Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Conocer al Espiritu Santo
Estudio Bíblico Palabra de Dios de Hoy: Juan 14:16-17
Introducción
Me parece tan interesante saber que Dios no quiere de ninguna forma que nos quedemos estancados en nuestras vidas espirituales; sino que quiere que avancemos, que crezcamos, que maduremos, hasta que lleguemos a ser como ÉL, para tener la imagen de un varón perfecto, la de Cristo.
Yo no se si tú llevas el hilo de todo el trayecto de lo que hemos visto en cada lección durante todos estos meses.
Pero cada una de ellas nos ha llevado a subir a un nuevo nivel de profundidad en nuestra relación, tanto con Dios como Padre, como con Jesús nuestro Salvador y compañero del camino. Ahora nos queda el conocer al Espíritu Santo.
I. CONOCER AL ESPÍRITU SANTO.
Se cuenta una historia de cinco ciegos que vivían en una tribu y querían saber a qué se parecía un elefante. Para dar cada uno su opinión decidieron reunirse alrededor de un elefante para tocarlo con sus manos.
Comenzó el primero y al tocarle las grandes orejas, dijo: -¡Es como un abanico!
Luego el segundo tocó uno de los grandes colmillos del elefante y dijo: – ¡Es como una lanza o un arpón!
Cuando llegó el turno del tercero tocó una de las patas del elefante y dijo: -¡Es como un árbol!
Ahora era el turno del cuarto y luego de recorrer sus manos por la piel del elefante, dijo: -¡Es como una pared rugosa!.
Cuando el ultimo hombre ciego le tocó la trompa al elefante, dijo: – ¡es como una serpiente!
Lo que cada uno dijo era una parte de la verdad, pero ninguno de ellos supo realmente como era el elefante totalmente. Así como sucedió con esos ciegos, así somos muchos cristianos cuando intentamos definir cómo es el Espíritu Santo.
II. IDEAS CONTRADICTORIAS SOBRE EL ESPÍRITU SANTO
La Biblia pareciera darnos ideas contradictorias sobre el Espíritu Santo.
Por un lado lo muestra como fuego consumidor y por otro como una mansa paloma; lo presenta como un viento recio y un poderoso río pero también como el silbo apacible. En el libro de los Hechos vemos como el poder del Espíritu sanó al cojo pero luego vemos por otro lado como mató a Ananías y Safira.
La mayoría de los creyentes hablan del Espíritu Santo pero no tienen idea cómo es el Espíritu Santo. Algunos dicen que es “una fuerza”, otros “un poder o fluido invisible”, etc. Te pregunto en este momento ¿Sabes tu quién es el Espíritu Santo, le conoces de verdad??
La Biblia dice que Jesús prometió, en Juan 14:16-17 “Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros”
Fíjate bien en la frase que Jesús usa aquí: “pero vosotros lo conocéis.” La iglesia habla mucho acerca del Espíritu Santo. Enseñamos en nuestros encuentros sobre el Espíritu Santo; en el seminario de teología estudiamos Neumatología, la ciencia que habla del Espíritu Santo; en nuestras predicaciones hablamos acerca de ser llenos con el Espíritu, caminar y vivir en el Espíritu, tener los dones del Espíritu, recibir consuelo del Espíritu. Pero es posible conocer mucho sobre el Espíritu Santo y aún no conocerle a el.
III. ¿CÓMO PODEMOS LLEGAR A CONOCER AL ESPÍRITU SANTO?
1. RECIBIR AL ESPÍRITU SANTO.
La primera cosa que tenemos que hacer es recibirle. Cuando aceptamos a Jesús en nuestro corazón, en ese momento recibimos al Espíritu Santo y nuestro cuerpo se convierte en Templo suyo (Leer 1 Corintios 3:16). Sin embargo, recibir el Espíritu es más que una sola experiencia.
La palabra “recibir” significa “echar mano de aquello que es dado.” Recibir es desear una capacidad expandida para mayor conocimiento de quien es el Espíritu y de que se trata su ministerio. De hecho, el Espíritu Santo no es recibido por alguien hasta que se le permite tomar completo control de la vida de esa persona.
Pablo le pregunto a los Gálatas: Gálatas 3:2 “Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?”. Quería recalcarles que era por la fe que ellos habían recibido el Espíritu Santo y que era por fe que ellos podían ver maravillas en sus vidas.
Todos aquellos que hemos aceptado a Cristo, hemos recibido al Espíritu Santo y vive dentro de nosotros, pero lamentablemente a veces nos comportamos como si no estuviera con nosotros; sino muy lejos nuestro.
El Espíritu Santo fue enviado como nuestro amigo, nuestro consolador, nuestro guía. Pero… “¿Cuán bien conozco yo al Espíritu Santo? ¿Realmente lo conozco en estas formas?”
Jesús aclara que el Espíritu Santo debe ser para nosotros todo lo que Cristo fue a sus propios discípulos cuando el estaba aquí en la tierra. Jesús dice que no tan solo el Espíritu esta aquí, viviendo en mí. El también dice que yo lo conozco. Por lo tanto, tengo que preguntarme: ¿Cómo conozco yo al Espíritu?
Las marcas y evidencia que me hace conocer al Espíritu Santo
¿Cuáles son las marcas, la evidencia, que me hace conocerle, que me haga reconocer su presencia permanente, para experimentar su cercanía?
Simplemente, yo conozco el Espíritu Santo por los cambios que él esta obrando en mí. Yo no conozco el Espíritu meramente al mirar los cambios que el ha hecho en otros. Puedo verlo reflejado en mis hermanos y hermanas, pero yo conozco al Espíritu solo por su obra en mi propia vida.
2. TENER COMUNIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO.
Podemos decir entonces que si notamos que nuestra vida está cambiando es porque evidentemente hemos recibido al Espíritu Santo en nuestras vidas; pero ¿Es esto suficiente para conocer al Espíritu Santo de Dios?
Creo que hace falta algo más y esto lo encontramos en: 2 Corintios 13:14 “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.”
En este último versículo de 2 Corintios, Pablo se está despidiendo de sus lectores pero al mismo tiempo dando una joya teológica que define nuestra relación con cada persona de la trinidad. Examinemos este versículo en el idioma original, griego.
La gracia (charis) del Señor Jesucristo—se refiere al favor no merecido que nos ha sido dado por parte de nuestro Señor y Salvador. Es algo que recibimos y por lo que debemos estar agradecidos.
El amor (ágape) de Dios
Habla de la actitud de Dios el Padre hacia nosotros, sus sentimientos y benevolencia que fluyen de su naturaleza divina. El amor ágape es una decisión deliberada sin necesidad de una causa asignada.
En otras palabras, no tiene nada que ver con nosotros, sino con la misma naturaleza de Dios, con quien es él. Igual que con la gracia, recibimos este amor no por nuestros méritos sino por la bondad del Padre.
La comunión (koinonía) del Espíritu Santo
Implica comunión profunda, compañerismo y participación. Según el diccionario bíblico Vine, koinonía “denota la parte que a uno le corresponde en algo, una participación, una comunión reconocida y disfrutada.” En contraste con charis y ágape, donde somos receptores pasivos, koinonia requiere nuestra participación activa.
Una de las posibles traducciones de koinonia es amistad íntima. Pero, ¿cuántos creyentes pueden decir que tienen una relación íntima con el Espíritu Santo? ¡Muchas denominaciones incluso niegan que los dones del Espíritu Santo son para hoy!
Intimidad con el Espíritu Santo
Podemos sacar una analogía de nuestras amistades humanas para calificar nuestro nivel de intimidad con el Espíritu Santo. Por ejemplo, podrías decir que alguien es tu mejor amigo si:
- Conoces cosas de tu amigo que no todo el mundo conoce—cosas íntimas.
- Pasan tiempo juntos y lo disfrutan—disfrutas la presencia de tu amigo y la buscas lo más que puedes, incluso si es sólo para pasar el tiempo.
- Comparten memorias y experiencias.
- Se dicen secretos.
- Confían mutuamente.
- Tu amigo te habla acerca de su familia.
- Es obvio para otras personas que ustedes son amigos, porque constantemente los ven juntos.
- Le hablas a otras personas de tu amigo.
- Tú adoptas comportamientos y dichos de tu amigo.
- Puedes ser real, vulnerable—ser tú mismo sin temor, sin la necesidad de pretender.
Todas estas cualidades deben ser ciertas en nuestra relación con el Espíritu Santo. En Juan 15:14-15, Jesús le dijo a sus discípulos que ya no los llamaría siervos sino amigos, porque los siervos no saben lo que su maestro hace. “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.”
En las propias palabras de Jesús, podemos saber que somos sus amigos si obedecemos sus mandamientos, tenemos intimidad con él y disfrutamos su presencia, recibimos revelación de la voluntad del Padre, llevamos fruto, nuestras oraciones son respondidas, y reflejamos su carácter de amor.
conocer al Espíritu Santo
Para conocer a alguien se tiene que tener intimidad; para conocer al Espíritu Santo de Dios, se tiene que tener amistad íntima con Él.
Por ejemplo: Caminar con él como Adán en el principio, antes de pecar; o relacionarnos con Él como Abraham, quien fue llamado amigo de Dios.
También está Moisés, quien hablaba con Dios frente a frente. David, quien adoraba a Dios con una pasión sin reservas. Y el apóstol Juan, quien se recostaba en el regazo de Jesús. L
o que todos estos hombre tenían en común era algo muy simple: pasaban tiempo con Dios y por ende con el Espíritu Santo, porque son uno.
¿Qué hay de ti? ¿Has pasado tiempo con el Espíritu Santo últimamente?
© Moreiba Cabrera. todos los derechos reservados.
Hola hmna Moreira, desde Venezuela le saludo y le bendigo por sus bosquejos que son una gran ayuda pa mi espiritu, mas en estos tiempos difíciles en este pais.. Dios le bendiga.. un abrazo. Lorena.
muy hermoso mensaje, mas cuando se trata del Espíritu Santo, es de gran bendicion , sea su vida y ministerio prosperando en todo.
Muchas gracias Dios le bendiga en verdad es utilidad sus bosquejos siga adelante.