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Prepare a sus hijos para que sigan a Cristo

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Prepare a sus hijos para que sigan a Cristo

Introducción

La Biblia afirma que  los hijos de padres  cristianos deben vivir creyendo  en  las promesas  dadas por Dios,  porque  han sido  llamados para que tengan  una relación con él (Hechos  2:39; 1 Corintios 7: 14). 

Sin embargo,  a pesar de esta invitación, nuestros  hijos deben optar voluntariamente por seguir  a Cristo.  Uno puede  preguntarse  qué  puede  hacer  como padre  para  animarlos  a aceptar  el llamado  de  Dios   a  vivir  vidas  cristianas,  y  aquí   les  presentamos   varias sugerencias que  vale la pena tomar  en cuenta.

1. Enseñe a sus hijos a amar y respetar a Dios

La mejor  forma   de  enseñar  a sus hijos a que  amen  a Dios es  a través  de  su ejemplo personal.  Si ellos  ven  que  usted  se  relaciona  de  manera  amorosa  y constante  con Jesucristo  y le obedece a pesar de los pequeños  sacrificios que esta  obediencia   requiere,  probablemente   desearán  hacer   lo   mismo.   Por  el contrario, si rara vez estudiamos  la Biblia  u oramos, nuestros hijos pueden llegar a la conclusión  de  que tener  una relación con Dios tiene  muy  poco  o nada de valor. Junto con darles  un  ejemplo  cristiano, podemos conversar  con  ellos acerca  de Dios y su naturaleza.

Las Escrituras  dicen  que los padres cristianos no solo tienen la responsabilidad  de enseñar a sus hijos  acerca  del Creador,  sino también  sobre la importancia de honrarlo  y obedecer  sus leyes (Deuteronomio  6:4-7).  Además,  debemos  asegurarnos   de hablarles  a menudo sobre lo que Dios ha hecho y continúa haciendo.  

La Biblia dice  que  incluso  podemos    jactarnos    acerca   de   él   (Salmos   34:2; 1 Corintios 1:31).  Destaque  las numerosas  cualidades  del  Eterno  señalando  las maravillas del mundo natural, cómo Dios  satisface las necesidades  diarias de la familia  y  cómo   él  lo   ha  ayudado a  usted  de   maneras   milagrosas.   Estas conversaciones pueden  ayudar a sus hijos a comprender que Dios es muy real y que bendice a quienes optan por honrarlo  y obedecerlo.

2. Comparta con sus hijos  la visión  del propósito que  Dios tiene para  ellos

Nuestros hijos  necesitan entender que Dios no solo tiene un propósito para sus vidas,  sino  también   que  él  los  guiará para  que  tengan   éxito  en  su  futuro. Ayúdelos a entender  que  tendrán más  bendiciones si  siguen a Dios que si  lo excluyen de sus vidas,  y haga especial énfasis  en que no solo tendrán un futuro esplendoroso, sino  que su  vida presente también puede ser  promisoria y plena (Juan 10:10).

Esto  es  muy  importante,  porque  si  nuestros hijos sienten  que  vivir  una  vida cristiana  implica   solo   sacrificios,   con   escasos  beneficios   inmediatos,   les parecerá   muy   poco  atractiva.   Mientras  les  enseñamos  a  disfrutar  la  vida presente,   debemos   señalarles  constantemente   el  maravilloso   futuro  que les espera en el Reino de Dios venidero  (Mateo 6:33).

3. Seamos padres cristianos ejemplo positivo del cristianismo

Todos sabemos  que  a pesar  de nuestros esfuerzos por llevar una  vida cristiana, de vez en cuando  se presentan circunstancias problemáticas. Tenga  muchísimo cuidado  en  cuanto   a mencionar  situaciones negativas  en  la presencia   de  sus hijos, especialmente si éstas no les conciernen,  ya que la mayoría de los niños carece de la madurez necesaria para evaluar situaciones adversas.  En la medida de lo posible, converse  estos temas  con su cónyuge y amigos  en privado.

Si sus hijos se enteran  de  algún problema, tómese  el tiempo  de  explicarles  la situación de la manera  más  positiva posible. Si no lo hace, ellos pueden  llegar a  conclusiones   erróneas.   Si  enfatizamos   lo  negativo,  nuestros   hijos  pueden pensar que Dios es débil,. falto  de poder e, incluso, que su existencia no es más que un mito.

Explíqueles la gran importancia  de esperar  con paciencia la ayuda  de  Dios,  y  que  mientras   tanto  hay  muchas   lecciones  valiosas  que pueden aprender. Si  sus  hijos  observan   una   conducta  pecadora  o  débil   en   otros   cristianos, ayúdelos a entender que todos  los cristianos de vez  en  cuando  se equivocan  y pecan.  Aliéntelos   a orar  por  aquellos  que han  actuado  mal, y a confiar  en que Dios se encargará  de la situación de una manera justa.

4. Enseñe el propósito y valor de  las  pruebas

Dios  permite que ocasionalmente  enfrentemos  pruebas,  para refinar  nuestro carácter. Debemos enseñarles  a nuestros  hijos  que  tales  dificultades  no  tienen  el propósito  de desalentarnos,  sino  de  fortalecemos,  para   que  aprendamos  a pensar  y  actuar  más  como Jesucristo  lo  hace  (Santiago 1:2-4).

En  ocasiones   podemos  desanimar  involuntariamente  a  nuestros  hijos,  como cuando describimos las  dificultades que  hemos enfrentado  o las  oportunidades que hemos perdido como resultado de obedecer las leyes  de Dios. Por ejemplo,  un padre  podría mencionar que perdió  un  ascenso en el trabajo por negarse a hacer algo éticamente   reprobable.  

Aunque   una    situación   así lógicamente   puede   desalentar momentáneamente   a  un  adulto,   su  hijo  puede llegar  a  la  conclusión  de   que  el  camino  de  Dios,  basado  en   la obediencia, paciencia y fe,  no  funciona. Nunca  olvide esto: su hijo  necesita  entender que el camino de  Dios produce mayor  éxito  y felicidad, pero  que  a veces  exige fe y paciencia  de nuestra parte (Mateo 11 :28-30).

En Romanos  8:28  el  apóstol   Pablo  afirmó:   “Y sabemos  que  a los  que  aman a Dios, todas   las   cosas   les   ayudan  a  bien,  esto   es,   a  los  que   conforme   a su propósito son llamados“. Ayude a sus hijos a entender esta  verdad relatándoles las historias de  José, Ester  y otros  personajes bíblicos  que  gracias a la ayuda de Dios   enfrentaron  con   éxito   muchas dificultades. Enséñeles  lecciones  que puedan  ayudarles a desarrollar su fe  y confianza en l as cosas espirituales.

5. Satisfaga las necesidades físicas, sociales y emocionales de sus hijos

Los niños  necesitan sentirse aceptados  y apreciados,  lo  cual  es  crucial para  su desarrollo espiritual  y  emocional.   Además  de  preocuparse por  satisfacer  sus necesidades emocionales, sociales y físicas,  asegúrese de dedicar mucho tiempo  a hablarles  e interactuar con  ellos

A  veces  los  padres  sólo  corrigen   el   mal  comportamiento  de   sus  hijos y  no elogian sus logros. Esfuércese  todo lo  posible para que  su  interacción  con ellos sea  positiva, buscando maneras  de forzar activamente su buen  comportamiento.

A medida que  nuestros hijos  se convierten en  adolescentes se  ven  enfrentados a más exigencias sociales,  y cómo  sus amigos  ejercen una  influencia  cada  vez mayor  sobre  ellos, es  muy   importante proveerles  abundantes oportunidades de interactuar con  otros  jóvenes de familias  cristianas.

Sin embargo, es  probable  que  para  lograr  esto  debamos renunciar a algunas  de nuestras metas Personales, inmediatas,  pero  nuestros hijos  se  lo merecen.  En  el largo  plazo, este sacrificio  personal  nos brindará  mayores bendiciones y les  demostrará  a ellos cuánto  los amamos  y valoramos.

6. Honre a Dios disciplinando a sus hijos

Así como   es  importante   hacer que nuestros   hijos  se   sientan aceptados  y valorados, debemos     hacerles    entender    que    no    se    les    permitirá    un comportamiento inapropiado  o pecaminoso. En el afán  de complacer  a sus hijos, algunos padres  permiten que deshonren  a Dios con sus acciones.  Enseñe a sus hijos los sagrados  principios de obediencia a todas las leyes de Dios, incluyendo el quinto  mandamiento,  que  nos  exhorta  a honrar   a nuestros   padres  (Éxodo 20:12). 

Cuando sus hijos  se equivoquen, corríjalos con amor. Hay  muchas  escrituras que nos aconsejan hacerlo  (Proverbios 19:18; 23:13-14 1 Timoteo 3:1-5).  En uno  de sus  ejemplos,  la Biblia nos  relata  la aleccionadora  historia  de  Elí,  el sacerdote  que no  corrigió  el mal comportamiento  de sus hijos.

Elí  honró  a sus hijos por encima  de Dios, lo cual es un pecado ( 1 Samuel 2:30; Mateo 10:37), y los tres fueron  destruidos  como consecuencia de ello (1 Samuel 2:123:18). Los padres  que hacen  caso  omiso al  pecado  o descuidan  la disciplina  pueden dañar el carácter  de sus hijos (Proverbios 22:15;  Romanos 6:23).  Por ejemplo, si uno no enseña autocontrol  a su hijo,  éste pagará las consecuencias  en etapas posteriores de su vida.

Enseñe a sus hijos  que todas  sus decisiones y acciones tienen consecuencias,  y ayúdelos  a entender  los  debilitantes   resultados   del   pecado.   Cuando   éste produzca efectos nefastos en la vida de otras personas, hágaselo notar  a sus hijos sin revelar nombres,  a menos  que ellos ya estén  enterados  de la situación.

Confíe  en  que  Dios  le  ayudará  con  sus  hijos. Preparar  a nuestros  hijos  para  que  sigan a Cristo es  todo  un  desafío,  pero  al mismo   tiempo    una   responsabilidad   muy   gratificante. 

Tenemos   la   gran oportunidad  de explicarles  y demostrarles  con  nuestro  ejemplo  el  camino  de vida de Dios,  y recuerde  que sin su ayuda ningún padre puede tener éxito.  Ore a Dios constantemente para que lo guíe y encauce;  cada niño es único y Dios  lo ayudará de la mejor manera para dirigir sus pasos.

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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