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¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 24

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: ¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 24

Estudios Bíblicos Texto Bíblico: 1 Timoteo 5:17-20

Dignos de doble honor

1 Tim. 5:17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
1 Tim. 5:18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1 Tim. 5:19 Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos.
1 Tim. 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.

Los versículos 17 y 18 han sido citados por muchos comentaristas como textos en la palabra de Dios que discuten la paga para obreros del evangelio. La interpretación correcta, afirman, es “dignos de doble paga”, o “doble salario”. Sin embargo, este autor discrepa enérgicamente con esta conclusión por las siguientes razones:

Una: Los eruditos griegos que tradujeron las versiones más respetadas rehusaron traducir “doble honor” como “doble paga”. Aunque la palabra griega puede significar “precio”, las mejores traducciones de la Biblia dicen “honor”.

Por ejemplo, “honor” se encuentra en la KJV, la NAS, la NIV, la RSV, la NKJV, y la versión New American de la Iglesia Católica Romana. Las versiones parafraseadas se toman más libertades; Phillips dice “dignos de respeto y un salario adecuado”; The Living Bible dice “debe pagárseles bien y deben ser muy apreciados”; The Amplified Bible dice “doblemente dignos de honor [y de un adecuado sostenimiento financiero]”.

Nuevamente, es extraño que, aunque muchos eruditos del idioma griego aseguran en su otra literatura escrita que el pasaje quiere decir “paga”, todavía rehusan comprometerse con esta palabra en las traducciones de buena reputación en las cuales son co-traductores. Se dan cuenta plenamente de que, enel contxto, “honor” es la traducción correcta.

Dos: El contexto de “doble honor” en 5:17 es el de reprender a los que hacen lo malo en la iglesia, no el de “salario”. Los versículos 1-16 y 19-20 saon claramente una discusión sobre disciplina. El contexto inmediato debe ser el principal factor determinante.

5:1 No reprender al anciano [hombre de edad] [recordar su honor].
5:3-16 Honrar a las viudas [el honor es más grande que la reprensión].
5:17-18 Dar doble honor a los ancianos que trabajan en la palabra.
5:19-20 Reprender [ministrar] abiertamente a los ancianos que pecan.
5:21 No ser imparcial [el honor, primero; la reprensión como último recurso].
5:22 No apresurarse en la disciplina [recordar el honor].
5:24 Dios juzgará los pecados.

La secuencia del honor disciplinario comienza con “No reprendas al anciano” (v. 1) y termina con “reprende delante de todos al anciano que ha pecado” (v. 20). El “anciano” del versículo 1 es probablemente un miembro de iglesia de mayor edad al que se le debe honor a causa de su edad y su experiencia.

Después de discutir la cautelosa acción de reprender a otros miembros de iglesia (vv. 1-2) y las reglas especiales para honrar a las viudas (vv. 3-16), el escritor ahora se ocupa de la reprensión, necesaria pero desagradable, de los líderes espirituales de la iglesia (vv. 19-20).

Primero, sin embargo, recuerda a todos la posición doblemente honorable de la persona que está a punto de comentar (vv. 17-18). Aunque un dirigente ordinario (persona de mayor edad) se le debe solamente “honor”, una persona de mayor edad que dirige en la palabra de Dios es digna de “doble honor” – el primer honor a causa de su edad y el segundo, o doble honor, a causa de su ministerio en la Palabra.

Para expresar nuevamente la anterior conclusión, puesto que todos los miembros de iglesia son personas “honorables” (1 Cor. 12:23-24), todos son dignos de una reprimenda honorable y cautelosa. Las personas de mayor edad han de ser reprendidas con un honor que respeta su edad y su experiencia.

Sin embargo, las personas de mayor edad que tienen autoridad y que enseñan son dignas de doble “honor”, es decir, de un “reprensión doblemente cautelosa”. ¡Este es el contexto, no el salario! Debido a que los ancianos son dignos de doble honor, los que desean reprenderlos deben ser “doblemente” cuidadosos y no deben reprenderlos personalmente sino en presencia de dos o tres testigos (v. 19).

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