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Cumple tu ministerio

2 Timoteo 4:5

Pero tú se sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio

Lo primero que debo señalar es que aquí la palabra “sobrio” quiere decir “atento”, cuando no se está sobrio, se está débil, frágil, vulnerable a cualquier situación y ataque, además se está con los sentidos alterados, no aptos para ninguna labor. Por eso se nos indica que debemos estar “sobrios”, sensatos, juiciosos, llanos, etc. El término sobrios nos lleva a la palabra “velar”; es decir aquí se nos enseña y advierte que debemos velar, es por eso que nosotros los hijos de Dios debemos escuchar el llamado de Dios mismo que dice:

a) Pero tú se sobrio en todo, es decir: Pero tú vela en todo: Esto es estar atentos siempre a los ataques de Satanás, ataques que pueden ser interiores como malos pensamientos, malas intensiones del corazón, etc. y Exteriores como las malas amistades, las tentaciones, etc. 1a Pedro 5:8 “Sed, sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

b) Soporta las aflicciones: Cuando nos decidimos por el Señor, sin duda que comenzarán grandes pruebas, grandes aflicciones, ya que el enemigo no estará contento con nuestra decisión de servir al Señor y con nuestra nueva vida, pero el Señor dice: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmo 34:19) (Santiago 5:10; 1 Pedro 4:16)

c) Haz la obra de evangelista: Es claro que Pablo no llama a Timoteo al oficio de un evangelista, sino a hacer la “obra de un evangelista”. El término evangelista solo ocurre otras dos veces en el NT (Hechos 21:8 y Efesios 4:11) y siempre se refiere a un oficio especifico del ministerio cuyo propósito es la predicación del evangelio a los inconversos. Esta obra debemos hacerla sin cesar, cada día por amor a las almas y en cumplimiento del mandato divino de Id y predicad el evangelio.

d) Cumple tu ministerio: Esto es tener la mira en el día de la venida del Señor, y de predicar a Jesús con diligencia incesante. Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”.

Este es el llamado de Dios y debemos decir como Isaías, “Heme aquí, envíame a mí”, debemos preguntar como lo hizo Saulo el día de su conversión “Señor, ¿Qué quieres que haga?”. Pero debemos estar consientes que es una gran responsabilidad la que tomamos, por lo tanto debemos prepararnos como buenos embajadores de Cristo.

A continuación veremos algunos aspecto de la evangelización que espero en el Señor les sirvan para que cada día velen en todo, para que cada día cumplan su ministerio.

Compartiendo la Vida Eterna

Marcos 1: 14 y 15 “Después que Juan fué encarcelado, Jesús vino á Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.

Al decir El tiempo se ha cumplido, no es un tiempo en el sentido cronológico, sino un tiempo para la acción decisiva por parte de Dios. Con la llegada del Rey, un nuevo periodo en la relación de Dios con los hombres ha llegado. En el tiempo de Dios, cuando las condiciones exactas a escala religiosa, cultural y política requirieron el cumplimiento de ese aspecto de su plan perfecto, Jesús vino al mundo. El gobierno soberano de Dios en el campo de la salvación; en el corazón de su gente al presente, y en el futuro, en un reino terrenal físico. El Rey estaba presente, por eso llama al arrepentimiento y creed, es decir, la fe, ya que son las respuestas requeridas a la misericordiosa oferta de salvación de Dios.

Pregunta: ¿Cuál es la primera cosa que le viene a la mente cuando usted oye la palabra evangelismo?

Comenzaremos este estudio dando una mirada al significado de la palabra y a los métodos básicos de la evangelización.

La palabra evangelismo o evangelio, proviene de la palabra griega:

Evangel: Buenas Nuevas

Ismo o io: Sufijo que señala acción, proceso con resultado de entregar las Buenas Nuevas.

Evangelización: Acción de presentar a Jesucristo con el poder del Espíritu Santo. Hechos 1:8 dice: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Esto requiere:

a) Oración

b) Propósito

c) Esfuerzo

d) Entrega

e) Dedicación

a) Oración: ¡Cuánto nos cuesta, en ciertas circunstancias, creer que Dios puede! ¡Cuánto batallamos con nuestros razonamientos o los de otros cuando de creer a Dios se trata! ¡Cuánto se tambalea nuestra fe cuando pedimos y esperamos y seguimos esperando y nuestra petición no es contestada! Hay infinidad de razones por lo cual eso sucede, pero, de algo estoy completamente seguro, y es que, “Nada hay imposible para Dios”. No dudes por razón de las experiencias de otros, ni permitas que el afán y la ansiedad te conduzcan al laberinto de la incredulidad. Recuerda: “Sin FE es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6.

Orar es… Hablar con Dios, y… para hablar con Dios es necesario que creas que Él es y que está para galardonar a los que le buscan. En otras palabras… Tienes que tener Fe en el Dios de amor. “Sin fe es imposible agradar a Dios…” (Hebreos 11:6). Cuando oramos afirmamos nuestra fe, confirmamos lo que somos en Cristo, reconocemos nuestra debilidad, dependencia y necesidad de Él y fortalecemos los lazos de amistad con nuestro amado Salvador. Los resultados de ese encuentro: una paz que sobrepasa todo entendimiento y una gratitud inmensa hacia nuestro Padre celestial por su gran e inefable amor.

b) Propósito: El propósito de tu vida excede mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Para entenderlo necesitamos empezar con Dios, nacimos por su voluntad y para su propósito “para entender el propósito es necesario enfocarnos en él”. No te creaste a ti mismo. Fuimos creados por Dios y para Dios, y hasta que lo entendamos nuestra vida no tendrá sentido. Para salir a evangelizar primero debemos anidar firmemente este objetivo como un fuerte propósito en nuestro corazón. Proponerse algo es emprender algo, y que mejor que emprender esta gran empresa de salvar almas para Cristo.

c) Esfuerzo: Josué 1:9 dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas Jehová promete estar con Josué a dondequiera que vaya”. Aquí vemos claramente la dinámica de la presencia de Jehová con Josué. No sería una presencia pasiva sino algo que actúa según la situación para que Josué no temiera ni desmayara. Con esta misma presencia continua y dinámica de la persona del Espíritu Santo en nuestra vida, nosotros podemos ser victoriosos en la evangelización, solo debemos cumplir con lo que Dios nos demanda, esforzarnos y ser valientes.

d) Entrega: «entregar, dar, colocar, establecerse, poner, hacer». Estos verbos aparecen unas 2.010 veces en la Biblia. Primero, es poner en marcha o iniciar una acción. En algunos casos, puede significar «enviar». Poner en el corazón» equivale a conceder a alguien la capacidad y motivación de hacer algo, y en esta capacidad de entrega nos proponemos y esforzamos para entregarnos sin reserva al trabajo en la obra de Dios y especialmente en la evangelización.

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