El Hijo es la segunda persona de la Trina Deidad, es el Logos es la expresión exhaustiva del Padre, es el Verbo de Dios que se hace hombre (Juan 1:14), que traduce al Padre al lenguaje humano, nos hace la correcta exégesis (Juan 1:18) del Padre, es insustituible como única Verdad personal del Padre (Juan 14:6; 1ª Juan 2:23; 5:11-12; Juan 1:1,18; 14:10). Así como el Padre dice mi Hijo eres tu (Salmo 2:7), el Hijo dice Heme aquí (Hechos 10:7; Salmo 22:10).
Hebreos 1:5, acomoda a esta generación eterna las palabras de Salmo 2:7, examinemos este texto:
Una relación de entrega total del Padre al Hijo, vemos a un TU delante del YO, como diciendo yo existe como Padre porque me entrego a ti al engendrarte
El Verbo: Ya hemos visto que el Hijo procede del Padre como Logos (Palabra que se piensa, se elige y se pronuncia, como expresión exhaustiva de la Verdad del Padre) (Juan 1:1, 14,18; 1ª Juan 1:1-2; Apocalipsis 19:13), el Hijo es como un espejo vivo y personal del Padre.
El Hijo es Dios
Afirma explícitamente la divinidad del Verbo (Juan 1:1; 20:28; Romanos 9:5; Filipnses 2:6; Tito 2:13; 1ª Juan 5:20).
Le aplica atributos y honores divinos: eternidad (Juan 1:1-2; Apocalipsis 1:8; omnipresencia (Mateo 18:20; 28:20) omnisciente (Juan 2:24-25; 3:13; 21:17; Apocalipsis 2:23), omnipotencia (Filipenses 3:21; Apocalipsis 1:8) inmutabilidad (Hebreos 1:10-12; 13;8).
Le atribuye operaciones divinas: creación (Juan 1:3,10; Col. 1:16; Hebreos 1:2,10), perdón de pecados (Mateo 9:2-7; Mar. 2:7-10; Colosenses 3:13).
El Hijo procede del Padre
Al decir que el Hijo procede del Padre, expresamos la realidad eterna que la segunda persona de la Trinidad debe su origen a la primera persona:
Es la persona del Hijo, no su esencia la que procede del Padre. La esencia divina es común a las tres personas; las tres personas tienen en el común Ser Divino la razón de su ser; existen por sí mismas (Juan 1:1; 1ª Juan 1:1; Apocalipsis 19:13; Sal. 33:6; 107:20; 119:89; 147:15).
El Hijo es el único revelador perfecto del Padre. El Verbo al hacerse hombre traduce al Padre (Juan 1:18) al lenguaje humano (Juan 14:9; Juan 6:68).
Es el único Verbo del Padre, solamente tiene una palabra que pronunciar, que encierra el presente, pasado y futuro (2ª Timoteo 2:13; Hechos 4:12; Santiago 1:10-11; 1ª Pedro 1:23-25).
Es la imagen del Dios invisible (Col. 1:15), solo el Hijo es la imagen del Padre, por haber sido engendrado por el Padre en la eternidad, viene a ser el verbo expresado por el Padre. Solo Dios es increado y eterno, solo él posee esa propiedad (1ª Timoteo 6:16) todo lo demás incluyendo los Ángeles son seres creados por Dios (Salmo 148: 2,5; Col. 1:16; Job 38:7), que no tienen vida propia.
Es el resplandor de la gloria (Hechos 1:3), es el resplandor del que habita en una luz inaccesible (1ª Ti. 6:16; Apocalipsis 21:23), no es el reflejo, es la irradiación del Padre (Juan 1:4; 8:12; 2ª Corintios 3:18; 4:4). Se ha manifestado en Cristo (1ª Ti. 3:16; Ti. 2:11; 3:4).
El Hijo es la representación exacta de la naturaleza personal del Padre (Hechos 11:1; Juan 14:9; Col. 1:15; Juan 4:24; 1ª Ti. 6:16).
El modo de proceder de la segunda persona se nos muestra en el ver lo que hace el Padre (Juan 5:19, 22), no quiere decir que el juzgar sea una obra que escape a la competencia del Padre, si no que al ser el Logos (La expresión de la Verdad del Padre), el propio Hijo viene a ser el juicio personal del Padre (Juan 10:30).