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Jesucristo

JESUCRISTO: “VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE”

INTRODUCCION

¿Por qué escribir sobre un tema que ha sido profusamente abordado, y por las mentes más conspicuas de la ciencia Teológica?

¿Acaso no es del dominio del pueblo Cristiano después de tantas luchas encarnizadas y debates Cristológicos el suficiente conocimiento de la Persona de CRISTO?

Lamentablemente las cosas no son como se esperan, y buen número de Cristianos pese a ser sinceros y amantes del Salvador; ignoran algunos aspectos esenciales del Señor que los rescató.

Algunos no han podido discernir siquiera que en JESUCRISTO se encuentran inconfusas las naturalezas Divina y humana, misteriosamente.

Otros se han atrevido a mutilar ya sea su Estado Divino; concibiendo a JESÚS como un simple hombre, o la Encarnación misma, negando de este modo su verdadera humanidad.

No han faltado aquellos que han enseñado que una vez que el VERBO se hizo carne; el LOGOS dejó de ser DIOS temporalmente hasta su ascensión a los cielos, ni quienes han afirmado que JESUCRISTO una vez Resucitado dejó de ser hombre.

Por todo lo antes dicho y por la ingente necesidad de no pocos Cristianos de una adecuada y nutriente alimentación Bíblico-Teológica, le he pedido al ALTÍSIMO que me ilumine y favorezca en la preparación de este estudio.

(1) JESUCRISTO VERDADERO DIOS

No pocas sectas pseudo Cristianas de nuestros días tales como los Testigos de Jehová, los Cristadelfos, la Iglesia de la unificación (Moonies), etc. han rechazado enconadamente la Deidad de JESUCRISTO.

Sin embargo, estas herejías contemporáneas no representan ningún espíritu de novedad en la historia de la Iglesia, como tampoco en el desarrollo del dogma. Ya en los primeros siglos de la Iglesia nos encontramos con herejes tan infames como el propio Arrio, presbítero de Alejandría  que negaba la Divinidad del Hijo de DIOS; contradiciendo así la doctrina Bíblica de la Trinidad, y la Escritura misma.

Pese a todo ello, el pueblo Protestante y la mayoría de las Denominaciones Evangélicas posteriores a la Reforma; conservan fielmente su identidad Cristiana como su amor y devoción al Fundador del Cristianismo.

JESUCRISTO no es un mero hombre, ni un simple filósofo moralista como arguyen algunos; por el contrario como bien dijo Pedro el día de la curación del cojo en el pórtico de Salomón: “El es el Autor de la vida” (HCH: 3:15), y quien ponga en entredicho esta honrosa verdad estará labrando seguramente su propia ruina y perdición.

Basta mostrar algunos testimonios pertinentes para destacar la absoluta Deidad de JESUCRISTO

EL TESTIMONIO DEL PADRE:

Tres veces relata la Escritura sobre la aprobación Divina que recibió nuestro Señor JESUCRISTO en calidad de Mesías prometido, corroborado por la voz Personal del PADRE que se manifestó en ocasión de su bautismo (MT: 3:17), en el monte de la Transfiguración (MT.17:1-5), y en víspera a su Crucifixión (JN: 12:28).

En dos de esas tres ocasiones el PADRE se dirige a JESUCRISTO con la expresión “HIJO Amado”; que contiene profundas implicaciones Teológicas:

1. Así como la acostumbrada frase “Hijo del Hombre,” denota la autentica humanidad de CRISTO y su real participación de nuestra naturaleza (Excepto en el pecado), de la misma forma “HIJO Amado o HIJO de DIOS,” expresa su unidad de Esencia y Divinidad con el PADRE; Por esa razón los Evangelistas nos cuentan sobre las hostiles reacciones de parte de los Judíos ante la identificación publica que hacía JESUS de DIOS como su PADRE. (JN: 5:18)

2. “HIJO de DIOS”, no significa como afirman algunos antagonistas del Evangelio que JESUCRISTO tuvo un comienzo en determinado momento del tiempo y el espacio; y que como criatura carece del rango de igualdad con el PADRE en cuanto a Divinidad y Gloria.

La Biblia sostiene con carácter indeleble la eternidad del HIJO; y la anuncia a voz en cuello por todas sus páginas sagradas (MIQ: 5:2- JN: 1:1- HEB: 7:1-3).

“HIJO de DIOS” no presupone origen alguno, ni principio de existencia; sino la singular relación y filiación del eterno VERBO de DIOS con el PADRE.

3.  Mientras el pueblo Cristiano es ahijado por DIOS a través de la Adopción, la que es llevada a cabo por la Obra y Operación del SANTO ESPIRITU; JESUCRISTO es el HIJO de DIOS por antonomasia, en virtud de su Divina Naturaleza.

El TESTIMONIO DE JESUS:

JESUCRISTO siempre fue claro respecto a su unidad indivisible con el PADRE, como compartiendo la misma naturaleza Divina; sus Palabras tanto como sus Obras revelan sin ningún tipo de vacilación el hecho inapelable de su unión inmanente con la Deidad.

Unos cuantos ejemplos Bíblicos apoyan esta aseveración:

1. JN: 8:58y59, JESUCRISTO declara categóricamente existir no solo antes del Patriarca Abraham; sino que se presenta así mismo como el gran “YO SOY”, Nombre con el que el Señor se dio a conocer a Moisés en Sinaí (EX: 3:13), y con el que declara su eternidad, aseidad e inmutabilidad; por lo que sus opositores al oírlo comprendieron las dimensiones de las Palabras del Señor, intentando por ello lapidarlo; bajo el cargo de supuesta blasfemia.

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