Estudios Biblicos
Introducción
En el día de hoy para los creyentes no católicos se hace muy difícil seguir en los caminos de Dios, debido a algo que se llama tradición, los tradicionales tienen alrededor de 1600 años en su religión que nace cuando Alejandro Magno conquista Israel y se lleva todo y llama a católico a un pueblo, lo cual significa universal, los universales, los llamaremos así, tiene más de mil años, contra unos 400 años de la religión evangélica.
Pero he aquí el texto que leímos, que por esta razón Jesús estaba por romper la tradición, de los religiosos de esa época para dar paso al verdadero evangelio que él describe en Mateo 23:23.
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. (Mateo 23:23 RVR1960).
Es posible obedecer los detalles de la ley y ser desobedientes en nuestra conducta general. Por ejemplo, podemos ser muy precisos y fieles en dar el diez por ciento de nuestro dinero a Dios, pero podemos rehusarnos a dar un minuto de nuestro tiempo en ayudar a otros. El diezmar es importante, pero el pagar el diezmo no nos libra de cumplir con otras directivas de Dios.
Ya no hay manera que nos engañe ya todos tenemos una biblia y todos tenemos acceso a la verdad ya no importa el tiempo, ya no hay accesión de persona, ya el velo se rasgo y tenemos acceso a la presencia sin importar la religión y sin raza ni color.
Jesús quería que sus discípulos abrieran su conocimiento, que entendieran que las tradiciones y las religiones son importante, pero lo necesario es el amor, la justicia y la santidad.
En esto Jesús anduvo unas casas en total siete, las cuales los universales la tiene como una tradición, mas Jesús quiso enseñar que los creyente no necesitaban una casa hecha por el hombre sino una casa que fuera un lugar donde se pudiera habitar, y Jesús visitó unas casas en su ministerio que hoy en día desarrollaremos y aprenderemos de ellas, pero antes cabe destacar que el mismo Jesús cuando hablaba de la parábola del hijo pródigo dijo esto que me llamo la atención.
“Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” (Lucas 15:17-18 RVR1960 ).
Este muchacho malgasto todo lo de su padre deshonró su casa, pero volvió en si y dijo en mi casa estoy mejor, después de todo el cedió cuenta de que en su casa era el lugar perfecto, pero que pasaría si la casa de este joven fuera un desastre, en su casa el estaba mejor, por eso volvió, pero si en su casa él hubiese estado peor el no volvería, por esto nosotros tenemos como cristianos llamados a ganar almas, debemos hacerle entender que el mundo que aquí están mejor, que aquí es el mejor lugar del mundo, pero para esto les enseñare las siete casas que Jesús quiso que sus discípulos aprendieran.
Primera casa: Betábara del griego Bedsabará que significa: CASA DE CONFIANZA.
“Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.” (Juan 1:27-28 RVR1960 ).
Esta es la primera casa Betábara es una palabra griega compuesta.
BET-que significa casa
ABARA- que significa confianza.
En el original griego sería: Bedsabará que es casa de confianza.
Aquí vemos un cuadro hermoso y con una enseñanza extraordinaria, lo primero que tiene que tener confianza, el testimonio de Jesús ya el espíritu se lo había revelado a Juan, y es la confianza las personas deben confiar en nosotros para que ellos digan que en esta casa están mejor, y para esto pueden ser lograda con nuestro testimonio, y sobre todo con la humildad que tenía juan, sin importar los seguidores que tenía se bajó al nivel que tuvo y decir que el solo estaba preparando el camino, que venia otro del cual el no era capaz de desatar las sandalias, y esto hizo que que Jesús dijera algo de Juan y lo reconociera en público como alguien extraordinario, mira la opinión que tuvo Jesús de Juan.
“De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.” (Mateo 11:11 RVR1960 ).
Juan no tuvo ningún problema en reconocer la grandeza de Jesús, diferente a como los corintios cuestionaban a Pablo de el porque el era apóstol y Pablo le refuta con lo siguiente.
