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El falso Evangelio de los Testigos de Jehová

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: El falso Evangelio de los Testigos de Jehová

Introducción:

Los “testigos de Jehová” pretenden hacernos creer que ellos son los únicos cristianos que predican en Evangelio del Reino (Mateo 24:14), sin embargo, en este estudio bíblico vamos a desenmascarar esa abominable MENTIRA de ellos, y descubrir que el “evangelio del reino” que ellos predican NO ES EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO que los testigos de Cristo predicamos, sino una perversión del Evangelio, se trata de un mensaje que Cristo y sus apóstoles JAMÁS predicaron, y con ese falso evangelio han engañado durante décadas a millones de personas.

El falso Evangelio de los Testigos de Jehová Cuerpo:

Seguidamente veamos el falso evangelio de los atalayados (los “testigos de Jehová”), y después compararemos ese “evangelio” con el verdadero Evangelio del Reino predicado por los testigos de Cristo, es decir, los apóstoles.

La “buena noticia” predicada por los testigos de Jehová El siguiente artículo es de José Antonio, un “testigo de Jehová” cibernético, el cual he copiado de un foro donde él participa:

¡Nos esperan buenas noticias!

A TODOS nos entristece recibir malas noticias sobre asuntos que nos atañen. Por otro lado, nos alegramos cuando nos dan buenas noticias, noticias que nos regocijan a nosotros y a nuestros seres queridos. Sin embargo, cuando las malas noticias afectan a los demás, muchas veces despiertan nuestra curiosidad; a algunos incluso les gusta enterarse de las desgracias ajenas. En parte, puede que esta sea la razón por la que las malas noticias se venden tan bien.

En la fase inicial de la II Guerra Mundial se vio un ejemplo gráfico del interés morboso de algunas personas en la calamidad ajena. El acorazado de bolsillo Graf Spee, de 10.000 toneladas de desplazamiento, era el orgullo de la Armada alemana. Este acorazado se convirtió durante semanas en el terror de los buques mercantes aliados en el sur del océano Atlántico y en el Índico. Por fin, tres cruceros británicos lo detectaron y atacaron, lo que resultó en la pérdida de muchas vidas y en que el acorazado se viera obligado a refugiarse en el puerto de Montevideo (Uruguay) para que se le reparara.

El gobierno uruguayo le ordenó regresar al mar inmediatamente, o, de lo contrario, sería incautado. Por lo tanto, parecía que estaba a punto de desatarse un encarnizado y desigual combate. Al oír la noticia, un grupo de hombres de negocios acaudalados de Estados Unidos fletaron un avión a razón de 2.500 dólares por persona aproximadamente, para volar a Uruguay y presenciar el sangriento combate. Pero se llevaron una gran desilusión, pues no hubo ningún enfrentamiento.

Adolf Hitler ordenó el hundimiento del Graf Spee. Los miles de curiosos que se apiñaron en el puerto para ver la encarnizada batalla en el mar, únicamente vieron irse a pique el Graf Spee tras oír una ensordecedora explosión causada por la propia tripulación. El capitán se suicidó de un tiro en la cabeza. Aunque a algunas personas les llama la atención lo que es escandaloso y repulsivo, la mayoría prefiere escuchar buenas noticias. ¿Es ese su caso? Entonces, ¿por qué ha habido tantas malas noticias a lo largo de la historia y tan pocas buenas? ¿Cambiará la situación algún día? Las causas de todas las malas noticias.

La Biblia nos cuenta de un tiempo en que solo se escuchaban buenas noticias. No se conocían las malas. Cuando Jehová Dios terminó de crear, el planeta Tierra estaba listo para que lo habitaran el hombre y los animales. El relato de Génesis dice: “…Vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno…” (Génesis 1:31.)

Después de la creación del hombre, no pasó mucho tiempo antes de que se oyeran malas noticias. Antes de que Adán y Eva tuvieran hijos, se anunciaron las malas noticias de una rebelión contra Dios y su ordenado sistema universal del bien. Un hijo espiritual de alto rango traicionó la posición que se le había confiado, e indujo a la primera pareja humana a unírsele en su proceder rebelde y traidor. (Génesis 3:1-6.)

Estos sucesos marcaron el principio de la avalancha de malas noticias que ha atestiguado el hombre. Con razón la intriga, el engaño, las mentiras, las falsedades y las verdades a medias se destacan en las malas noticias que han inundado al mundo desde entonces. Jesucristo culpó directamente a Satanás el Diablo de ser el autor de las malas noticias cuando recriminó a los guías religiosos de su día: “…Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de la mentira…” (Juan 8:44.)

Con el aumento de la población humana, también aumentaron las malas noticias. Por supuesto, esto no significa que nunca haya habido momentos de gozo y felicidad, pues hay muchas cosas en la vida que producen gozo. No obstante, los nubarrones de problemas y tristeza han sido evidentes en todas las generaciones de la humanidad hasta la actualidad. Tras esta situación lamentable subyace otra razón: nuestra tendencia heredada hacia la maldad y la calamidad. Jehová mismo identifica esta causa inevitable de malas noticias al decir: “…La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud…” (Génesis 8:21.) ¿Por qué proliferan las malas noticias?

Ahora bien, hay otra razón por la que las malas noticias proliferan durante el siglo XX. Esta se expresa claramente en la Biblia, la cual predijo que en este siglo la humanidad entraría en un período singular conocido como “los últimos días” o “el tiempo del fin”. (2 Timoteo 3:1; Daniel 12:4.) La profecía y la cronología bíblicas señalan que este “tiempo del fin” empezó en 1914. Puede verse prueba bíblica detallada de esta afirmación en el capítulo 11 del libro El conocimiento que lleva a vida eterna, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc. Los últimos días se iniciarían con un suceso que aumentaría automáticamente las malas noticias en la Tierra. ¿Cuál?

La expulsión de Satanás el Diablo y sus huestes demoníacas del cielo. He aquí la descripción gráfica del incremento inevitable de malas noticias, según se lee en Apocalipsis 12:9, 12: “…Hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él. […] ‘¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo…” Por eso, prescindiendo del tiempo que quede antes de que terminen los últimos días, podemos esperar que las malas noticias persistan, incluso que sigan aumentando en cantidad e intensidad. No siempre será así Los habitantes de la Tierra nos alegramos de que la situación desdichada causante de la epidemia de malas noticias hoy día no durará para siempre. De hecho, podemos decir con confianza que los días de las malas noticias continuas están contados.

La situación no es irremediable, aunque parezca serlo. El fin de toda mala noticia está próximo, y llegará sin falta al tiempo designado por Dios. Podemos estar seguros de ello porque se ha profetizado que los últimos días culminarán o terminarán cuando Dios destruya y elimine todo lo que causa malas noticias. Él acabará con los seres humanos malvados que promueven contiendas y rehúsan cambiar y abandonar su mal proceder. Esto culminará en la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso, conocida comúnmente como la batalla de Armagedón. (Revelación 16:16.)

Inmediatamente después, Satanás el Diablo y sus huestes de demonios serán inutilizados. Revelación 20:1-3 describe cómo se ata a Satanás, el autor de todas las malas noticias: “…Vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones…”

Tras estos sucesos espectaculares, un tiempo de buenas noticias sin precedentes vendrá para la Tierra y sus habitantes. Entre ellos estarán los millones de sobrevivientes de la guerra final de Armagedón y los miles de millones que serán resucitados del sueño de la muerte en sus tumbas. Esta, la mejor de todas las noticias, se presenta en el último libro de la Biblia: “…La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado…” (Revelación 21:3, 4.) ¿Puede imaginarse la felicidad que existirá en ese tiempo? Será verdaderamente un magnífico futuro sin malas noticias. Sí, todas ellas habrán cesado y no volverán a oírse. En ese tiempo, las buenas noticias reinarán y abundarán por toda la eternidad.

El falso Evangelio de los Testigos de Jehová

Como podemos ver, el “evangelio” o “buena noticia” predicado por los “testigos de Jehová” consiste en lo siguiente:

1.  El tiempo del fin comenzó en el año 1914. En esa fecha -según los atalayados- Cristo comenzó a reinar en los cielos, y Satanás con sus demonios fueron arrojados a la tierra.

2.  La batalla de Armagedón.

3.  Después de la batalla de Armagedón -según los atalayados- miles de millones de personas resucitarán para vivir en la nueva tierra paradisíaca.

4.  Los atalayados dicen que este mensaje es LA MEJOR DE TODAS LAS NOTICIAS. Por lo tanto, ya sabemos perfectamente cuál es el “evangelio del Reino” que millones de “testigos de Jehová” predican “casa por casa” y por medio de su literatura proporcionada por su “Sociedad”. Ahora sabemos que -según esa secta falsa- la MEJOR DE TODAS LAS NOTICIAS ya no es la resurrección del Mesías (tal como enseña la Biblia) sino la resurrección de miles de millones de personas para vivir en la futura tierra paradisíaca.

Lo que vamos a hacer seguidamente es comparar ese “evangelio” o “buena noticia” predicada por los atalayados, con el verdadero EVANGELIO DEL REINO predicado por los testigos de Cristo, es decir, los apóstoles. La diferencia es tan abismal y sorprendente que si usted es testigo de Jehová, y después de leer este estudio aun sigue queriendo pertenecer a esa secta falsa, allá usted, pero ha de saber que estará siendo CÓMPLICE y LACAYO de esa pandilla de engañadores y falsos profetas que se hacen llamar el “Cuerpo Gobernante”, los cuales están engañando al mundo con un FALSO EVANGELIO, es decir, con una perversión del verdadero Evangelio del Reino. El apóstol Pablo dijo que si alguno predica un Evangelio diferente al que al que él predicó, sea ANATEMA, es decir, MALDITO POR DIOS (Gálatas 1:6-9).

La Buena noticia (Evangelio) predicada por los testigos de Cristo El Mesías dijo que este Evangelio del Reino sería predicado en todas las naciones, y entonces vendría el fin (Mateo 24:14). Por lo tanto, el Evangelio o buena noticia que los testigos de Cristo predicamos EN TODAS LAS NACIONES procede del Reino de Dios, es decir, del Reino de los cielos, ya que la frase “Evangelio DEL Reino” significa que esa buena noticia PROCEDE del Reino de los cielos. Es igual que la frase “Mi Reino no es DE este mundo” dicha por el Mesías, lo cual significa que el Reino de Cristo no PROCEDE de este mundo malvado, sino que procede del Reino de los cielos.

Ahora bien, ¿cuál es esa buena noticia que los cristianos habrían de predicar en TODAS LAS NACIONES? La respuesta la tenemos en las siguientes palabras del Mesías: “…y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas…” (Lucas 24:46-48).

Como podemos ver, el Evangelio o buena noticia que los discípulos de Cristo hemos de predicar a todas las naciones es el siguiente:

1. La muerte y resurrección del Mesías.

2.  El arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones.

Ahora bien, resulta que la “buena noticia” que los atalayados predican en todas las naciones, y cuya muestra hemos visto arriba, es completamente DIFERENTE a ese Evangelio del Reino predicado por los testigos de Cristo. Observe cómo en ese escrito de los atalayados ¡¡NO hacen referencia NI UNA SOLA VEZ a la muerte y resurrección del Mesías!!, tampoco hacen referencia al arrepentimiento ni el perdón de los pecados en el nombre de Yahúshua.

El mensaje que el Cuerpo Gobernante les hace predicar a los atalayados es que el tiempo del fin comenzó en el año 1914 (lo cual es una diabólica mentira, ya que esa secta falsa enseñó durante muchos años que el tiempo del fin comenzó en el año 1799), cuando -según ellos- Cristo fue entronizado en el cielo.

Después predican el Armagedón y luego la resurrección de miles de millones de personas después de esa batalla de Armagedón, para vivir en una tierra paradisíaca, ese es el “Evangelio del reino” que esa secta satánica predica; pero resulta que ¡¡CRISTO JAMÁS MANDÓ PREDICAR ESE MENSAJE, Y LOS APÓSTOLES NUNCA LO PREDICARON!!. Esto lo podemos comprobar leyendo las predicaciones apostólicas que encontramos en el libro de Hechos, y en 1 Corintios 15.

El Mesías dijo a sus discípulos que fueran SUS TESTIGOS en todas las naciones (Hechos 1:8). Ahora bien, ¿de qué tenían que ser testigos los apóstoles?, pues leamos: “…A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos…” (Hechos 2:32, comparar con Hechos 3:15, 5:30-32, 10:39, 13:31, 1 Corintios 15:15).

Por consiguiente, ahí lo tiene bien claro, los apóstoles de ninguna manera tenían que predicar la futura tierra paradisíaca, ni la batalla de Armagedón, ni el Milenio, sino ser TESTIGOS DEL MESÍAS, es decir, ser testigos de su MUERTE Y RESURRECCIÓN, ya que eso es el centro del Evangelio (Lucas 24:46-48, 1 Corintios 15:1-4). Ellos tenían que predicar el ARREPENTIMIENTO Y EL PERDÓN DE LOS PECADOS EN EL NOMBRE DE YAHÚSHUA. ¡¡Ni una sola palabra dijo Yahúshua referente a esa futura tierra paradisíaca!!.

El falso Evangelio de los Testigos de Jehová

Veamos ahora el Evangelio que predicaron los más importantes apóstoles de Cristo: Pedro y Pablo.

“…Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras… Varones israelitas, oíd estas palabras: Yahúshua nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis Y MATASTEIS por manos de inicuos, crucificándole; al cual DIOS LEVANTÓ, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella… Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Yahúshua a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Yahúshua, Cristo, para PERDÓN DE LOS PECADOS; y recibiréis el don del espíritu santo…” (Hechos 2:14-38).

Pedro cumplió al pie de la letra las instrucciones de Yahúshua (Lucas 24:46-48), y predicó el VERDADERO EVANGELIO, centrado en la MUERTE y RESURRECCIÓN de Cristo, en el arrepentimiento y el perdón de los pecados. Si Pedro hubiera predicado la “buena noticia” que predican los atalayados, entonces Pedro habría mencionado la futura tierra paradisíaca, ¿predicó eso Pedro?, ¡NUNCA!.

Pedro le predicó el verdadero Evangelio del Reino al soldado romano Cornelio (Hechos 10). ¿Qué le predicó Pedro? ¿Le predicó Pedro a Cornelio la futura tierra paradisíaca?, ¿Le predicó Pedro el Milenio?, ¡¡NO!!. Veamos el Evangelio del Reino que Pedro predicó a Cornelio:

  • En primer lugar le habló de cómo el Mesías anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos por el Diablo (verss.37-38).
  • En segundo lugar dijo que el Mesías fue muerto colgado de un madero (vers. 39).
  • En tercer lugar, le predicó que Dios le resucitó al tercer día, apareciéndose a muchos (vers. 40).
  • En cuarto lugar, le predicó que Dios a puesto al Mesías Yahúshua como juez de vivos y muertos (vers. 42).
  • En quinto lugar, le predicó que todos los que crean en este Mesías, RECIBIRÁN EL PERDÓN DE PECADOS EN SU NOMBRE (vers. 43).
  • Mientras Pedro le estaba predicando este Evangelio o Buena Noticia, el espíritu santo descendió sobre todos los que oían este discurso de Pedro (vers. 44).
  • Seguidamente Pedro bautizó a los que habían creído este Evangelio, es decir, Cornelio y su familia (verss. 47-48).

¿Se ha dado cuenta? En todo ese pasaje de Hechos 10 NO HAY NI RASTRO DE LA FUTURA “TIERRA PARADISÍACA”, ¿por qué?, ¡¡porque eso NO es el verdadero Evangelio del Reino que Cristo mandó que se predicase a todas las naciones!!

Pedro predicó a Cornelio LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL MESÍAS, QUE ÉL ES EL JUEZ DE VIVOS Y MUERTOS, Y QUE POR LA FE EN ÉL TENEMOS EL PERDÓN DE LOS PECADOS. ¡¡y este es precisamente el mensaje o Evangelio que el Mesías dijo que se predicase en todo el mundo!! (Lucas 24:46-48).

¿Y qué diremos del apóstol Pablo? ¿Predicó Pablo la “buena noticia” que predican los “testigos de Jehová”?, ¡¡DE NINGUNA MANERA!!. Veamos el Evangelio del Reino predicado por Pablo a los judíos:

“…Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle. 28 Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase. 29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. 30 Mas Dios le levantó de los muertos. 31 Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo…” Hechos 13:27-31

Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, 39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree…” (Hechos 13:15-39).

Observe bien el Evangelio que Pablo predicó a los judíos, el cual es TOTALMENTE DIFERENTE al “evangelio” predicado por los atalayados.

El falso Evangelio de los Testigos de Jehová

El esquema de Pablo es exactamente el mismo que predicó Pedro:

  1. La muerte del Mesías.
  2. La resurrección del Mesías
  3. El perdón de pecados en su nombre.
  4. La justificación por medio de la fe en él.

Como puede ver, Pablo no dijo ni una sola palabra sobre la futura tierra paradisíaca, por la sencilla razón de que eso NO ES EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO.

Veamos ahora el Evangelio que Pablo predicó a los gentiles:

“…Además os declaro, hermanos, EL EVANGELIO QUE OS HE PREDICADO, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque PRIMERAMENTE os he enseñado lo que asimismo recibí: QUE CRISTO MURIÓ POR NUESTROS PECADOS, CONFORME A LAS ESCRITURAS; 4 Y QUE FUE SEPULTADO, Y QUE RESUCITÓ AL TERCER DÍA, CONFORME A LAS ESCRITURAS…” (1 Corintios 15:1-4).

En esos cuatro versículos está resumido el Evangelio que Pablo predicó a los gentiles. Veamos:

El versículo 3 dice Pablo que PRIMERAMENTE les enseñó que el Mesías murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día. Por lo tanto, esa es la BASE del Evangelio del Reino, es decir, es el CENTRO del Evangelio.

Pablo dijo que PRIMERAMENTE les predicó a los corintios este Evangelio, por la sencilla razón de que PRIMERO les predicó el verdadero EVANGELIO, y después de predicarles el Evangelio, les enseñó el resto de la Doctrina Cristiana, como por ejemplo la futura resurrección de los cristianos cuando el Mesías venga en gloria (1 Corintios 15:23, 50-54), pero, repito, lo primero que hizo Pablo es PREDICARLES EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS CENTRADO EN LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL MESÍAS (Hechos 20:24).

En todo ese capítulo 15 de 1 Corintios NO HAY NI RASTRO DE LA FUTURA TIERRA PARADISÍACA. En definitiva, el “evangelio” que predican los testigos de Jehová es un FALSO EVANGELIO, el cual JAMÁS predicaron los apóstoles de Cristo, y esa perversión del Evangelio que predican los atalayados ellos creen que es el verdadero Evangelio del Reino.

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