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¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 21

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: ¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 21

Estudios Bíblicos Texto Bíblico: 1 Pedro 2:9-10

El sacerdocio de los creyentes elimina al propósito del diezmo

[Propósito original del plan total de Dios]

Éxodo 91:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Éxodo 19:6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

[Propósito temporal del plan total de Dios]

Núm. 18:7 Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo lo relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.

[Restablecimiento del propósito original de Dios]

1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquél os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 1 Pedro 2:10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

La doctrina del nuevo pacto del sacerdocio de los creyentes” es otra importante doctrina que abolió las prácticas del diezmo. Para probar esta afirmación, es necesario volver sobre la historia del concepto de sacerdocio. Cada una de las citas en cursiva ha sido tomada de las notas de la New Scofield Reference Bible sobre 1 Pedro 2:9.

“Antes de que diera la ley, el cabeza de familia era el sacerdote de la familia (Gén. 8:20; 26:25; 31:54”.

Los patriarcas eran pastores nómadas que se trasladaban a dondequiera que el pasto fuera mejor. Vivían bajo la jurisdicción de cualquier número de jefes militares, como egipcios, filisteos, amonitas, moabitas y otros cananeos.

Aunque ocasionalmente pagaban impuestos al rey-sacerdote local, el cabeza de familia era el sacerdote de la familia. Cada hombre construía su propio altar y ofrecía sacrificios directamente a Dios a nombre de él y de su familia. Puesto que no había ninguna estructura social con la cual ayudar a los pobres, el sacerdote de cada familia se encargaba de ayudar a los que eran menos bendecidos que él.

“Cuando la ley fue propuesta, la promesa de una obediencia perfecta era que Israel debía ser para Dios un ‘reino de sacerdotes’ (Éxodo 19:6); pero Israel violó la ley, y Dios limitó el oficio de sacerdote a la familia aarónica, designando la tribu de Leví para que ministrase para Israel, constituyendo así el sacerdocio típico (Éxodo 28:1)”.

En otras palabras, el sacerdocio levítico, como la totalidad del pacto antiguo, nunca fue el propósito final de Dios para Israel. Aun antes de que se dieran los Diez Mandamientos, las ordenanzas y los juicios de la ley, Dios había declarado su deseo último de que Israel fuese un “reino de sacerdotes” (Éxodo 19:5, 6).

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