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Análisis del texto bíblico: Lucas 7:1-17

Estudios Biblicos – Predicas Cristianas

Este pasaje bíblico contiene dos episodios que muestran de forma clara el proceder de Nuestro Señor Jesucristo en relación al Hombre en el plano de lo visible. Por un lado la sanidad del siervo del Centurión y la resurrección del hijo de la viuda de Nain; y de lo invisible: la sanidad eterna de la enfermedad del pecado.

Para comenzar a analizar esto veamos Romanos 3:23. El apóstol es enfático, y aun cuando existan diferencias entre los hombres, absolutamente no lo son y la sentencia se mantiene (Génesis 2:17): muerte, es decir estar separados de Dios. Cae el velo (Éxodo 26: 33). La enfermedad entra por un hombre, cuando incumple lo establecido. Pero también por un hombre (el nuevo hombre Efesios 2:15-16) viene la sanidad a toda la humanidad, ver Romanos 5:18; 1 Corintios 15:22 y aquí el velo es retirado (Lucas 23:45). Porque escrito está: Isaías 53:5.

Veamos el episodio del Centurión: Hay algunos rasgos destacables en este pasaje que tiene su paralelo en el Evangelio según Mateo 8:5-13. En cuanto a los relatos, el hecho que aparece el centurión presentándose delante del Señor en persona habla de un estilo directo y abreviado de narrar por parte de Mateo. En Lucas se deja ver la minuciosidad propia de un hombre que es médico, además de una influencia paulina en su redacción.

Convergen en este episodio las diferentes actitudes que en un cristiano en ese tiempo y hoy (porque el Señor es el mismo) llaman la atención de Nuestro Señor, tenemos entonces:

7:2 AMOR GENUINO, que es el centro y sello del nuevo pacto (Juan 3:16)

FE, que aparece aquí en sus distintas etapas:

7:3 el indicio de Fe que Nuestro Señor conoce que hay en cada uno de nosotros. Ver Juan 2:25

7:6 la reafirmación de la Fe, que sin duda había nacido en este Centurión prosélito judío por el testimonio que daban la Ley y Los Profetas (y todas las señales que hacía Jesús).

7:9 la Fe reconocida, ¡Gloria a Dios! que reconocimiento de este Fruto virtuoso en un gentil. Esta salud eterna (que implícitamente revela Nuestro Señor Jesucristo) simbolizada por el banquete celestial no está sólo vinculada con la raza escogida, sino que será de todos los Hombres de Buena Voluntad. Ver Lucas 2:14.

7:10 la Fe recompensada, que tiene un efecto particular en el creyente, pero también es poderosa y de bendición a los círculos más próximos al creyente.

7:4-5 INTERCESIÓN, transformada en una persuasión negativa por parte de los Ancianos judíos que por encima de la Fe veían las obras materiales del centurión (construcción de la sinagoga).

Como hemos visto, el obrar (por parte de Nuestro Señor Jesucristo) sanidad en este caso responde a una condición cristiana muy sólida y también al entorno en el que se desenvolvía el ministerio Mesiánico (ver Juan 9:4-5) pues todo cuanto El hizo y dijo estaba escrito que así sería.

Una diferencia de forma (pero no de fondo) se presenta en el episodio de la viuda de Nain, pues ya no es la condición cristiana un factor motivador para nuestro Señor, sino que EL, en su gran y perfecto amor es movido a misericordia para con esta viuda y simbólicamente, para con toda la humanidad. Este pasaje propio del evangelio de Lucas, incluido posiblemente para resaltar en forma admirable la compasión de Jesús por la mujer viuda (7:13) es contrastable con el episodio de la muerte de Lázaro, pues como lo declara Juan 11:3, existía una relación de profunda amistad entre Jesús y esta familia. Sin embargo, la compasión vista con motivo de la muerte de un ser querido de Nuestro Señor (Juan 11:33-35) es la misma mostrada por esta viuda, a quien Jesús se topa en su camino (7:12). ¡Bendito Amor de Dios!!.

Se debe resaltar que todo este obrar de Nuestro Señor y de quienes le secundan tuvo como propósito la manifestación y exaltación de la Gloria de Dios, así como la expansión de esta grata nueva. Lo vemos en:

Mateo 9:26 (hija de Jairo)

Lucas 7:17 (hijo de la viuda)

Juan 9:3 (ciego de nacimiento) y 11:4 ( Lázaro)

Hechos 9:42 (resurrección de Dorcas)

También se debe destacar que una dolencia o enfermedad ocasionalmente forman parte del plan divino para el creyente y quienes le rodean, es así que podemos citar al Apóstol Pablo en Gálatas 4:13, dando a entender que una enfermedad , contrariamente a su voluntad le detuvo entre ellos y permitió la predicación en aquel lugar. De la misma forma en 2 Corintios 12:9-10, Pablo en sí mismo comprueba que la aflicción tiene que continuar, pero continuará también la gracia y nunca le faltará. El Señor necesita más de nuestra flaqueza que de nuestra potencia: nuestra potencia es a veces rival de él; nuestra flaqueza es siervo de él. La manera de obrar de Dios no es la de sacar a sus hijos de entre las pruebas, sino la de darles potencia con que soportar las pruebas. (Juan 17: 15).

Con todo, vemos que si bien las manifestaciones del Poder de Dios obrando sanidad y vuelta a la vida en diferentes personas en todo tiempo, son de bendición y aumento de Fe para muchos, también la enfermedad o aguijón en la carne es mantenido por un propósito divino cuyo fruto es bendición y Fe para los que creen y confían en que aquel que un día vino como hombre, llevó consigo cautiva la cautividad y reconcilió al hombre con el Padre, como dice el profeta fiel: el castigo de nuestra paz fue sobre Él y por su llaga fuimos nosotros curados. Gloria a Dios.

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