Las guerras se ganan de rodillas

El rey Josafat al ver la guerra venir sobre él y su pueblo, se humillo, postrado sobre su rostro, oro a Dios, Jehová de los Ejércitos; confiado en ser escuchado, atendido; este rey Josafat derrama y abre su corazón a su única salvación, Dios.

Aquí vemos un hombre humillado, ante una guerra, no busca hacer estrategia de ataque, del como resistir o huir, este hombre solo levanta, antes de una petición una ADORACIÓN, una EXALTACIÓN, reconociendo al Señor como el Todopoderoso, reconociendo su dominio, su poder, su majestad.

En el versículo 9Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.

Se pone al descubierto algo de suma importancia, Rey Josafat declara el presentarse frente a Dios, se desatan tremendas bendiciones, cobertura, se desatan las promesas vigentes, porque su palabra nunca cae, nunca falta, nunca dejara de ser. Dios nos escucha en medio de las tribulaciones, al presentarnos frente a Él, humillados, nos promete que nos escuchara y salvara.

¿Puedes creer esto?, ¿Puedes vivir confiado en esta promesa? Al orar declara Señor: ¡Venimos a ti Oh Dios todopoderoso y tú si sabes qué hacer con toda esta guerra que estoy viviendo!; estoy confiado en que me escuchas y me salvaras. ¿Crees en el poder infinito de Dios en tiempos aflicción, en crisis o aun en medio de la guerra?, estas confiando y convencido que Dios es el único que puede darle solución?, traes tú las cargas al Señor y confías que al ponerlas delante de Él, todo será mejor? Puedes creer que Dios te ama a ese nivel?

Si, créelo, abrázalo, guárdalo en tu corazón, porque si, Dios te ama, más de lo que tú y yo nos podamos imaginar. Humanamente es difícil de percibirlo, pero la palabra de Dios dice el justo por fe vivirá, así que pidamos aumentar nuestra fe, para poder cada día vivir más confiados en su palabra.

Etapa 3: Al Orar Reconocemos su Señorío y le Suplicamos (2 Crónicas 20:10-13).

Dios en nuestras oraciones escuchara cada suplica, cada palabra declarada, siempre y cuando estemos humillados, reconozcamos nuestra dependencia de Él y estemos confiados en que El lo hará. Al orar debemos tener CONVICCIÓN en nuestra fe, de nuestro sentir.

Rey Josafat declara las promesas de Dios: esta tierra es nuestra, es nuestra heredad y tú nos la distes, así que nadie tiene que venir a robarla, pero reconozco mi debilidad para defenderla; revela lo tengo que hacer y seré obediente y lo voy hacer.

La Biblia está llena de promesas decretadas para cada uno de nosotros, cientos de promesas reales y verdaderas esperan por nosotros, solo debemos ir por ellas, declararlas y vivirlas. Al orar declara esas promesas para tu vida. ¿Quieres saber donde están?, lee la Biblia y las encontraras.

Al venir los problemas a nuestra vida, nos arrodillas y reconocemos nuestra humanidad, suplicamos al Rey de reyes, y VOLVEMOS NUESTROS OJOS en donde descansa nuestra confianza En quien descansa nuestra confianza, en todo tiempo?, nuestra fe será probada para demostrarnos a nosotros mismos a nuestro corazón donde está depositada la confianza y el mejor momento para ser probados, es durante las guerras.

Lo peor de todo, es que el hombre trata de engañarse a sí mismo, declarando su confianza en Dios, y en tiempos de crisis su corazón le es infiel. Escudriñemos nuestro el corazón para saber cómo actuara en tiempos de guerra, fortalecerlo aun más o para enderezar de no ser así (Jeremías 17:10).

Para el Rey Josafat no sabía qué hacer, pero su era confianza estaba en Dios, este varón en medio de la guerra sabe que su fuerza y poder, no estaba en su ejército de soldados, ni en su riqueza, no está escondido en sus ciudades fortificadas, ni aun en su condición humana de rey; al reconocer esto, sus ojos se vuelven al Dios de David.

Etapa 4: Esperando respuesta y obedecerla (2 Crónicas 20:14-17).

Esta es la etapa más difícil, el esperar, porque siempre es difícil, pero debemos entender que el tiempo nuestro, el humano y el tiempo de Dios son muy diferentes, y es aquí donde en nuestro corazón depositamos esta preciosa promesa (Jeremías 29:11).

Podemos encontrar en la Biblia multitudes de oraciones contestadas inmediatamente, otras duraron algún tiempo y otras del todo ni se contestaron, de la FORMA QUE EL HOMBRE QUERÍA, pero si se contestaron de la forma que Dios quería, esa es la confianza que como cristianos debemos diariamente tratar de desarrollar para nuestra vida, Dios si responde, en su tiempo.

Confiar siempre en Dios, al cual por decisión propia entregamos nuestra vida, Jesús tiene para cada uno de nosotros lo mejor, aunque sea muy diferente a nuestra idea de lo que es mejor. Pero Dios es bueno y esperaremos de El solo lo mejor.

7 comentarios en «Las guerras se ganan de rodillas»

  1. Gracias a Dios de Isrrrael por estas palabras , llenø mi corazón de confianza y aumento mi fė en estos momento es lo que necesitaba leer gracias que el Padre Eterno derrame bendiciones hasta que sobre y abund en sus vidas .

    Responder
  2. Cada dia amo mas la palabra de Dios porque El usa los medios para hacernosla llegar cuando sentimos desfallecer. Su palabra nos reprende nos enseña, y sobre todo nos levanta.

    Responder
  3. Mejor es entrar a la vida cojo, o manco, o ciego, que completo ser echado en el infierno. Sus pensamientos no son nuestros pensamientos, ni sus caminos nuestros caminos.

    Responder
  4. Muy excelente la explicación de la palabra de Dios trayendo consigo esperanza FE y seguridad para mi y los que estudian la palabra de Dios que es viva y eficaz para cambiar al ser humano.
    Bendiciones, Dios bendiga su ministerio hoy y siempre.

    Responder

Deja un comentario