Las mujeres en el ministerio

Una antigua historia judía demuestra cuán importante era la mujer en Israel. La historia dice que un hombre pío una vez se caso con una mujer pía. No tuvieron hijos, y eventualmente estuvieron de acuerdo en divorciarse.

El esposo se casó con una mujer impía y ella le transformó en un hombre semejante a ella.

La mujer pía se casó con un hombre impío y le transformó en uno muy justo.

La enseñanza de esta historia es que la influencia de la mujer determina la vida espiritual de la familia y de la nación.

Hasta cierto grado, ella era la clave de una familia próspera o la causa de su fracaso. Podía ejercer una influencia tremenda sobre sus hijos, su esposo y su nación.

Por consiguiente, las mujeres necesitan la libertad, respeto y reconocimiento a fin de que puedan expresar todos sus talentos, unciones y dones divinos.

III. LAS MUJERES DEL NUEVO TESTAMENTO EN EL MINISTERIO

Para los tiempos del Nuevo Testamento, las mujeres judías habían dejado de ser activas en la adoración del templo o sinagogas. Tradiciones talmúdicas (algunas veces referidas como Ley Oral) habían relegado a las mujeres a papeles inferiores y a veces subordinados, por no decir anti bíblicos.

Aunque había un área especial en el templo conocida como la “Corte o Patio de las Mujeres”, no se les permitía a ellas pasar al patio interior.

Fuentes adicionales a las bíblicas nos dicen que las mujeres no podían leer o hablar en las sinagogas, pero podían sentarse y escuchar en la sección especial para las mujeres. Ahora, puede que las mujeres pudieran entrar únicamente a las sinagogas que operaban bajo los principios helenísticos.

El templo judío de los días de Jesús enfatizaba las distinciones étnicas y masculinas-femeninas en sus prácticas religiosas. Había seis cortes y recámaras separadas:

En la parte externa, La Corte de los Gentiles para los extranjeros.

En la próxima Corte ningún Gentil podía entrar, la cual incluía el área restringida o Corte de las Mujeres; y…

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