte impotente y que vivas angustiado toda la vida, pero Dios ha prometido estar contigo toda la vida, Dios nunca dijo que cuando las circunstancias fueran malas no iba a estar contigo. Jesús dijo: He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. (Mateo 28:20).

Mientras el pueblo estuvo en cautividad por 430 años bajo el poder de Faraón, Dios estaba con ellos, cuando salieron de Egipto, Dios estaba con ellos, cuando se encontraron frente al Mar Rojo con el ejército de Faraón detrás, Dios estaba con ellos, y cuando cruzaron el mar Dios estaba con ellos, aún en el desierto Dios estaba con ellos, y hoy, Dios está con su pueblo porque son la descendencia de su amigo Abraham.

Dios nunca les dijo a Sadrac, Mesac y Abed-nego que no entrarían en el horno de fuego; entraron en ese horno, pero allí adentro Dios estaba con ellos, acostúmbrate a caminar con Dios.

Hay creyentes que asisten a la iglesia y dicen: Acá está Dios, pero en mi casa está el demonio, Dios está contigo en tu baño, en tu cama, Dios está contigo en la cocina, El está contigo en todo lugar ¡Él está contigo siempre!

3. Debes marchar

La Biblia dice: El que persevere hasta el fin, éste será salvo (Mateo 10:22; Mateo 24:13; Marcos 13:13).

Lo que quiere el diablo es que tú no perseveres, quiere que te quedes estancado, no quiere que avances, en el capítulo 14 del Éxodo, en un momento, Dios le dice a Moisés: ¿Por qué clamas a mi? Di a los hijos de Israel que marchen. (Éxodo 14:15). ¡Y hoy, Dios me mandó a decirte que marches!

Cuando Dios dijo: Di al pueblo que marche, ni se imaginaban para dónde había que marchar, iban al Mar Rojo derechito, y no podían volver atrás porque tenían al ejército de Faraón, si Dios te dice que marches tal vez tú no ves nada bueno al frente, a veces miras para adelante y te espantas pero yo te digo hoy que Dios te ha mandado que marches.

El pueblo decidió obedecer la voz de Moisés, pero Dios le dijo a él –Moisés- otra cosa bastante dura: Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo,…”

Moisés nunca había ido a un instituto bíblico para aprender cómo dividir el mar, no había hecho la universidad y nadie jamás le había dicho cómo se hace para dividir un mar; así que lo que Moisés tenía que hacer era extender la vara, abrir su boca y ordenarle al mar que se abra.

¿Tú crees que fue por el poder de la varita que abrió el mar?

¡No! Fue por el poder de Dios quien estaba a favor de su pueblo, entonces, Moisés extendió su mano y el mar se abrió, hubieron quienes hicieron películas y escribieron libros señalando que en realidad el pueblo de Israel no pasó el Mar Rojo, sino por una zona de juncos y cañaverales y parece que en ese momento había una sequía, así que la zona estaba bastante fácil para pasar, por lo tanto el pueblo de Dios pasó por allí.

Estos no le quieren dar crédito a la palabra de Dios, o sea que los judíos por cinco mil años han estado cantando tontamente: Echó a la mar los carros del Faraón, pero yo creo que si esa versión fuese cierta, entonces el milagro fue mayor aún, en esa puntita del Mar Rojo donde había cañaverales y juncos, donde pasó el pueblo de Dios, se ahogó todo el ejército del Faraón, dice la Biblia que el pueblo de Dios pasó en seco, pues vino un viento fuerte que secó el mar.

Yo se que Dios enviará su viento, su fuego o su nube, mas si tú te decides a marchar no habrá quien te detenga, hoy, Dios te ha dado la orden de marchar, Él te ha dado la orden de no detenerte, con este mensaje no puedes decir que te sientes estancado, que sientes que no puedes avanzar, tal vez me dices: Está bien, Dios dice que camine pero a mí me duelen las piernas.

La idea es que aunque te duelan las piernas camines igual, otro dirá: Yo siento que no tengo piernas, la idea es que avances aún sin piernas, el diablo vendrá para detenerte, te hará creer que tú con Dios no saldrás adelante, pero es Dios el que te ha llamado y establecido a su pueblo, es Él el que te sostiene y te llevará hacia la victoria total en tu vida, no te desalientes.

Dios ha determinado sentarse en el trono de Jerusalén y establecerá su reino en la tierra por mil años y no habrá nadie que lo haga retroceder, no habrá diablo, no habrá infierno, ni comunismo, ni socialismo, no habrá anticristo que pueda impedir que Dios haga con su pueblo lo que ha determinado, y tú perteneces a su pueblo ¡Tú eres pueblo de Dios! ¡Tú eres el Israel de Dios! ¡Tú eres descendencia de Abraham por la Fe!

Hay cosas que te tienen que quedar muy claras, una es Éxodo 14:15: Di a los hijos de Israel que marchen. Espero que lo marques bien en tu Biblia, para que después no digas: Me siento estancado, yo te diré: Acuérdate de Éxodo capítulo 14, versículo 15, si Dios te dice que marches hacia el Mar Rojo y éste no se abre, es preferible morirse ahogado allí obedeciendo a Dios a que te agarre el Faraón. ¿Tienes agallas? ¿De qué fibra eres?

Los cristianos tienen fibra de cristianos y poseen agallas, ¡no son cobardes!

Lo segundo que tienes que tener bien claro es que Dios prometió estar contigo, después del Mar Rojo vino el desierto, pero después del desierto viene la tierra prometida, ¿el pueblo llegó a la tierra prometida donde un crucero con las mejores bebidas los estaba esperando? ¡No! Cuando llegaron allí, había gigantes en esa tierra.

Los muy cobardes decían: Nos sentimos como cucarachas al lado de ellos, por eso Dios le dijo a Josué: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Josué 1:9).

Dios establecerá su reino aquí en la tierra, pero no lo hará con cobardes, no lo hará con gente que le teme al diablo, ni a las brujerías o hechicerías, no lo hará con gente que le tiene miedo a las circunstancias.

Dios hará lo que se propuso con gente que marche hacia adelante, el diablo te planteará las cosas de tal manera que parezcan irreversibles, te dirá por ejemplo: Tú ya fracasaste mucho, pecaste varias veces, ahora no tienes el favor de Dios, tratará de convencerte que no hay vuelta, cuando tu marido te diga: Lo nuestro se desgasto, ya no te quiero más, el diablo querrá hacerte creer que todo se terminó, pero Dios te dice: ¡Yo estoy contigo!

Cuando tu hijo te enfrente haciéndote callar y amenazándote con que se va a matar, no creas que es el fin, porque Dios está contigo, Él tocará a tu hijo, lo librará de la violencia, lo librará de la droga, no te creas que la cosa quedará así.

No te creas que la cosa es como te la pinta el diablo, si te has quedado sin trabajo, sin dinero y ya no sabes qué hacer con tu vida, el diablo te hará creer que esto es irreversible y que Dios te abandonó, pero Dios te dice: Yo estoy contigo dondequiera que tu vayas. (Josué 1:9).

Es que me siento muy débil por la droga, he caído en ello muchas veces, no te creas que la cosa quedará así, Dios está contigo, la droga te soltará, no hay poder que pueda atar a alguien que cree en Dios.

Dios está contigo para bendecirte, Dios está contigo para librarte, quiero que sepas que hay Dios, si el diablo se te presenta y te dice: Te voy a comer crudo.

Tú tienes que ponerle una cara más fea que la de él, y es por eso que han nacido algunos feos, para asustar al diablo, así que te paras firme y lo miras fijo a Satanás y le dices: Yo tengo a Dios, tengo un Padre en el cielo, ya vendrá alguien diciendo: Me siento débil, Pablo le dijo a Dios: Ayúdame porque estoy débil, pero Dios le respondió: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. (2ª Corintios 12:9). ¡No cuentan ni tu debilidad ni tu fortaleza, cuenta el poder de Dios!

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Daniel Tomas
Autor

Daniel Tomas

Mi nombre es Daniel Tomas y hace más de 35 años sirvo al Señor. He asumido el compromiso de serle fiel cada día de mi vida y de sembrar mi corazón y ministerio en Su presencia y así llevar mucho fruto. Junto con toda mi familia en enero del año 1994 vinimos a Bariloche a servir en la Iglesia Catedral Familiar, de la Unión de las Asambleas de Dios, ministerio el cual amamos y donde Dios nos trajo para así alcanzar Su sueño, que es ver a esta ciudad y pueblos aledaños rendidos a los pies de Jesús.

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