¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 27

Por eso Pablo escribió [cita 9:7]. La gracia de Dios obviamente insta, pero no fuerza, a que se haga la decisión. Sin embargo, cuando la fe responde a la gracia, el poder de Dios que obra dentro de esa vida … o dentro de las iglesias … puede actuar mucho más abundantemente de lo que todas esas personas pueden pedir o pensar (Efe. 3:20). Lo que no podemos hacer ni siquiera imaginar que se pueda hacer, lo hace la gracia de Dios obrando por fe” (116).

OCHO: Dar para que haya igualdad.

  • 2 Cor. 8:13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,
  • 2 Cor. 8:14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad.
  • 1 Tim. 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos.

Mientras que otros simplemente son incapaces de dar mucho en absoluto, algunos pueden dar mucho más que el diez por ciento del pacto antiguo. Las circunstancias son diferentes de una familia a otra. Dios entiende.

No olvidemos el dicho: “Lo poco es mucho si Dios está en ello”. Dios puede hacer más con las dos blancas de la viuda o la semilla de mostaza dados sinceramente que con millones dados para comprar su favor.

El principio de gracia de “dar en igualdad” se refiere a dar hasta donde se pueda. Esto no significa que todo el mundo ha de dar el mismo porcentaje. Significa que los que son prósperos deberían dar mucho más – hasta que realmente noten una arruga en su chequera – “¡Dar hasta que les duela!”.

Cuando los que son prósperos dan más, y los que son pobres dan menos (pero todavía dan hasta donde pueden), los resultados son una “igualdad” según lo que cada uno puede dar.

Los principios de dar por gracia del nuevo pacto son justos; no han sido establecidos al mismo nivel legalista para todo el mundo. Mientras algunas familias tienen buenos ingresos y pocas cuentas por pagar, otras tienen bajos ingresos y muchas cuentas por pagar.

Ejemplo uno: A una familia que da el diez por ciento de $200,000 le quedaría mucho más que a una familia del mismo tamaño que diera el diez por ciento de $20,000. Bajo las modernas definiciones de “diezmo”, esta es una injusta carga legalista.

Ejemplo dos: Si cada una de dos familias ganara $40,000 y sólo una de ellas tuviera alojamiento gratuito, gastos pagados, y seguro, ¡deberían dar ambas la misma cantidad? Lo que sería una carga dar para una, la otra no la sentiría.

Ejemplo tres: Si dos familias tuviesen el mismo ingreso y una de ellas tuviese agobiantes cuentas médicas, ¿espera Dios que ambas den la misma cantidad? Bajo los principios de gracia, la respuesta es “no”.

¡Pero la ley de los diezmos no hacía excepciones para los propietarios de tierras y no requería que los no propietarios de tierras y los artesanos diezmaran en absoluto! Estos ejemplos ilustran por qué los principios de gracia son superiores al diezmo. El diezmo nunca fue el principio “superior” que producía la mayor parte de los ingresos en el Antiguo Testamento.

No hay ningún mandamiento después del Calvario concerniente a “cuánto” dar. Dios no desea hacer que algunos se sientan “apretados” o “cargados” (KJV) a causa de ninguna culpa en cuanto a la cantidad que debe dar (8:13). La mayor carga de dar recae sobre los que pueden dar más (1 Tim. 6:17-18).

NUEVE: Dar a causa de una carga por las almas perdidas.

Aunque no se menciona específicamente en estos dos capítulos, esta era, y debería ser, la razón de todo el dar espiritual. Cuando Pablo dijo: “Ay de mí si no predico el evangelio” (1 Cor. 9:16), se refería a su llamado y a la caga que sentía por las almas.

Todo cristiano necesita una visión de parientes, amigos, y el mundo perdidos y moribundos en su camino hacia el infierno sin Cristo. Pero, el principio de diezmo del pacto antiguo en la ley no tenía ningún alcance evangelístico hacia el mundo perdido y los no hebreos alrededor. Por lo tanto, ¿cómo puede llamarse un principio superior cuando no produjo ninguna carga por los perdidos?

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