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Ninguno se glorie en los hombres

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: Ninguno se glorie en los hombres

Estudios Bíblicos Texto Bíblico: “…Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro, sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; que todo es vuestro, y vosotros del Cristo; y el Cristo de Dios…” 1 Corintios 3:21-23

INTRODUCCIÓN.

Seguramente ha escuchado las expresiones el ídolo del Rock´n Roll, la diosa de la cumbia, etc. Muchos en su ignorancia tienden a IDOLATRAR a cantantes, actores, deportistas, escritores, etc.  

El estatus de ídolo algunas veces es independiente de la voluntad de aquellos que son objeto de tan desmesurada admiración. Son las masas quienes otorgan este ensalzamiento desproporcionado a cosas o personas.

Es precisamente en este sentido que la iglesia debiera considerar  si el sitio que tiene para los ministros o siervos del Señor es moderado o desproporcionado. No estoy sugiriendo en lo más mínimo que se deje de reconocer la valiosísima labor de los siervos de Dios, sino por el contrario estoy pidiendo que la gloría sea dada al Señor no al siervo, al Creador no a la creatura.

Algunos miembros inmaduros de iglesia en Corinto, empezaron a favorecer algunos siervos por sobre otros de modo que  se decían ser partidarios de ellos. Esto empezó a causar partidismos y disensiones.

Ni Apolos ni Cefas ni Pablo eran culpables de este desmesurado en exaltación por parte de los hermanos en Corinto. Pablo les hace ver que independientemente de sus exacerbadas preferencias lo que importa es la obra de Cristo.

Todavía, hermanos, os ruego por el Nombre del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, antes seáis perfectos, unidos en un mismo entendimiento y en un mismo parecer. Porque me ha sido declarado de vosotros, hermanos míos, por los que son de Cloé, que hay entre vosotros contiendas; quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Está dividido el Cristo? ¿Fue colgado en el madero Pablo por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo? Doy gracias a Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo; para que ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre. Y también bauticé la casa de Estéfanas; mas no sé si he bautizado algún otro. 1 Corintios 1:10-16

Los ministerios en la iglesia

Recuerde amado hermanos que los ministerios en la iglesia tal como apóstol, obispo, presbítero, diacono etc. no representan títulos para una élite sino términos descriptivos del servicio que algunos hermanos ejercen en pro de la iglesia. Estos ministerios se traducen como enviado, supervisor, anciano y siervo respectivamente.

Algunos creyentes inmaduros y algunos ministros equivocadamente han acuñado títulos que ensalzan a los siervos: papa, patriarca, padre, reverendo, arzobispo etc. son solo algunos de ellos. Esta tendencia a ensalzas a los siervos creó una división antes inexistente en el pueblo del Señor, a saber, clero y laicos.(Mateo 23:9 ; Colosenses 3:11).

¿Porqué fue que el Señor mismo oculto el cuerpo de Moisés? ¿Porqué Satanás quería hacerse del cuerpo de Moisés? Si los israelitas habían ya adorado un becerro de oro durante su travesía por el desierto sería muy fácil incitarlos a adorar un siervo de Dios como Moisés.

Pues cuando el Arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, antes le dijo: El Señor te reprenda.   Judas 1:9

Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y enterrólo en el valle, en tierra de Moab, enfrente de Bethpeor; y ninguno sabe su sepulcro hasta hoy. Y era Moisés de edad de ciento y veinte años cuando murió: sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.   Deuteronomio 34:5-7

Jehová mismo enterró a Moisés.

¿Por qué lo enterró de modo que nadie supiese donde yacía el cuerpo de Moisés? ¿Recuerdas lo que pasó con Nehustán, la serpiente de bronce?

Los israelitas empezaron a quemarle incienso y venerarla. Ahora imagínate lo que hubieran hecho con el cuerpo de Moisés aquellos que habían hecho un becerro de oro para adorarlo, y que después habían adorado a la serpiente de oro erigida por Moisés.

Oseas rey de Israel vio con desagrado que la serpiente de bronce que hizo Moisés  se había convertido en un  ídolo. Contrario al sentido con el que fue creado. De alguna esto nos recuerda la veneración de reliquias de los católico romanos y la tendencia idolátrica de algunos evangélicos.

En el tercer año de Oseas hijo de Ela rey de Israel, comenzó á reinar Ezechîas hijo de Achâz rey de Judá. Cuando comenzó á reinar era de veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre fué Abi hija de Zachârías. Hizo lo recto en ojos de Jehová, conforme á todas las cosas que había hecho David su padre. El quitó los altos, y quebró las imágenes, y taló los bosques, é hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban perfumes los hijos de Israel; y llamóle por nombre Nehustán. En Jehová Dios de Israel puso su esperanza: después ni antes de él no hubo otro como él en todos los reyes de Judá.  2 Reyes 18:1-5

La ignorancia de Cornelio

Cuando el ángel del Señor dice a Cornelio que hiciera llamar a un Simón Pedro para que le predicara, tal vez pensó que tan importante sería Pedro para que un ángel recomendará traerlo. La ignorancia de Cornelio le hizo postrarse ante Pedro, mas Pedro corrigió este error.

No importa cuán santo y consagrado sea el siervo del Señor nunca debe permitir que se le ensalce así.  Debemos amar y tener en alta estima a los siervos de Dios mas no debemos postrarnos ante ellos.

Y cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró. Y Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy hombre.  Hechos 10:25-26

Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. 1 Tesalonicenses 2:5-7

Algunos hermanos en Corinto empezaron idolatrar la elocuencia de Apolos o a ensalzar a Cefas por haber convivido con el Salvador durante su ministerio terrenal. Mas pese a que Pablo había comenzado la obra en Corinto algunos hermanos comenzaron a minimizar la labor de Pablo. Pablo dijo:

Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.”   1 Corintios 15:7-11

También he escuchado a jóvenes decir yo me salve por medio de los cantos de tal y tal cantante cristiano, siendo que la fe viene por la palabra y no por los cantos de algún hermano. Romanos 10:17.

Algunos han roto sus discos de Juan Gabriel y los Beatles y los han remplazado por la colección de éxitos de algún cantante cristiano profesándole similar afición.

El gloriarse en los hombres es lo que ha llevado a muchos grupos religiosos a instituir cabezas humanas consideradas infalibles para la dirección de iglesias en vez de sujetarse únicamente a Cristo.

La tendencia a idolatrar siervos ha culminado con la instalación de papas, patriarcas, “tele-evangelistas”, seudo profetas y seudo apóstoles en el seno de la iglesia.

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