2. JN: 10:30, Juan el Apóstol amado más que ningún otro Evangelista destaca la plena Deidad de JESUS, y recoge en su Evangelio las sublimes expresiones del Señor de Gloria, como en este incidente, donde JESUS se muestra en clara consubstancialidad con el PADRE; -eso es lo que revela la palabra Griega “Hen” que utiliza el Apóstol y que nuestra versión en Español traduce “Uno”- despertando el vilipendio de parte de los Judíos que procuraron apedrearlo nuevamente.
EL TESTIMONIO DE LOS APOSTOLES:
La Bibliahabla del fundamento Apostólico como regla infalible de sana doctrina; y el testimonio de estos gigantes espirituales es de mucha relevancia en materia Teológica.
Tanto los Apóstoles Pedro (2PE:1:1), Juan (JN: 1:1- 1JN:5:20), Felipe (JN: 20:28) y Pablo (ROM: 9:5- TIT: 2:13), reconocieron a JESUCRISTO como DIOS; y el valor de sus palabras desestiman con gran elocuencia las declaraciones perniciosas y absurdas de los fraguadores de la Fe.
Si JESUCRISTO no es DIOS habría que raer del Libro Sagrado estos contundentes Pasajes que son obvias referencias de la Deidad de JESUS.
No se puede seguir rechazando lo que es tan patente, por el contrario; es menester aceptar las evidencias indubitables que apuntan a la Divinidad de JESUS con humildad obediente, echando a la borda cualquier sistema Teológico que menoscabe su augusta Persona.
Concluyo esta primera parte esperando haber sido lo más objetivo posible, y rogando al Omnímodo que su Gracia toda suficiente me permita seguirlo siendo en la parte siguiente.
(2) JESUCRISTO VERDADERO HOMBRE
La tendencia dualista de la filosofía docética; consiste en la negación de un cuerpo real en JESUS por uno fantasmal e ilusivo. Este pensamiento maniqueísta bebe de la fuente contaminada del gnosticismo pagano -la disyuntiva espíritu-materia-, y reaparece en nuestros días con nuevo rostro y disfraz.
El rechazo de la Encarnación del LOGOS fue rebatido en su forma primigenia por los Apóstoles Pablo y Juan en sus Escritos Canónicos, y los diferentes Concilios que giraron en torno a las controversias Cristológicas inclinaron la balanza a favor de la Enseñanza Apostólica.
Para proseguir con este interesante punto conviene mencionar algunos hechos ponderables.
La Encarnación de CRISTO:
Sin ánimo de afectar humildad, resulta tarea superflua pretender expresar con palabras humanas “Misterio tan Glorioso como la Encarnación”, donde el mismísimo DIOS del Cielo, la Segunda Persona de la Santísima TRINIDAD, se humanó en la Bendita Persona de JESUCRISTO; haciéndose para nuestro bien y Salvación semejante en todo al hombre, menos en el pecado, y uniéndonos a su Cuerpo Místico a través de su humillación.
Veamos lo que enseña la Escritura al respecto
El Apóstol Juan
El Apóstol amado en el prologo de su Evangelio, luego de comunicarnos acerca de la seguridad de la Deidad de JESUCRISTO, pasa en seguida a considerar sin tratar de alimentar la mórbida curiosidad de algunos, el tema de la Encarnación del VERBO Divino, diciéndonos en palabras memorables “El LOGOS se hizo Carne” (JN: 1:1,14); y todas las descripciones posteriores del JESUS sediento, hambriento, cansado, y finalmente muriendo por nuestros pecados tienen como mira probar la indiscutible humanidad de JESUS.
También en sus Epístolas universales asegura ser testigo de primera mano del DIOS Humanado (1JN:1:1), y reconoce el espíritu del Anti-CRISTO de todos aquellos que no confiesan al DIOS-Hombre (2JN:7)
Apóstol Pablo
De igual modo el insigne Apóstol Pablo confrontó ésta antigua herejía gnóstica y perseveró inconmovible en la doctrina Bíblica de la Encarnación del LOGOS Divino.
Un ejemplo de ello lo encontramos en COL: 2:9, donde Pablo aclara que JESUCRISTO no es un mero Demiurgo, es decir; una Emanación Intermediaria entre DIOS y su Creación, sino el Pleroma (Traducido como ¡Plenitud!) de la Deidad revelada en Carne y Huesos (Corporalmente).
Pablo en ésas cortas sentencias reconoce a JESUCRISTO como el DIOS-Hombre subsistiendo en una sola Hipóstasis; ya que ciertos falsos Maestros estaban extraviando a algunos Hermanos en Colosas al contrariar la real Humanidad de CRISTO.
En FIL: 2:5-7; Pablo contrasta la “Forma de DIOS” en JESUCRISTO, o sea; su Igualdad a DIOS (V.6) desde toda la Eternidad, con la “Forma de Siervo” (V.7) asumida a partir de la Encarnación, que no es otro modo de comunicar la solidaridad de la Segunda PERSONA de la Trina Deidad en su total identificación con la Progenie Humana al hacerse Hombre sin dejar de ser DIOS.
CONCLUSION
De manera conclusiva deseo zanjar algunas cuestiones que mencionaba en el exordio de éste corto Tratado Cristológico, y que compendio en tres importantes preguntas:
1) ¿Por qué el VERBO se hizo Carne?
Hay varias razones para ello, pero mencionaré las que a mi consideración personal son las más sobresalientes.
a) Puesto que JESUCRISTO es DIOS, no hay nadie que revele mas exactamente al PADRE que Él; todos los Atributos que posee el PADRE se encuentran en el mismo grado de perfección e igualdad en el HIJO, asimismo como Hombre, todo lo que debía ser Adán como Cabeza Federal de la Raza Humana; fue llevado a cabo satisfactoriamente en su Vida inmaculada.
Ahora bien, JESUCRISTO como máxima expresión de DIOS y perfecta semejanza (Igualdad) de Hombre; nos muestra tanto como debe ser conocido DIOS, a la vez de cómo tiene que conducirse el Hombre.