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El diablo y sus demonios – Parte 1

 Estudios Biblicos

 Santiago 4:7  “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros“.

 Aunque Dios y Satanás están en guerra, no tenemos que esperar hasta el final para ver quien ganara. Dios ya venció a Satanás (Apocalipsis 12:10-12), y cuando Cristo vuelva, Satanás y todos sus aliados serán eliminados para siempre (Apocalipsis 20:10-15).

Sin embargo, Satanás está aquí ahora, y procura convertirnos a su maligna causa. Nuestro enemigo número tres y este es uno de los más poderosos hablando mundanalmente, Cristo tiene poder absoluto sobre él. Ya sabemos el destino de Satanás y todos sus ángeles, el infierno, pero como Satanás y los demonios saben que van hacer atormentados. (Lucas 8:28).

Los demonios saben su final pero ellos no se quieren ir solos, quieren irse en compañía tuya y la mía. Es difícil predecir cuándo atacara Satanás al parecer en el momento menos deseado da su entrada triunfal. Como no sabes las tácticas de Satanás, si sabemos que él es padre de mentira y que se viste como ángel de luz quiere decir que es fácil verlo cuando está actuando, satanás siempre te pondrá en contra a lo que Dios ha dicho.

Una noche de culto conversando con una hermana recién convertida, ella me decía que había tenido algunos pensamientos malos done había una voz que le decía que se fuera de la casa y dejara a su hijo con su papa.

Lo primero que hay que ver es que Dios nunca le dirá a un creyente algo como esto, ni le dirá que se suicide ni que robe, lo primero que hay que hacer es ver según la palabra de Dios si eso está de acuerdo, cuando venga algún pensamiento malo a nuestra mente debemos examinarlo con la Biblia no con el razonamiento humano, cuando razonamos con satanás estamos perdidos, pero si lo comparamos a como lo dice la Biblia sabremos que está muy lejos de la realidad.

Cuando estamos  unidos a Dios en oración, ayuno y lectura de la palabra es fácil observar cómo actúa satanás porque el Espíritu Santo nos advierte del peligro pero cuando llevamos una vida tranquila somos enredados en la red una y otra vez.

Someterse a Dios cuesta y nadie lo quiere hacer porque esto implica darle y hacerle conocer todo lo que está dentro de nosotros, mostrarle cada rincón de nuestro ser y que el examine nuestros pensamientos y corazón y eso nadie lo quiere, por eso es que hay muchos temblando en el caminar cristiano porque creo que todavía no le hemos abierto totalmente nuestro corazón a Dios, llevamos todavía muchos secretos y a veces pecado sin confesar que están ocultos muy dentro de nosotros.

Dios no puede trabajar con n apersona así, como faraón, que endureció su corazón.

Cuando el creyente se somete a Dios y le abre totalmente su corazón inmediatamente Dios comienza a llevarlo por valles para entrenarlo espiritualmente sabiendo que esa persona podrá resistir. No me imagino cuanto fue que soporto Job pero si sé que él estaba firme en su fe y resistir las torturas más terribles a fin de encontrarse inocente delante de Dios.

Creemos conocer a satanás pero eso está muy lejos de la realidad, muchos lo muestran con cola, trinchante y cachos pero en realidad eso es falso, incluso puede estar dentro de la Iglesia, en tu trabajo, en la escuela, y hasta en tu casa.

El mundo espiritual no lo vemos y es posible que en este mismo instante este al lado mío viéndome escribir estas palabras.

Efesios 4:27  “ni deis lugar al diablo“.

¿Cómo podemos nosotros darle lugar en nuestras vidas al diablo para que nos use? Hay muchas maneras en que podemos darle cabida al diablo, a veces pensamos que solo cuando estamos en pecados grandes, pues nos equivocamos, porque cuando nos enojamos, mentimos, decimos una palabra sucia, robamos algo, hablamos para los demás, criticamos, desobedecemos, acusamos sin razón, estamos dándole lugar para que el diablo trabaje en nosotros.

Efesios 6:11  “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo“.

Dios no nos dejó a la intemperie como muchos piensan, el proveyó armas poderosas de destrucción masiva para las maquinaciones del enemigo, armas de luz, armas invisibles para poder hacerle frente a satanás en nuestros días, pero lastimosamente esas armas nadie las usa, muchas se oxidan otras se pierden y otras nunca las usamos.

Como podemos hacer frente a una batalla sin armas, como podemos salir a la guerra sin arma, es ilógico estar en una guerra y no llevar arma. Las batallas del creyente son invisibles porque nuestros enemigos son invisibles y la armas que ha provisto Dios las conocemos bien pero preferimos hacerles frente con intelecto, razonamiento y astucia, que en varios casos fracasas. Vamos a ver unas herramientas esenciales usadas en la batalla del cristiano, las cuales son poderosas para destrucción de fortalezas.

La oración: Marcos 14:38 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil“.

La oración es el arma más poderosa del creyente pero la menos utilizada por nosotros.  En tiempo de grandes tensiones somos vulnerables a la tentación, aun si tenemos un espíritu dispuesto, la oración llave que abre toda puerta, oración carta hermosa que es llevada hacia el trono donde esta Dios sentado.

Nosotros estamos siempre dispuestos a cambiar pero nunca lo llevamos a cabo, vamos a eventos de la Iglesia, campañas y prometemos que vamos a empezar a orar y a cambiar pero cuando llegamos a la casa nos espera satanás con su ejército y ahogan todas esas promesas.

Estuve mucho tiempo esquivando esta palabra, quería crecer pero no quería orar, quería que el Señor me hablara sin orar, quería ser usado pero no quería orar, me llevo mucho tiempo esto y comencé a leer libros de crecimiento pero en todos los libros que leía la respuesta siempre era “sin oración no hay victoria” trataba de omitir ese paso vuelve compraba otro libro y siempre encontraba esta frase, “y para poder llevar frutos debes orar” al fin y acabo reconocí la oración con arma principal y el Señor me mostró muchas cosas hermosas cuando empecé a practicarla.

Alguno se me ha cercado y me ha dicho “pero es que yo no sé por quién orar” o “no aguanto estar más de 20 minutos hincado” o “no sé qué decir”. Cuando empecé a orar veía muy duro orar más de 30 minutos pero comencé y eso es lo duro comenzar a orar, pero cuando estas allí no te quieres levantar. Si dices que no sabes por quien orar “ora por mi” si es muy poco ora por tu Iglesia, si quieres más, ora por cada iglesia y más ora por cada hermano que conoces y conociste en campañas, convenciones y retiros, te aseguro que no te alcanzaran las horas.

Lectura de la Palabra: Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí

Nuestra segunda arma es el estudio diario de la palabra de Dios, porque en ella están todas las normas para vivir una vida santa. En los tiempos de Jesús los líderes religiosos sabían lo que decía la Biblia, pero no aplicaban sus palabras  a la vida. No ha cambiado mucho desde entonces, seguimos en la mismas, conocemos lo que dice la palabra, incluso nos sabemos versículos bíblicos pero no hacemos nada para aplicarlo a nuestras vidas la Biblia dice algo sobre eso: Santiago 4:17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado“.

Yo pienso que aquel que conoce bien esta palabra y ha experimentado las bondades y misericordias de Dios y no la aplica en su vida va hacer de más condenación, porque conoce., pero el problema es que no quiere hacerlo.

He visto muchos cristianos en esta situación y como he dicho hay que ser legal con uno mismo cuando nos acercamos a Dios, saben porque digo esto; nos enojamos cuando Dios no nos cumple o cuando nuestras oraciones no son respondidas pero en realidad somos nosotros los que no estamos bien, queremos que el Señor cumpla nuestras peticiones pero no queremos tener compromiso con él ni mucho menos buscar de su presencia, entonces como pensamos que nos va a contestar Dios si no queremos  buscarlo. Es ilógico.

En la biblia está el verdadero camino el salmista David dijo: Salmos 19:9  “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra“.

Para poder llegar hasta la meta, necesitamos de un mapa, pero no cualquier mapa necesitamos un mapa que nos lleve al lugar exacto que nos muestre la dirección original sin equivocaciones y esa es la Biblia, un poderoso libro el cual por muchos es rechazado y por otros mal intencionado, esta poderosa arma si se utiliza con la ayuda del Espíritu Santo será una guía para toda la vida mientras estemos en este mundo. Solo deseando esta palabra podremos decir como el salmista: Salmos 19:44  “Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente“.

Es esta parte donde fallamos muchos, tenemos biblia de diferentes colores, tamaños y estilos pero poco la estudiamos, ¿quién puede decir si ha leído toda la biblia?

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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1 comentario en «El diablo y sus demonios – Parte 1»

  1. La verdad un mensaje buenesimo pues al leer este sermon pude entender varias cosas que no sabia, aun soy un principiante en el pastorado y necesito aprender mas cada dia. ojala Dios me ayude y que Dios le bendiga grandemente pastor Juan C. Jimenes mucha gracias.

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