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Mejorando nuestras actitudes

Estudios Biblicos 

Santiago 4:1 a 5:6

Las enseñanzas de Santiago acerca de mejorar nuestras actitudes nos muestran que la práctica de actitudes correctas es el resultado de la sumisión a Dios. Unos de los problemas que con mayor frecuencia agobia a los cristianos es el tener que vivir en un mundo cuya ética está lejos de las enseñanzas de la palabra de Dios.

En esta sección Santiago propone una ética que establece lo que el cristiano debe hacer al enfrentarse con el mundo. Para Santiago, la clave del éxito en la vida del creyente que desea tener una victoria sobre el mundo y sus atracciones es la sumisión a Dios.

El Apóstol Santiago nos presenta cuatro actitudes que el creyente debe de tener en estos tiempos.

1. Mejor actitud hacia el mundo, Santiago 4:1-4 (Leer)

El escritor describe la situación espiritual de sus lectores. Los presenta involucrados en pleitos y contiendas, causado por la envidia y la codicia que domina sus corazones. Para el creyente el deseo de disfrutar los placeres del mundo está destruyendo sus bases espirituales.

En otras palabras, su ética tiene más afinidad con el mundo que con Dios. La solución para ellos es volver a los principios éticos de la Biblia y dar a Dios el lugar preeminente que le corresponde. El autor describe la raíz del problema que vivían sus lectores afirmando que procedían de vuestras mismas pasiones.

La pero actitud que se puede tener hacia los placeres que el mundo ofrece es desearlos descontroladamente y el resultado es “codicias y no tenéis” sus lectores eran incapaces de obtener lo que buscaban porque usaban los medios incorrectos.

El creyente encuentra verdadera satisfacción cuando pide a su padre celestial las cosas que están de acuerdo con su voluntad. “Pedís y no recibís porque pedís mal” Santiago menciona los problemas más comunes en la oración:

  • (a) No pedir
  • (b) pedir las cosas erróneas
  • (c) pedir por razones equivocadas.

Nuestras oraciones llegaran a tener poder cuando permitamos que Dios cambie nuestros deseos para que correspondan perfectamente con su voluntad para nosotros.

2. Mejor actitud hacia Dios Santiago 4:7-10 (Leer)

¿Cómo puede uno acercarse a Dios? Santiago nos da cinco maneras

(a) Someterse a Dios (4:7): es rendirse a su autoridad y voluntad, y entregando su vida a él y a su control, y este deseoso de seguirlo.

(b) Resistir al diablo (4:7): no permitir que satanás nos seduzca y tiente.

(c) Limpiando nuestras manos y purificando nuestros corazones (4:8) llevando una vida pura limpiándonos del pecado, sustituir los deseos de pecar por los deseos de experimentar la pureza de Dios.

(d) Afligíos, y lamentad y llorad con sincero pesar pos sus pecados (4:9): no tengamos temor de expresar profunda tristeza de corazón por lo que hemos hecho.

(e) Humillaos delante de Dios y él nos pondrá en alto (4:10): humillarse significa reconocer que nuestro valor viene solo de Dios.

Santiago llama a los creyentes a que se acerquen a Dios para que entren en una relación de estrecha comunión con el Señor.

El creyente tiene libre acceso a la presencia de Dios y puede acercarse confiadamente al trono de la gracia (Hebreos 4:16) Santiago recomienda a sus lectores que se arrepienta de sus pecados y que se humillen ante Dios. La humillación debe ser voluntaria.

3. Mejor actitud hacia los hermanos Santiago 4:11-12 (leer)

Santiago indica una prohibición en contra de un hábito que evidentemente practicaban los lectores de esta carta. La idea que Santiago presenta es que entre aquellos creyente existía la costumbre de difamar (decir el público o escribir cosas negativas contra el buen nombre y el honor de una persona) hablaban mal de la persona ausente.

En lugar de edificarse mutuamente, se estaban destruyendo unos a otros. La actitud correcta que se espera del creyente hacia su prójimo no es juzgarlo, sino amarlo, no es difamarlo sino edificarlo.

4. Mejor actitud hacia nosotros mismos Santiago 4:13-17 (leer)

Los seres humanos debemos tener un adecuado concepto de nosotros mismos. Ni muy bajo, al grado que nos menospreciemos, ni tampoco muy alto, considerándonos algo que no somos. Santiago hace un llamado a los creyentes para que se sometan a la voluntad de Dios y renuncien a su autosuficiencia.

Hoy como en tiempos de Santiago, los creyentes hacemos planes y los llevamos a cabo sin consultar previamente con Dios. A esto se deben muchos fracasos que existen en las vidas de los creyentes.

El cristiano debe entender que tiene la maravillosa opción de confiar en su padre celestial en todo lo que tiene que ver con su vida y con su futuro.

La alternativa que Santiago sugiere para la autosuficiencia es la sumisión a la soberanía de Dios: más bien deberíamos decir: “si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” la actitud correcta hacia nosotros mismos es vernos en la perspectiva de Dios y aceptar el control absoluto que él tiene sobre todas las cosas. Esto no significa que hacer planes sea pecado o que sea contrario a la voluntad de Dios, pero hacerlo a espaldas del si lo es.

Es bueno tener metas pero las metas nos pueden decepcionar si dejamos a Dios fuera de ellas. No vale la pena hacer planes como si Dios no existiera porque el futuro está en sus manos.

La vida es corta por mucho que vivamos. ¿Qué le gustaría estar haciendo dentro de diez años? ¿En un año más? ¿Mañana? ¿Cómo respondería si Dios interviniera y modificara sus planes? Planifique por adelantado pero no se aferre mucho a sus planes. Si pone los deseos de Dios en el centro de sus planes, él nunca lo decepcionara.

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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