Nacer de nuevo

En cualquier caso, la opinión de una sola persona no habría cambiado en nada la decisión del consejo religioso.

Nacer de Nuevo – Nicodemo busca a Jesús

Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.” (vers. 2)

Los estudios biblicos nos dejan saber que Nicodemo viene a ver a Jesús durante la noche, esto parece un intento de evitar juicios y comentarios de otros judíos ante una figura enormemente polémica como Jesús.

Nicodemo era un personaje prominente en Israel a nivel político y religioso, por lo tanto la reputación de Nicodemo tenía mucho que perder en este encuentro.

Desde un punto de vista simbólico hay que añadir que la noche es una alegoría del estado espiritual de un hombre no nacido de nuevo.

La forma de dirigirse a Jesús como un maestro venido de Dios suena muy respetuosa, aunque por supuesto esta afirmación no es exacta. Jesús es Dios mismo, no un mero maestro.

Los estudios biblicos nos inclinan a pensar que Nicodemo parece ser un hombre honesto, quien buscaba sinceramente la verdad, y que reconoce correctamente que las señales que hacía Cristo procedían de Dios.

La afirmación de que nadie puede hacer las señales que Jesús hacía es bastante discutible, pues sabemos que el diablo es capaz de realizar grandes señales y prodigios, y de hecho es un imitador de Dios, pues no en vano desea ser adorado como Dios (Mateo 24:24, 2 Tesalonicenses 2:9)

Su comportamiento posterior sugiere que después de su conversación con Jesús experimentó lo que significaba nacer de nuevo. Los estudios biblicos nos demuestran que Nicodemo se convirtió en un hombre transformado, con un nuevo entendimiento de Dios, y de sí mismo.

Para ver el reino de Dios hay que nacer de nuevo

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (vers. 3)

La expresión “de cierto, de cierto” procede de un hebraísmo que enfatiza la veracidad de lo que se dice y que podría traducirse también como “ciertamente” o “verdaderamente”. Jesucristo no parece impresionarse por las palabras lisonjeras de Nicodemo y se zambulle inmediatamente en el asunto sin rodeos.

La respuesta de Jesús choca abiertamente con las creencias judías de la época, puesto que se pensaba que con sólo pertenecer al pueblo judío étnicamente, era suficiente para la salvación. La única cosa que le faltaba al pueblo judío era un mesías triunfante.

La postura de Jesús totalmente distinta, es que la seguridad de la salvación por tanto no radicaba en un origen racial, sino en un nuevo nacimiento.

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