El desanimo arma utilizada por satanás

Juan Carlos Jimenez

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Desanimado, Sin Fuerzas y sin Deseos de Seguir Adelante

El desanimo arma utilizada por satanás

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Números 21:1-7

Todas las cosas que hacemos en la vida dependen mucho del ánimo con que las hacemos. Cuando estamos animados y motivados logramos hacer grandes cosas, hacemos todo con alegría, y con motivación.

Pero qué difícil es caminar en el camino del Señor cuando viene el desánimo a nuestra vida. Cuando todo se vuelve una carga, cuando todo nos parece mal, cuando no sentimos ánimos de seguir.

El texto bíblico leído nos muestra como el pueblo de Israel se desanimó en el camino. Así como muchos de nosotros hoy en día nos sentimos desanimados de nuestros ministerios, de nuestro cristianismo, de nuestro matrimonio, de nuestro trabajo.

La biblia nos muestra cómo podemos darnos de cuenta cuando el desánimo llega a nuestras vidas. Y como podemos darnos de cuenta que el desánimo ha llegado a nuestras vidas.

1. Comenzamos a quejarnos de Dios:

Nos quejamos de lo que él ha permitido: porque si yo voy a la iglesia todo me sale mal, porque permite Dios esto y aquello Romanos 8:28. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Esto significa que todo lo que nos pasa es bueno“.

Nos quejamos de porque si Dios tiene poder no cambia las cosas: Dios no está obligado a darle por escrito lo que él hace o va hacer. Eclesiastés 5: 2. “No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras“. Si Dios no ha actuado es por algo, y todo lo que pase es por su voluntad divina.

Nos quejamos que no nos responde:

  • Juan 15:7. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho“.
  • Salmos 37:4. “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón“.

Permanecer en Cristo significa, Creer que es el hijo de Dios, hacer lo que Dios dice, seguir creyendo en el evangelio, recibirlo como salvador. Deleitarse en Cristo significa conocerlo.

Nos quejamos que es injusto: 2 Crónicas 6:23 “Tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia“. Dios es quien dará el pago no usted, por eso muchas veces nos tomamos la justicia por nuestras manos porque creemos que Dios demora.

2. Comenzamos a quejarnos de nuestro prójimo:

El pueblo de Israel se comenzó a quejar de Moisés, de su liderazgo y de sus decisiones. (vers. 5) el pueblo pensaba que era Moisés quien los había sacado de Egipto, pensaba que era Moisés quien los había metido en el desierto, pensaba que Moisés era el culpable de todas las cosas que le pasaban.

Ahora de quien nos estamos quejando nosotros: del Pastor, del hermano, de la esposa, del esposo, del jefe, no será que el problema no son las personas sino el desánimo que ha llegado a nosotros.

3. Comenzamos a quejarnos de lo que no tenemos:

Fulano tiene y yo no;

  • Éxodo 20:17. “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo“.
  • Marcos 4:19. “Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa“.

4. Comenzamos a quejarnos de lo poco que tenemos:

Lucas 12:26. “Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Pobre de mí, no tengo nada“. Israel se quejó de que no había pan ni agua, menosprecio el pan que Dios les daba todos los días. Igualmente nosotros nos quejamos de lo que nos hace falta y no agradecemos nada de lo que tenemos y que Dios nos ha dado.

El desánimo es una arma muy utilizada por Satanás, pues por medio del desánimo logra que dejemos nuestros proyectos a medias, (Nehemías 4:6-10)

La muralla fue construida hasta la mitad porque el pueblo tenía ánimo para trabajar, pero una vez comenzaron los problemas, las críticas, la amenazas, el pueblo se desanimó. Comenzaron a quejarse, no tenían fuerzas, que era mucho el escombro y dijeron que no podían edificar. Cuantas cosas en nuestra vida son como esa muralla, las comenzamos con ánimo, con empuje pero una vez comienzan los problemas, la carga se vuelve más pesada.

Las pruebas se ponen más difíciles, dejamos a medias las cosas, cuantos estudios a medias, cuantos ministerios a medias, cuantos terrenos sin sembrar, cuantos negocios que ya no se abren, por culpa de nuestro desanimo. Es normal sentir desanimo en algún momento de nuestra vida. Grandes hombres de Dios lo experimentaron.

Josué el gran conquistador de Israel (Josue 7:7. “Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!“)

Elías el profeta del fuego (1 Reyes 19:3-4 “Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Lo que nos es normal es que vivamos siempre desanimados“.

Pero lo que no es normal es que vivamos siempre desanimados a Josué le dijo:

  • Josué 7:10 “Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?
  • A Moisés le dijo 1 Reyes 19:5Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come“.

Dios comprende que nos sintamos desanimados porque las cosas no siempre salen como quisiéramos, porque no tenemos dinero, porque no tenemos trabajo, porque tenemos un problema, pero él no nos quiere desanimados siempre. Santiago 1:2-3 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia“.

La mejor herramienta del diablo El Desanimo

Cierto día el diablo decidió retirarse de los negocios y vender todas sus herramientas al mejor postor. El aspecto de la subasta era imponente: todas sus armas estaban dispuestas de tal forma que no podían dejar de llamar la atención. Allí se encontraban entre otras:

  • el odio
  • la malicia
  • la envidia
  • los celos
  • los engaños
  • la sensualidad desmedida

Separado del lote principal, había un objeto aparentemente inofensivo con aspecto de haber sido muy usado y cuyo precio era muy superior al de todos los demás objetos. Alguien preguntó al diablo: – ¿Cómo se llama ese instrumento?

Y éste contestó: – Desaliento.

-¿Por qué su precio es tan alto?

La respuesta no se hizo esperar:

– Porque este instrumento es más útil que cualquier otro.

Y explicó: – Con el desaliento puedo entrar en la conciencia del ser humano cuando todas las demás herramientas han fallado. Una vez adentro, con esta sola arma puedo llegar a hacer lo que desee con esta persona. Está muy gastada porque la utilizo mucho y con casi todo el mundo. Como muy pocos saben que me pertenece, puedo usarla continuamente para lograr mis propósitos.

A pesar de su utilidad, el precio del desaliento era tan alto… que aún hoy… sigue siendo propiedad del diablo.-

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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Juan Carlos Jimenez

Mi mayor deseo es predicar la sana doctrina, presentar a Jesucristo como único medio de salvación, nuestra doctrina es, Jesús Salva, Jesús Sana, Jesús Bautiza, Jesús viene pronto. no hay otro medio (Hech 4:12) . Soy un siervo de Jesucristo, no me atribuyo nombres solo siervo de Jesucristo.

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