c. Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38.)
d. Su obra substituta en la cruz (I Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21.)
e. Su resurrección (Mateo 28:5; Lucas 24:39)
f. Su exaltación a la diestra de Dios (Hechos 1:9; 11; 2:33; Hebreos 1-3.)
4. Que el Espíritu Santoguia, gobierna, ensena y dirige a la Iglesia. que el Espíritu Santo actua en nosotros, antes, durante y después de nuestra salvación. Génesis 1:2, Juan 3;5, Hechos 1:7, 2 Corintios 1:22, 1 Juan 5:7 y 2 Corintios 3:17
5. LA CAÍDA DEL HOMBRE: El hombre fue creado bien y recto; Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.” Pero el hombre por su trasgresión voluntaria cayo y obtuvo no solamente la muerte física, pero también la muerte espiritual, cual es la separación de Dios (Génesis 1:26, 27; 2:17; 3:6; Romanos 5:12-19.)
6. LA SALVACIÓN DEL HOMBRE: La única esperanza de redención del hombre es a través de la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios, es gratuita y se recibe por medio de la fe.
a. Condiciones de la Salvación: La Salvación es recibida a través del arrepentimiento a Dios y fe en nuestro Señor Jesucristo. Por el lavado de regeneración y renovamiento del Espíritu Santo, siendo justificado por gracia y a través de la fe, el hombre pasa a ser un heredero de Dios según la esperanza de vida eterna (Lucas 24:47; Juan 3:3; Romanos 10:3-15; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5-7.)
b. La Evidencia de la Salvación: La evidencia interna de la salvación es el directo testimonio del Espíritu (Romanos 8:16.) La evidencia externa de todos los hombres es una vida virtuosa y verdadera santidad (Efesios 4:24; Tito 2:12.)
7. LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA
a. Bautizmo en las Aguas: La ordenanza del bautismo por sumergimiento es un mandato en las escrituras. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Señor y Salvador tienen que ser bautizados. Así declaran al mundo que han muerto con Cristo y han sido resucitados junto con El para caminar en una nueva vida (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 10:47, 48; Romanos 6:4.)
b. Santa Cena: La cena del Señor, consintiendo de elementos “pan y jugo de la viña” es el símbolo expresando nuestro compartir en la divina naturaleza de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4); recordando Su sufrimiento y muerte a (I Corintios 11:26); y es ordenado en todos los creyentes “hasta Su regreso!”
8. EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO: los cristianos recibimos el bautismo en el Espíritu Santo, como una experiencia diferente y generalmente posterior a la salvación, para tener poder con el cual vivir una vida de Santidad y tener autoridad para predicar el Evangelio. Como señal inicial de que hemos recibido este bautismo hablamos en otras lenguas. Hechos 1:8, Hechos 211-16, 1 Corintios 14:2, 1Corintios 14:4 Con esto viene la dotación del poder de vida y servicio, la dadiva de los dones espirituales y sus usos en la obra de Dios (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 8; I Corintios 12:1-13.) Esta experiencia es distinta de y subsiguiente a la experiencia del nuevo renacer (Hechos 8:12-17; 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9.) Con el Bautismo del Espíritu Santo conllevan experiencias como un sobre abundante llenar del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8), una profunda reverencia a Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28), una intensificada consagración a Dios y dedicación a Su obra (Hechos 2:42), y un amor mas activo por Cristo, por su Palabra y por los perdidos (Marcos 16:20.)
Que los dones del Espíritu Santo estan vigentes en la Iglesia, junto con los ministerios de Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros. Romanos 11:29, 1 Corintios 12:8-10, Efesios 4:11, 1 Corintios 12:28
9. SANTIFICACIÓN: Santificación es el hecho de separación de lo maligno, y una dedicación a Dios (Romanos 12:1, 2; I Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:12.) Las escrituras enseña una vida de “santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14.) Por el poder del Espíritu Santo podemos obedecer el mandamiento: “Sed santos, porque yo soy santo” (I Pedro 1:15-16.)