La obediencia

El intimidar en relación a la obediencia es el acto de infundir miedo sometiendo y manteniendo a una persona atada a una santidad que no nace de sus mejores deseos y motivaciones. Lo duro del caso es, que Cristo nos hizo libre y nosotros como Ministros atamos y hacemos esclavos a nuestros feligreses a una sentida forzada que está en contra del carácter de Dios y en parte de una voluntad intrínseca.

Cuando nosotros como Ministros del Evangelio no le damos a nuestros feligreses razones que sean contundentes, absolutas, y lógicas que vayan acorde con la verdad y el carácter de Dios, los estamos conduciendo a una obediencia por opresión, llevándolos a una santidad fingida.

La mejor forma de probar la fidelidad de un creyente es decirle que la salvación en relación a la vida eterna no se pierde. Si éste después de tener dicha información entra en el terreno del libertinaje simple y llanamente está manifestando lo que siempre ha tenido en su corazón y lo que siempre ha querido hacer.

De estas acciones negativas podemos deducir dos grandes verdades, o no a nacido de nuevo, o no tiene ni la menor idea de lo que es el ser trasladado del reino de las tinieblas al Reino de la Luz. El persistir en el pecado después de ser libre de su condición, es no tener conciencia ni mentalidad de Reino.

“…el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” Colosenses 1:13-14.

Pablo dice que los que han entendido estas verdades en relación al Reino de Dios y su propósito implícito en el traslado que tuvimos por gracia, no tomara la libertad en la gracia para el pecado.

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne,…” Gálatas 5:13.

Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?…” Romanos 6:1-2.

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:12-14.

FORMAS DE OBEDECER

Obediencia por resignación

Este tipo de obediencia es la que no se hace bajo un estado de sumisión y sujeción. La resignación entre otras cosa es una aceptación no meramente gustosa. Para mayor comprensión daré los conceptos de sumisión y sujeción.

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