Santidad del alma – Parte V

José N. Briceño Aldana

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Dios no te mira como eres, sino como seras - Bosquejos

Santidad del alma – Parte V

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Según las Escrituras, el término “quebrantamiento” del griego es “Sunthalao”, que indica: Romper, aplastar, volver pedazos, es el acto de caer sobre una piedra.

“…Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará” (Mateo.21:44; Lucas.20:18). El término quebrantar según el pasaje, tiene que ver con la confrontación que viene de parte de Dios al conocer su demanda.

El desmenuzar, del griego “Likmao”, es el resultado que se da desde el punto de vista negativo por haber resistido al quebrantamiento.

Debemos entender que Dios no quebranta a nadie, Él te procesa para que tú des el cambio; somos nosotros los que tenemos que quebrantar la voluntad y entrar en obediencia.

En Filipenses 2:7-8, dice que Cristo se despojó y se humilló a sí mismo; el quebrantamiento vino de Él, por causa de las condiciones que recibió de Dios. En nosotros debe haber el mismo sentir, no le pidas a Dios que haga lo que tú tienes que hacer, ni que te quite lo que tú tienes que dejar; el quebrantamiento debe nacer y relucir en nosotros.

El quebrantamiento y lo que se relacione a ello.

> El quebrantamiento es una de las etapas más difíciles del ser humano, porque está en proporción directa de la entrega de una voluntad que indica obediencia.

>El quebrantamiento produce una humillación; la humillación, una abnegación; la abnegación, la entrega de la voluntad; la entrega de la voluntad, la sumisión; la sumisión, la sujeción; y la sujeción, la obediencia.

¿Qué es quebrantamiento?

Quebrantamiento: Es Dios quitando la autosuficiencia de los hombres para que éstos, a su vez comiencen a depender de Él.

El Dr. Kittin Silva Bermúdez en uno de sus libros dice: “Cuando el quebrantamiento de espíritu se activa en la vida del hombre, el mismo toca las fibras más profundas de su ser, neutralizando su potencial y su habilidad para librarlo de su autodependencia y autosuficiencia e impulsarlo a una mayor experiencia espiritual.

Lo cierto es, que el inmenso poder del quebrantamiento de espíritu, cuando logra su efecto en una persona, es capaz de revolucionar y producir vida, aún en medio de huesos secos. No habrá promoción espiritual sin que haya un quebrantamiento.

Ésta es una gran verdad que debe ser atesorada en el cofre de todo aquellos que son llamados por Dios; nunca olvides este principio que desciende de lo alto: Sólo los verdaderamente quebrantados ante Dios serán promovidos por Él”.

Quebrantamiento: Significa ser lo más pequeño ante un Dios Grande.

En una ocasión Kathryn Kuhlman, en una de sus oraciones, le expresó a Dios su total dependencia y esto la llevó al éxito. Le dijo: “Señor, los hombres nacen a menudo con grandes virtudes, unos nacen con oídos musicales para entonar y tocar, otros con una buena voz para cantar, otros con belleza para modelar, otros tienen inspiraciones para escribir y para pintar; en mi caso, yo nací sin nada, no soy nada y no tengo nada, si Tú crees que puedes hacer algo con la nada, entonces la nada te entrego”.

De la nada Dios hizo una de las más grandes evangelistas con un poder de sanidad y una pasión muy fuerte por el Espíritu Santo. La dependencia hacia Dios nos llevará a la grandeza, la independencia de Dios y la dependencia de nosotros mismos nos llevarán al fracaso.

Kathryn perdió todo de sí para hallar todo de Dios. En una ocasión refiriéndose a la persona del Espíritu Santo dijo: “No es un poco de Él y un poco de mí, no es mucho de Él y un poco de mí, es todo de Él y nada de mí”.

Esto es quebrantamiento, nuestra dependencia total de Él y una renuncia total de nosotros.

Quebrantamiento: Es el acto de desmoronarte, segmentarse, desarmarte, inutilizarse, destruirte; para que todo tu ser pueda morir y Cristo pueda vivir en ti. (Gálatas 2:20)

Jesús dijo: “Si el grano de trigo cae en tierra y no muere no puede llevar frutos”. (Juan 12:24). Para llevar frutos hay que morir.

Eclesiastés 10:2 dice: “El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.”

Siempre me pregunté ¿por qué?.. Y entendí el significado del texto: Si te colocas la mano al lado izquierdo hay señal de vida, sientes los latidos del corazón, pero si te la pones al lado derecho no hay señal de vida indica que estás muerto… solamente con los muertos Dios puede trabajar. Morir al “yo” es negarse a sí mismo, es una entrega al que tiene Vida, es entregarse al que todo lo puede y esto es sabiduría. Morir es negarse para que Él crezca, morir es renunciar a la vida para que Él haga su vida en mí.

Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mateo 16:24). Debes entender que el peor enemigo que tenemos para alcanzar el éxito somos nosotros mismos.

De la única forma que podemos tener éxito en lo que Dios nos mandó hacer, es que hagamos exactamente lo que Él nos mandó hacer.

Para lograr esto debemos morir al “ego”. En una ocasión Dios me dijo: “Yo quiero tu yo, pero sin tu ego”.

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José N. Briceño Aldana
Autor

José N. Briceño Aldana

Director presidente del ministerio de la formación y la evangelización "Jesús Soberano Señor".

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