Las mujeres en el ministerio

Una traducción ampliada de los dos versículos anteriores (1 Corintios 14:34-35), podría leer como sigue: “Que vuestras mujeres se abstengan de hablar (laleo), evitando la interrupción de los servicios en la iglesia con discursos desatinados (palabrería) y saturados de jactancias altaneras, llamando a los demás de manera irrespetuosa o sin consideración hacia los demás en la iglesia, porque no les es permitido hablar (laleo-interrumpir con un discurso extenso o desatinado o llamando en voz alta a otros), sino que se les ordene que estén bajo obediencia, como también la ley lo dice (lego-estableciendo una ley o doctrina en palabras de un discurso sistemático) la ley. Y si desean saber acerca de cualquier cosa, que pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que ellas hablen (laleo) en la iglesia”.

2. El comportamiento ordenado es necesario.

Un misionero estuvo en Israel hace muchos años ministrando en una congregación de habla árabe. Cuando iba de lleno en el mensaje, una dama comenzó a gritarle a otra que estaba al otro lado del auditorio. Se hablaron a intervalos durante varios minutos. Tuvo que detenerse y esperar. Le dijo a su intérprete: “¿De qué están hablando?”. Él le respondió: “Ella estaba preguntando a la otra acerca del precio de los huevos y de diferentes verduras en el mercado hoy. La otra dama le estaba contestando”.

En ese momento interrumpió a la dama y le pidió bondadosamente que se sentara y se callara. Luego le ordenó a la iglesia árabe: “Vuestras mujeres callen en la iglesia. Si ustedes no se callan, les voy a pedir que se vayan. Están interrumpiendo el sermón y mostrando falta de respeto a la Palabra de Dios y a los demás en el servicio”.

Como resultado de esta experiencia, podemos entender perfectamente el problema que afrontó Pablo en la iglesia de Corinto.

El no estaba negando a las mujeres la libre expresión del ministerio en la oración, profecía, enseñanza, sanidad y otros ministerios.

El estaba tratando de enseñarles buenos modales a mujeres gentiles no educadas, faltas de experiencias y cuyo modo de comportarse era ofensivo a los miembros judíos más cultos en la Iglesia, y cualquier otro visitante que pudiera estar en el servicio. “Si, pues, toda la iglesia se reúne…y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” 1 Corintios 14:23

Pablo estaba preocupado por la opinión pública. La conducta apropiada y civilizada era necesaria para realzar los servicios públicos de los corintios. Ellos eran tan incautos que hasta se emborrachaban durante la observación de la Santa Cena. 1 Corintios 11:20-26

Estos problemas de falta de buenos modales, civismo, cortesía común y decencia en los modales eran temas importantes en la enseñanza de Pablo. El no estaba dando su brazo a torcer en el asunto de permitir que las mujeres hablaran para interrumpir los servicios de la iglesia; no obstante, esto no significaba que estaba opuesto a que las mujeres participaran y hablaran en los servicios de la iglesia.

D. MUJERES PROBLEMA BÍBLICO Nº 2: PROHIBIDO ENSEÑAR.

En otra carta, Pablo escribió: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.” 1 Timoteo 2:11-12

1. Verdadero significado.

La palabra enseñar es la clave para entender este pasaje bíblico en cuestión. La palabra griega aquí usada es didaskaleo, que significa instruir o enseñar doctrina.

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