La amargura

Carlos encontró otro empleo pero sigue amargado. Envenenó de amargura a su esposa (que, por supuesto, tomó sobre sí la ofensa y está más amargada que él) y a sus mejores amigos.

Ahora bien, Carlos tenía toda la razón. Cada vez que escucho la historia yo mismo me enojo, porque era y sigue siendo injusto. Admito que es difícil quitar la amargura de la vida de quien fue ofendido, herido, pisoteado, marginado, pasado por alto, o algo similar. Es difícil porque esa persona es víctima. Sin embargo, la Santa Palabra de Dios interviene con el mandamiento “quítense de vosotros toda amargura…” (Efesios 4:31).

5) ¿Hay explosiones desmedidas en cuanto a incidentes que de otra manera tendrían menor importancia? Sucede a menudo en la vida matrimonial cuando uno de los cónyuges por algún motivo está amargado.

Tal amargura se entremete en todas las contiendas con el cónyuge, y es como un volcán esperando el momento de erupción. Súbitamente y sin previo aviso, comienza a salir todo tipo de veneno antes escondido bajo la superficie. El cónyuge se sorprende por la reacción violenta y se pregunta cuál es la razón.

6) ¿Le sucede que al leer la Biblia casi inconscientemente aplica la Escritura a otros en vez de a sí mismo? Muchas personas amargadas hallan en la Biblia enseñanzas que aplican a otros (en forma especial al ofensor).

Una de las pruebas de que yo me libré de la amargura fue que al leer el libro de Proverbios me encontré aplicando sus enseñanzas a mi propia vida en vez de a la vida de otros involucrados en el incidente en la iglesia.

7) Por lo general ¿usa usted expresiones que incluyen “ellos” o “todo el mundo” para apoyar sus argumentos? Durante el problema que experimentamos en nuestra iglesia entró en combate uno de los amigos más íntimos de la amargura: el chisme.

La persona amargada piensa que tiene razón (y probablemente sea cierto), busca a otros, comparte su experiencia, fundamenta su actitud con exageraciones y generalizaciones refiriéndose a “todo el mundo”. Para poder enterrar el problema en nuestra congregación, entre otras cosas tuvimos que disciplinar a una dama que cayó en el pecado de ser chismosa.

Enfrentada con los pecados de la amargura y el chisme, se justificó diciendo que “tenía razón”, y junto con su esposo se fueron de la iglesia ofendidos.

8) Cuando se refiere a su iglesia local, ¿habla de “ellos” o de “nosotros”? La persona amargada empieza a distanciarse de la congregación, cuando dice “ellos” al referirse a otros miembros de la iglesia.

V. MANERAS NO BÍBLICAS DE TRATAR CON LA AMARGURA

Quítense de vosotros toda amargura…” (Efesios 4:31).

La amargura es uno de los pecados más comunes no solamente en el mundo sino también entre el pueblo cristiano evangélico. Casi todos hemos sido ofendidos, y una u otra vez hemos llegado al punto de la amargura.

Muchos no han podido superar una ofensa y han dejado crecer una raíz de amargura en su corazón. Debido a que es difícil (si no imposible) vivir amargado y en paz, el hombre maquina maneras para tratar de resolver su problema de amargura y así menguar el dolor, pero sin embargo la amargura queda intacta.

Para poder extirpar de manera bíblica la amargura del corazón, es imperioso comprender y desenmascarar las varias formas mundanas de “solucionar” el problema, para que no quede otra alternativa que la bíblica.

1 comentario en «La amargura»

  1. excelente analisis, bendiciones pastor,tantos aspectos que debemos conocer sobre este tema, para poder ayudar a otros. en este tiempo cuando todo parece incontrolable

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