La oración

La Biblia explica “Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión. Luego la baja pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte” (Santiago 1:14-15).

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir” (1 Corintios 10:13).

MAS LÍBRANOS DEL MAL

Tenemos una batalla espiritual, por ello debemos pedirle a Dios que nos guarde del mal, ¿Quién más quisiera hacernos daño, además de Satán? La lucha no es contra carne y sangre, sino contra huestes de maldad, por ello a Dios pedimos su protección de los dardos, de las tentaciones, de los ataques, etc.

REFLEXIONES SOBRE LA ORACIÓN

“Todavía predomina el pensamiento de que cuando un hombre esta orando no esta haciendo nada, y este sentimiento hace que menoscabemos la importancia de la oración, a veces practicándola apresuradamente y otras veces abandonando o descuidándola del todo” (James Gilmour de Mongolia)

  • “La oración de fe es el único poder al cual se rinde el Gran Jehová” (Robert Hall)
  • “La importunidad gana su batalla cuando todo lo demás ha fallado.” (E.M.Bounds)
  • “¿Qué es orar, Señor? Es decir un sí amoroso a tu presencia y a tu querer” (Aureliano Brambila)
  • “Orar… es…ponerme en contacto contigo en un inefable e increíble diálogo en el que no sé qué admirar más, si mi terrible atrevimiento o tu infinita condescendencia”. (Aureliano Brambila)
  • “La oración es más escuchar que hablar. Cuando hablamos, nuestra religión puede ser sólo ilusión. Cuando escuchamos estamos obligados a convertirnos. La oración es más cuestión de oídos que de lengua.” (Aureliano Brambila)

“Preguntadme de las cosas por venir, mandadme acerca de mis hijos, y acerco de la obra de mis manos” (Isaías 45:11).

“Esta es una declaración sumamente asombrosa. ¿Nos sorprendemos? Con respecto a sus hijos y a su obra, Dios dice: “Mandadme”. La gente no se atreve a pronunciar esta palabra: “mandadme”, porque ¿cómo puede un hombre jamás mandar a Dios? Todos los que lo conocen comprenden que ninguna palabra presuntuosa debe pronunciarse jamás delante de Dios. Sin embargo, Él mismo nos ofrece su palabra: “Mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos”. Esto no es otra cosa sino que Dios concede que la Tierra gobierne al cielo. Obviamente, de ningún modo puede esto implicar que podemos forzar a Dios a que haga lo que no quiere hacer; de ninguna manera. Más bien significa simplemente, que podemos mandarle que haga lo que Él desea hacer. Y sobre esta base nos afirmaremos…Y así nuestra oración será fuerte y poderosa.” (Watchman Nee)

“Un hermano relató la siguiente historia: “Leí lo que le ocurrió a Evan Roberts. Una vez, estuvieron varios en su casa orando por cierto motivo. En medio de la oración de un hermano, Evan Roberts se levantó y le puso la mano sobre la boca al que estaba orando, y le dijo: ‘Hermano, usted no necesita continuar orando, pues no está orando en absoluto’. Mientras yo leía este incidente, pensé: ¿Cómo pudo Evan Roberts hacer esto? Sin embargo, lo hizo en realidad. Y ahora sé que lo que hizo estuvo bien”. Muchas palabras en nuestra oración se dicen en la carne y por instigación de Satanás; hacen que la oración sea muy larga, pero irreal e inútil. ¿No es verdad esto? A menudo cuando oramos parece que damos una vuelta alrededor del mundo. Se gasta el tiempo y se agota la fuerza; sin embargo, ni una palabra de oración da en el blanco. ¿Cómo podemos esperar que tal oración sea oída por Dios? No tiene valor espiritual en absoluto.” (Watchman Nee)

Desde tiempo inmemorial se dice que “la oración es la respiración del alma”. Es la energía del cielo que vigoriza el corazón. O. Hallesby dice que “Dios ha designado la oración como un medio de íntima comunión entre él y el hombre”.

R. Rinker afirma haber descubierto que “el verdadero propósito de la oración es poner a Dios en el centro de nuestra atención y olvidarnos de nosotros mismos”.

“Ante el hecho de la cruz, decidme: ¿no es un escándalo que tú y yo vivamos como vivimos”(Alan Redpath)

“¿Podría un marinero estar sentado perezosamente oyendo el grito de angustia de quien se ahoga? ¿Podría un doctor arrellanarse en su confortable sillón y dejar morir a sus pacientes? ¿Podría un bombero ver a la gente quemarse sin prestar ayuda? ¿Puede Sión estar sentada e inmóvil teniendo a su alrededor a un mundo CONDENADO?”(Leonardo Ravenhill)

“¡Oh hermano, ora a pesar de Satanás, ora; emplea horas en oración; antes descuida a los amigos que el orar; ayuna y piérdete el desayuno, la comida, el té, la cena, y aun el sueño, antes que descuidar la oración. No basta hablar acerca de la oración; sino que debemos orar con ardorosa vehemencia. El Señor está cerca. El viene quietamente mientras las vírgenes duermen.” (Andrés A. Bonar)

“Ni erudición, ni pureza de expresión, ni profundidad mental; ni las flores de la elocuencia, ni la simpatía personal, pueden sustituir la falta de fuego del Espíritu. La oración asciende mediante este fuego. Su llama le da alas, energía y aceptación. No hay incienso sin fuego, ni oración sin llama.” (E. M. Bounds)

“El que no ora o, al menos, llama a Dios en su hora de necesidad, seguramente no piensa en El como Dios, ni le da la honra que se merece.” (Lutero)

La marca distintiva del cristiano es que ora de día y de noche (Lucas 18:7)

Debemos de pedir un “espíritu de gracia y de oración.” (Zacarías 12:10)

Cuando ores no uses los atributos, nombres o títulos de Dios al azar, debes discernir y escoger que atributo de Dios decir para pedir según la necesidad que tengas y Dios pueda suplirte.

Cuando ores no finjas sentimientos que no tienes.

No ore siempre en silencio sino con la voz cuando sea posible, es posible que al principio usted se sienta extraño, pero luego se sentirá más cómodo.

No se preocupe por palabras “poéticas”, ni por el tartamudeo sino ore del corazón

Lo que Dios quiere es un corazón sincero, más que las palabras poéticas (Is. 66:2; Salmos 51:15-17)

No trate a Dios con falta de respeto, tampoco como si fuera inaccesible, sino como a un Padre respetado.

Si se siente incómodo, pida ayuda de Dios.

Dios no promete que no vamos a sufrir (Hechos 14:22), promete darnos fuerza al sufrir (las oraciones por Pedro, Hch.12)

Si los cristianos nunca tuvieran que sufrir, todo el mundo sería cristiano no por amor sino para evitar el sufrimiento.

Dios no promete darnos lo que no nos sea bueno (Sant. 4:3), Si un niño pide cuchillo o pistola no le damos lo que pide.

© Danny Totocayo. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones.. Estudios Bíblicos

1 comentario en «La oración»

Deja un comentario