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Un hombre conforme al corazon de Dios

Estudios Biblicos

Una llamada de Auxilio

Salmos 3:4 “Con mi voz clamé a Jehová,Y él me respondió desde su monte santo. Selah

David tenía una gran confianza plena en la protección y en la paz de Dios, a pesar de que él era rey de Israel, tuvo muchos enemigos los cuales los asechaban diariamente, este salmo se atribuye a cuando David huía de su hijo Absalón. En el (vers. 1) David exclama “muchos son los que se levantaron contra mi”  una gran conspiración se había levantado contra él, su propio hijo. (2 Samuel 15:12).

A pesar de las circunstancia David nunca dejó de confiar en el único que podía tener control de la situación, el Pueblo se levantaba en contra del (2 Samuel 15:13). Pero su confianza en Dios excedía mucho más de su temor.

Hay circunstancias en la vida donde creemos que no podremos soportar y algunas veces nos llevan a renunciar, sentimos como si fuéramos boxeadores a puntos de tirar la toalla y tirarnos al piso a llorar, es en ese momento donde el Señor te dice “clama a mí y yo te responderé” (Jeremías 33:3), eso fue exactamente lo que hizo David “con mi voz clame a Jehová” todavía el brazo de Jehová no se ha acortado, todavía su poder no se ha terminado, él está presto para ayudarnos en las pruebas más difíciles y en las luchas más terribles, él ha prometido estar con nosotros, él no nos deja solos ni un instante prometió estar con nosotros y así lo hará.

Dios quiere de nosotros que confiemos plenamente en él, yo sé que confiar en medio de la adversidad es difícil, pero creo que no hay otra salida en la que podamos vencer solo confiar en Dios y el nos responderá desde su santo templo, todas las oraciones que le hayas echo a Dios no están archivadas en un gigante librero ni tus peticiones están dentro de algún maletín esperando que las lean, el correo de Dios es directo y trabaja las 24 horas del día, él no se cansa de escuchar tu clamor ni petición si fuera así el rey David ya hubiera estado muerto a causa de sus enemigos.

La oración de sus hijos es como ofrenda de machos cabríos y sus peticiones es como olor grato ante su presencia que sube hacia el altar. Él con brazos de amor está esperando que algunos de sus hijos le aclamen en sus angustias, no hay nadie que sea desamparado por Dios y ninguno que mendigue pan de los que han creído en él, él es y será nuestro Proveedor, Ayudador, Abogado, nuestra Fortaleza y pronto auxilio en medio de nuestras tribulaciones. Dios nunca defrauda a uno de los que han creído en él.

Meditemos

  • ¿En qué parte de mi vida es donde tengo que confiar más en Dios?
  • ¿Qué es lo que ha hecho Dios en mi vida que puedo recordar cuando estoy en medio de una adversidad?

Confiando como un niño

Salmos 4:8 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado“.

Hay veces que los problemas son tan persistentes y en donde las luchas parecen nunca acabar los cuales nos privan de poder dormir y vivir una vida tranquila y en paz. El sueño no se concilia muy fácilmente en medio de una crisis. David pudo haber pasado noches en vela cuando su hijo Absalón se revelo y reunió un ejército para matarlo.

No creo que exista una sola persona que haya pasado por esto algún día “no poder dormir por un problema”  la vida del no creyente se vuelve difícil cuando encuentra que no tiene salida y no puede resolver sus problemas, el mundo se le viene encima, los problemas lo ahogan diariamente en extremo que pierde la paz interior, y los vuelve egoístas, iracundos, depresivos, malhumorados, cuando la persona no tiene a Cristo en su corazón, la derrota se ve venir en seguida.

No así los creyentes en medio de la adversidad podemos ver la luz al final del túnel, sabemos que cuando estamos en apuros podemos acercarnos al trono de la gracia sin temor, confiando que el gran Juez oirá nuestra demanda, es pues esta la confianza del cristiano que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad él nos oye, y sabemos que él nos oye, el Espíritu Santo da a nuestro Espíritu una tremenda paz y tranquilidad cuando Dios escucha la oración, nos hace sentirnos tranquilos a pesar de que no se ha resuelto nada, el Espíritu Santo le indica al creyente que su oración ya ha sido evaluada y contestada y pronta a resolverse.

En medio de las dificultades el Rey David se dispuso a confiar en el único que podía obrar con poder, a pesar que tenía una gran rebelión contra el, se mostró tranquilo y con confianza, se acostó tranquilamente ¿Qué marco la diferencia? David clamo a Dios y él lo escucho.

Tenemos una línea directa al cielo (Jeremías 33:3) el hombre sin Cristo se apoya en la fortaleza, posición económica, puesto, jerarquía, y solvencia económica, en cambio el hombre que tiene a Cristo clama a Dios y el los oye y los libra de su angustia.

La seguridad de una oración contestada da paz por eso David exclamo “en paz me acostare” es más fácil dormir bien cuando aceptamos con plena seguridad, que Dios tiene las riendas de las circunstancias. Y el rey David lo hizo, confiaba en que aunque el estuviera dormido Dios seguía obrando.

Cuando pasemos toda la noche despierto por algún problema o preocupación de no poder cambiar las circunstancias derrame su corazón delante de Dios y agradézcale que el lleva las riendas de todo y luego exclame “En paz me Acostare”.

Meditemos

  • ¿Qué está haciendo Dios en mí que no puedo confiar plenamente en él?
  • ¿Le Estoy dejándole la tarea de proveedor a Dios?

El hábito devocional

Salmos 5:3 “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré“.

El secreto de una relación íntima con Dios es orar a el puntualmente cada mañana, y esto era lo que el rey David hacia cada mañana “de mañana oirás mi voz” estas palabras nos llevan a pensar que David tenía su tiempo devocional diario, todas las mañanas se levantaba a meditar en los hechos grandiosos que Jehová Dios había obrado con él y su pueblo, lo alababa por su gran misericordia y encomendaba su día en sus manos.

Un corazón agradecido lo busca sin descansar, un corazón enamorado no se queda tranquilo hasta que obtiene lo que desea, era eso lo que David deseaba cada mañana estar con su padre conversando no había otro pensamiento en su vida solo el de buscar a Dios.

¿Cuantos de nosotros tenemos un tiempo a solas con Dios por las mañanas? ¿Cuántos podemos decirle a Dios “de mañana oirás mi voz”?, ha sido un reto el despertarse temprano en la mañana a buscar a Dios en oración en la vida de los creyentes en estos tiempos y será un reto levantarse por la mañana a buscar de ese desayuno que Dios tiene preparado para todos los que temprano lo buscan.

Déjame decirte algo “te estás perdiendo del mejor desayuno diario. Dicen los médicos que la primera comida que debes comer bien es el “desayuno” porque vas a empezar un nuevo día y requieres esfuerzo. A si mismo tienes que empezar con un buen desayuno Espiritual, llenándote de ese pan (la palabra de Dios) y saboreando ese delicioso café (Meditación) mientras lees un versículo de la Biblia.

Cuan diferente seria nuestro día si empezáramos por buscar primero la dirección de Dios temprano en la mañana. ¿Por qué cree que David eligió las mañanas para meditar en la palabra de Dios? Por la mañana nuestras mentes están más libres de problemas y además podemos encomendar el día entero a Dios.

El rey David sabía que la comunicación regular es fundamental en cualquiera relación y ciertamente es necesaria para tener una firme relación con Dios. Si nunca has tenido la oportunidad de levantarte por la mañana y presentarte en la mesa delante de él y esperar que él te hable. Hoy es el día. Él está esperándote cada mañana para desayunar contigo y decirte cuanto te ama y conversar sobre lo que harás en tu día.

Toma tiempo para hablar con tu Padre celestial todos los días de lo que quieras y vas hacer, él te ayudara a tomar decisiones correctas, y te librara de cualquier problema. Preséntate delante de el todos los días y espera. Encontraras grandes cambios en tu vida cuando desarrolles el hábito del devocional diario.

Meditemos

  • ¿Cuanto tiempo pasamos regularmente en oración y lectura de la palabra?.
  • ¿Estoy orando lo suficiente?
  • ¿A qué horas del día puedo orar más tranquilamente?

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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