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La comunicación con los espíritus

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: La comunicación con los espíritus

Introducción

Hoy me preguntaron sobre la comunicación con los muertos, esto me ha movido a escribir unas líneas al respecto para mis amados amigos y hermanos en todo el mundo, espero les sean de bendición.

El recurso más apreciado por las sociedades humanas ha sido siempre la información, (así no hayan estado conscientes de ello). Al hombre siempre le ha llamado la atención conocer más de lo que le es evidente y ello le ha movido desde los albores de la historia a buscar develar lo oculto con prácticas tales como el espiritismo.

Aunque el espiritismo moderno como secta se estructura en Estados Unidos a mediados del siglo XIX la práctica de la comunicación con los muertos ha sido característica en las religiones de varias civilizaciones; por citar algunas los babilónicos, los egipcios, los hindúes, los budistas, los antiguos romanos y griegos han tratado todos de hablar con personas que ha fallecido en busca de compartir información con el más allá.

En pleno siglo XXI las gentes siguen consultando a médiums, adivinos, cartomancistas, usando la Wiha y otras artes con el fin de hablar con los muertos. Incluso el catecismo católico reza así:

“Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la ‘Madre de la Misericordia’, a la Toda Santa… que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso” (p. 731, #2677).

De esta manera anima a los feligreses a comunicarse específicamente con María, pero también dice refiriéndose a la comunicación con los santos:

“Los testigos que nos han precedido en el Reino, especialmente los que la Iglesia reconoce como ‘santos’, participan en la tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas… Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra… Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero” (p. 732, #2683; véase también pp. 277-278, #956)

Consultar a los muertos es ocultismo

La Biblia, la Palabra de Dios, nos habla acerca de ésta práctica condenándola taxativamente:

Deuteronomio 18:10-12. No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo ó su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni fraguador de encantamentos, ni quien pregunte á pitón, ni mágico, ni quien pregunte á los muertos. Porque es abominación á Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti.

Isaías 8:19 Y si os dijeren: Preguntad á los pythones y á los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo á su Dios? ¿Apelará por los vivos á los muertos?

1 Crónicas 10:13-14 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó al pythón, preguntándole, Y no consultó á Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino á David, hijo de Isaí.

El espiritismo (ocultismo) en cualquiera de sus formas es abominación para Dios

Causa de maldición para quienes lo practican. Esto no significa necesariamente que el contacto con entidades espirituales aparte del mismo Dios no sea posible, lo que queda claro es quienes toman contacto con éstas entidades están fuera de la voluntad del Creador y de no cambiar su actitud deberán sufrir las consecuencias de sus actos.

En 1 Samuel 28 se nos relata sobre como Saúl recurrió a una adivina para hablar con Samuel transgrediendo la ley de Dios 1 Crónicas 10:13-14 da cuenta que Saúl tuvo que pagar las consecuencias de sus actos, de la misma forma todo el que se entrega a éstas prácticas se debe atener a las consecuencias de sus actos.

Los espiritistas

Bajo la ley judía se trataba severamente a los espiritistas: Levítico 20:26-27 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos, para que seáis míos. Y el hombre ó la mujer en quienes hubiere espíritu phitónico ó de adivinación, han de ser muertos: los apedrearán con piedras; su sangre sobre ellos.

No sólo en el antiguo testamento se condena las prácticas ocultas, Gálatas 5:10 cita expresamente a la hechicería y la idolatría entre las obras de la carne, y hay testimonio en Hechos 19:19 que los hermanos “…que habían practicado la magia trajeron sus libros y los quemaron delante de todos…” mi consejo es que si usted ha estado en contacto con material de éste tipo siga éste ejemplo.

Aunque en muchas ocasiones las manifestaciones sobrenaturales son falsificadas por timadores inescrupulosos que buscan lucrar fingiéndolas, debemos puntualizar que el mundo sobrenatural existe y que si dichas manifestaciones no están dentro de lo que Dios ha establecido en su Palabra no vienen de otro lado sino de Satanás.

El demonio y el ocultismo

El demonio está en posición de falsificar las señales y prodigios al punto de aparecer como ángel de luz (2 Corintios 11:14) .

1 Timoteo 4:1-2 cita haciendo referencia a los días que vivimos: “…el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios; Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.”

Haciendo manifiesta la naturaleza demoníaca de las comunicaciones clandestinas que las personas hoy en día tienen con espíritus, apariciones y visiones de personas muertas. Y en el versículo 3 cita algunos de los engaños que éstas entidades espirituales diabólicas tratan que los hombres crean “… prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió ….”

Es posible que es espiritismo, aún con otros nombres, sea socialmente aceptado en tu medio (esto es lamentablemente frecuente en toda Latinoamérica) y que forme parte de tu vida, pero no tiene por que seguir siendo así, tu puedes ser libre de ésta atadura hoy.

La Biblia, la Palabra de Dios dice así: “Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9), el primer paso es confesar que hemos cometido un pecado contra Dios y que mereceríamos ser castigados por ello, pero la buena noticia es que “Dios muestra su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8).

Cristo sufrió el castigo en nuestro lugar, lo que ahora toca que hagamos es recibir este regalo ya que “a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

Recibe a Cristo como Señor y Salvador, pídele que te libere y Él te hará libre.

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