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TEMA: EL CRISTIANO Y EL DINERO
TEXTO: SALMO 62:10
INTRODUCCIÓN
El dinero es parte de la vida y de la historia del ser humanos durante muchos siglos de historia, se dice que las primeras monedas y el uso del dinero comenzó en el siglo V antes de Cristo, y fue el emperador Alejandro Magno el que generalizo el uso del dinero en todos sus territorios conquistados.
El dinero forma parte de nuestra vida diaria, trabajamos para ganar dinero, se crean negocios para producir ganancias de dinero, nuestro Dios sabe que necesitamos dinero para las necesidades de nuestra vida y de nuestra familia, la palabra de nuestro Dios nos instruye sobre el uso correcto del dinero para que la prosperidad no sea de destrucción sino para bendición de nuestra vida.
Veamos que nos enseña la palabra de Dios sobre la perspectiva de Dios sobre el dinero, y es la que nosotros debemos tomar para nuestra vida:
I) DIOS QUIERE PROSPERARNOS, PERO NO QUIERE QUE PONGAMOS NUESTRO CORAZÓN EN LAS RIQUEZAS (VERS. 10)
El versículo es claro: Las riquezas pueden aumentar en nuestra vida, pues Dios bendice al cristiano esforzado, al que trabaja con diligencia, al que no es perezoso, sino que aprovecha bien su tiempo.
Pero Dios no quiere que las riquezas, que el dinero sea el centro de nuestro corazón, que nuestro corazón se llene de avaricia y de materialismo y que nos olvidemos de Dios.
Poner el corazón en las riquezas significa que el dinero se vuelva nuestro todo, nuestra esperanza, nuestro refugio, nuestro consuelo, pues el único que puede ofrecernos la esperanza, refugio y consuelo verdadero es nuestro Dios.
II) TENER DINERO NO ES PECADO, SI ES PECADO AMAR EL DINERO (1 TIMOTEO 6:10)
El dinero en sí mismo no es malo ni bueno, no es pecado ni bendición en sí mismo, es el uso que le damos, el valor y la importancia que le damos en nuestra vida lo que determina si el dinero es bendición o maldición.
Pensemos un momento esta mañana en los males en el mundo de hoy: corrupción, narcotráfico prostitución, pornografía, guerras, adulterios, tráfico de órganos humanos, etc, ¿cuál es la raíz de todos esos males? EL AMOR AL DINERO!
Un cristiano que ama el dinero, se vuelve codicioso, se extravía de la fe, fácilmente se aparta de los caminos de Dios, se enfría espiritualmente, y luego es traspasado por muchos dolores por haberse alejado de Dios.
La palabra de Dios es clara: el que ama el dinero nunca estará satisfecho en su corazón (Eclesiastés 5:10).
La palabra de Dios es clara, no podemos servir a dos Señores: (Mateo 6:24) Tenemos que comprender que el dinero es un excelente siervo pero es un mal amo, preguntémonos esta mañana ¿El dinero me sirve a mí o yo soy servidor del dinero? El dinero tenemos que usarlo pero no amarlo.
- El que ama a Dios estar cerca de él es su satisfacción (Salmo 73:28).
- Nunca tenemos que olvidar que el hijo de Dios fue entregado por dinero (Marcos 14:11).
III) DIOS ESTA EN CONTRA DE LA MALA INVERSION DEL DINERO (ISAÍAS 55:2).
Este versículo nos deja claro que para Dios es importante el uso que le damos al dinero, él no es indiferente a nuestros gastos.
Él le reclamo a su pueblo por qué gastaba el dinero en lo que no es pan, es decir ¿porque estaban desperdiciando el dinero?
¿Qué cosas en nuestra vida el Señor podría hacernos este mismo reclamo? Gastar el dinero en vicios, gastar el dinero en adulterios, gastar el dinero en vanidades que no necesitamos, gastamos el dinero en comida que se pierde y se desperdicia, gastamos el dinero en ropa y zapatos que quizás nunca usaremos.
Como lo vemos en el versículo al señor le molesta que tratemos de saciar nuestro corazón con cosas que el dinero compra. (vers. 2b)
Pero alguien podría pensar ¿con que derecho Dios nos reclama por la manera que usamos el dinero? Y la razón la encontramos en la palabra de Dios (Deuteronomio 8:18 / 1 Crónicas 29:12)
SI DIOS ESTA EN CONTRA DE LA MALA INVERSION DEL DINERO, ¿COMO PODEMOS INVERTIRLO SABIAMENTE, COMO PODEMOS HACER BUEN USO DEL DINERO PARA SER PROSPERADOS?
TENEMOS QUE COMPRENDER QUE LA MEJOR INVERSIÓN QUE PODEMOS HACER EN NUESTRA ECONOMÍA PERSONAL Y FAMILIAR ES INVERTIR EN EL REINO DE DIOS (2 CORINTIOS 9:6)
Ofrendar no es tirar el dinero a la calle, es sembrar. Cuando sembramos semillas, no las estamos tirando; sino las estamos sembrando para poder cosecharlas más tarde.
La cantidad de la cosecha depende de cuánto hayamos sembrado.
Ofrendar y diezmar significa que ya no amamos más el dinero que a Dios, sino que ahora amamos a Dios y queremos poner al servicio de Dios lo que él nos ha dado.
A Dios no se le da porque el necesite, el no necesita absolutamente nada de nosotros (Salmo 50:12) le damos a Dios en agradecimiento y para que podamos seguir cosechando su prosperidad en nuestra vida.
IV. TENEMOS QUE SER SABIOS PARA INVERTIR NUESTRO DINERO EN LO QUE PRODUCE PARA LA ETERNIDAD (LUCAS 16:9)
De que está hablándonos ese versículo? Nos habla que tenemos que invertir en ganar almas, en predicar la palabra de Dios a aquellas personas que aún no conocen de Cristo como su salvador.
Tenemos que invertir nuestro dinero en una iglesia que trabaje predicando el evangelio, que lleve la palabra de Dios a los perdidos, porque esos son los amigos que estamos ganando con esas riquezas injustas.
Cuando lleguemos a nuestras moradas eternas nos recibirán muchas personas que nunca conocimos, pero ellos conocieron al Señor por medio del dinero que invertimos para que se les predicara la palabra de Dios.
El dinero mal invertido produce amistades temporales (Proverbios 14:20) pero el dinero bien invertido en el Reino de Dios produce amistades eternas.
V. COMO DEBEMOS INVERTIR NUESTRO DINERO EN EL REINO DE DIOS PARA VER LOS FRUTOS EN NUESTRA VIDA (1 CORINTIOS 16:2)
- Debemos hacerlo con constancia
- Debemos hacerlo individualmente (2 Corintios 9:7)
- Debemos dar según sea nuestra prosperidad en agradecimiento.
© Oscar Alberto Flores
