Sentimientos. Los sentimientos son obstáculos que destruyen el diario andar del creyente, es andar de acuerdo al sentir, a las circunstancias de la vida, por lo que mira, lo que sucede a su alrededor y anda por sentimientos al ritmo del tambor de lo que sucede en su entorno religioso, social, cultural y familiar. Hebreos 12:1 dice que corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en el autor y consumador de la fe.
2 Corintios 5:7 Por fe andamos, no por vista.
b) La mente. La mente es el instrumento de nuestros pensamientos. Por medio de la mente el hombre conoce, piensa, imagina, recuerda y entiende. Es en la mente donde suceden las más terrible batallas demoniacas para destruir, obsesionar, perturbar y atar la vida del hombre.
La mente del hombre es una gran fortaleza; es motivo de orgullo y es la causa del progreso de la civilización; sin embargo, espiritualmente es un gran peligro, pues es un terreno especialmente susceptible para la acción de Satanás. El entendimiento es fácilmente cegado, y surgen argumentos y pensamientos contra el conocimiento de Dios. Con la mente el hombre no puede conocer a Dios, antes bien, levanta fortalezas mentales que le han llevado a apartarse de Dios y aun a desafiar a Dios. Una mente reducida por Satanás es como una fortaleza que es necesario derribar. En el momento de la regeneración, la mente es traída a la obediencia a Cristo, pues arrepentimiento significa cambio de mentalidad. 1 Co.2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Sin embargo, aun en el creyente, la mente es el punto más vulnerable para la acción de Satanás. El nuevo creyente tiene un nuevo corazón, pero todavía arrastra una mente vieja. Muchas veces la mente se llena de pensamientos, imaginaciones, recuerdos, o ideas confusas de modo incontrolable. Su mente estuvo tan manipulada por Satanás en el pasado, que no puede dejar esos pensamientos a menos que su mente sea renovada. El diablo puede poner pensamientos en la mente (como en Judas) o quitar pensamientos; de hecho, el diablo quita la palabra sembrada en el corazón para que las gentes no crean y se salven Mateo 13:19. Con todo, él no tiene soberanía sobre ella, a menos que el cristiano, consciente o inconscientemente se lo permita, cediéndole terreno. ¿Cómo se le cede terreno a Satanás en la mente? Primero, con una mente que acaricia el pecado. Segundo, con una incorrecta comprensión de la verdad de Dios. Tercero, buscando las predicciones (horóscopos). Si un creyente busca conocer el futuro, le vendrá aquello que cree, porque los demonios hallarán terreno para provocarlo. Proverbios 10:24 Lo que el impío teme, eso le vendrá
Finalmente, manteniendo la mente vacía o pasiva. El diablo desea una mente así para poner sus pensamientos. Dios no quiere robots, quiere que el hombre coopere con él, en pleno uso de sus facultades. Si el cristiano no ocupa su mente, tampoco la ocupará Dios El respeta sus decisiones, aunque sí la puede ocupar Satanás pues ladrón y engañador. Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Una mente renovada es también una mente abierta, libre de prejuicios, que estará en condiciones de recibir la Palabra de Dios a través de otros cristianos, o mediante lecturas edificantes. Una mente renovada, en fin, es una mente controlada y purificada por el Espíritu y llena de la Palabra de Dios. Efesios 4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente
El alma representa el lugar santo del tabernáculo de Moisés.
3. El Espíritu
El término griego para “espíritu” es pneuma, que significa “aliento o soplo”.
Por medio del espíritu somos conscientes de Dios. El espíritu es quien nos relaciona con el mundo espiritual, y es por medio del espíritu nuestro que la salvación se hace posible por medio de la chispa de fe y la obra salvadora que Jesús conquisto con su muerte.
En relación a la salvación: el espíritu es cubierto por la justificación (la sangre de Jesús nos limpia y cubre de todo pecado, cuando venimos ante el padre siendo pecadores Él no ve nuestra vida pecaminosa sino la sangre de Jesús cubriéndonos.
En la salvación la obra de Dios comienza primero en el espíritu, continua en el alma, y debe expresarse en el cuerpo para que la salvación se manifieste en plenitud y no a medias o en parte. Los religiosos cometen muchos errores al ensenar que los que desean integrarse a la iglesia y aspirar ir al cielo deben cambian sus hábitos de vestir y expresión, pero lo único que pueden lograr es maquillar o barnizar la vida exterior mientras que el interior permanece muerto y lleno de corrupción, Jesús les dijo a los fariseos de sus tiempos y a los religiosos modernos “sepulcros blanqueados y en su interior llenos de corrupción. La salvación y renovación es un proceso que da comienzo en el interior del ser y los cambios del exterior son el resultado de una vida sujeta al espíritu.
El pecado comienza de forma inversa inicia en el cuerpo infiltrándose a través de los ojos que son lámpara del alma y los oídos y tacto como ventanas al Corazón. El drama del Edén sucedió de esta forma. Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Eva miro, codicio, toco y comió y así ambos cayeron en desobediencia muriendo espiritualmente.
Sentidos del espiritual igual que el cuerpo y el alma, el espíritu posee sentidos: Fe, esperanza, amor, temor de Dios, adoración, intuición. Con estos sentidos podemos percibir el mundo spiritual y a Dios mismo cuando le buscamos acercándonos a Él. Entonces es por medio del espíritu que podemos ver a Dios, tocarle y sentirle, probarle, oírle, y respirar su fragancia divina, cuando decimos que el hermano es muy espiritual, nos estamos refiriendo que vive muy cerca de Dios, ocupados en las cosas espirituales y activos y en comunión con la iglesia. (El cuerpo y el alma mientras vivamos no pueden ser espirituales, más bien llevar una vida moral sana y viviendo sujetos al espíritu)
Alimento del espíritu: La oración, la lectura de la biblia, toda predicación, himnos y canciones espirituales, adoración y servicio. Dijo Jesús: 4:23-24 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Alimentarnos adecuadamente y permanentemente traerá como resultado un espíritu sano y en forma con capacidad, fortaleza y disposición y diligencia al servicio de nuestro Dios. Jesús dijo: Lucas 11:3 el pan nuestro de cada día dánoslo hoy; Mateo 4:4 Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La palabra de Dios nos exhorta a alimentar nuestro espíritu cada día con la palabra de Dios y no cada semana o mes. Así como el cuerpo se debilita, enferma, agoniza y muere por falta de alimentación, así el espíritu se debilita, enferma, agoniza y puede morir por falta de alimento adecuado y continuo, es lamentable que muchos cristianos no mantienen una vida de oración y lectura devocional cristiana, pero peor aún ministros y lideres que se dicen apóstoles, que adolecen de una vida de oración y carentes del conocimiento de la palabra de Dios, guiando a muchos a la ruina e ignorancia espiritual.
Mateo 15:14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
El espíritu se ve representado en el tabernáculo por el lugar santísimo.
Por medio de espíritu tenemos la capacidad de oír la voz de Dios, animándote a hacer el bien, o advirtiéndote que no te apresures a tomar una decisión que puede ser fatal. Una de las reacciones del espíritu la vemos claramente cuando ante cualquier peligro sea cual sea nuestra creencia religiosa, clamamos a Dios para que nos proteja, ayude o salve. En el espíritu del hombre se encuentra también toda el área dedicada a la adoración y alabanza a Dios. ¿Sabes que tú puedes tener una relación o amistad auténtica con Dios? Él está permanentemente a tu lado, esperando que le permitas obrar en tu vida.
El espíritu del hombre es el lugar en que establecemos toda comunicación con Dios. Romanos 8:16; 1 Corintios 14:14. El espíritu (de quien ha sido regenerado) tiene tres funciones principales: conciencia, que discierne lo bueno y lo malo 1ª Corintios 5:3; 2ª Corintios 2:13, intuición, con la que se sabe y se sienten los movimientos del Espíritu Santo Marcos 2:8; Juan 11:33, y la comunión, con que se adora a Dios Juan 4:23; Romanos 1:9 Antes de la caída, el espíritu del hombre era la parte más noble de todo su ser, y tanto el alma como el cuerpo le estaban sujetos. Por el espíritu, Adán percibía a Dios, y tenía comunión con él. Pero con la caída, el espíritu murió, perdió el control y la comunión con Dios, y comenzó a vivir por el alma. El espíritu del hombre quedó bajo el poder y la opresión del alma (el alma se convirtió en amo, el cuerpo en mayordomo y el espíritu en esclavo)
Con el milagro de la regeneración, Dios comienza a recuperar su lugar en el hombre, pues viene a habitar en su espíritu, ahora revivido o vivificado. Juan 1:13; Tito 3:5; Romanos 8:16; 1ª Corintios 6:17. El propósito de Dios es que el espíritu recupere el gobierno sobre el alma, y a través de ésta, sobre el cuerpo. Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
La vida del cristiano necesita ser gobernada por el espíritu. De aquí surge una lucha entre el alma y el espíritu, y como en toda lucha, vencerá el que es más fuerte. Si es más fuerte el espíritu, y tiene control sobre el alma y el cuerpo, será un cristiano espiritual; si, por el contrario, el alma (aliada con los apetitos del cuerpo) es quien tiene el control, será un cristiano carnal. Gálatas 5:17-18 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Para que el cristiano logre la victoria, será necesario separar del todo el alma del espíritu. Hebreos 4:12 dice que la Palabra de Dios produce esta necesaria división Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Luego, por medio de la operación de la cruz, el alma mengua, y por la operación del poder del Espíritu de Dios, el espíritu se fortalece.