Ministrando liberación del alma – Parte III

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Estudios Bíblicos Estudio de Hoy: Ministrando liberación del alma – Parte III

Ministrando liberación del alma – CAPITULO III – Nuestra Armadura Espiritual

Estudio Biblico Texto Biblico: Efesios 6:11-18  “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.  Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.  Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.  Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.  Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.  Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”.

Una iglesia agresiva necesita protección.  Dios le ha dado a ella su armadura espiritual.

I. La verdad de Dios, un cinturón.

Formas en que ataca el enemigo:

1. Mentiras contra el carácter de Dios. Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.  Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.  Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.
2. Mentiras respecto a quién es usted
3. Mentiras en cuanto al camino que has tomado y lo que haces para Dios

Nuestro contraataque. La verdad de Dios nos permite movernos en el campo de batalla.

“Ceñid vuestros lomos” Esto significa:

• Prepárense para la acción. Éxodo 12.11.
• Estar listos. Lucas 12:35.
• Equipar la mente, 1 Pedro 1:13.

II. La justicia de Dios, una coraza.

Formas en que ataca el enemigo:

1. Acusaciones. Apocalipsis 12:10. Si creemos lo que el diablo dice en vez de lo que dice Dios el resultado es desesperación.
2. Condenación. Romanos 8:1.
3. Orgullo espiritual. Cuando confiamos en nuestra propia justicia. Isaías 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”.

Nuestro contraataque: Un corazón que está cubierto por la justicia de Dios.

Romanos 3:22 “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él”.

• Motivos puros (La Gloria de Dios) amor y compasión.
• Firmes en la justicia de Dios.  Romanos 3:22, 25, 26.
• Satanás no puede penetrar la armadura de la justicia de Dios.

III. El Evangelio de la paz de Dios, nuestro calzado.

Formas en que ataca el enemigo:

1. Persecución. Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.
2. Mentiras Juan 12.24.
3. Falta de compromiso
4. Pasividad

Nuestro contraataque: Unos pies que se movilizan para llevar el mensaje.

Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

IV. El Escudo de la fe de Dios.

Formas en que ataca el enemigo: “Dardos de fuego”

Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”.

1. Falta de fe. Hebreos 4:2 “Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron”. Hebreos 3.19; Hebreos 12:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
2. Duda
3. Miedo (La antítesis de la fe)

Nuestro contraataque.

1 Pedro 5:9 “al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”.

V. La Salvación de Dios, un yelmo

Formas en que ataca el enemigo:

1. La mente, campo de batalla del pensamiento
2. La mente carnal. Romanos 8:6 “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”.
3. La mente que no ha sido renovada se mantiene en oscuridad. Efesios 4:18 “teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”.

Nuestro contraataque: La Salvación de Dios incluye la mente.  Efesios 4:23 “y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.

• Liberación de la memoria de los recuerdos del pasado
• Liberación de la cautividad producida por el ocultismo y las sectas

VI. La Palabra de Dios, una espada.

Formas en que ataca el enemigo:

1. ¿Estás seguro que lo dijo Dios…?
2. Oculta, tuerce y distorsiona la Palabra
3. Roba la Palabra del corazón del que la escucha. Mateo 13.19 “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.  Este es el que fue sembrado junto al camino”.
4. Doctrina de demonios. 1 Timoteo 4.1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.

Nuestro contraataque:

Apocalipsis 19:15 “De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso”. Jeremías 1:9 “Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca”.

• Confiese la Palabra de Dios. (Homologueo)
• No tema reprender al enemigo en el nombre de Jesús
• Declare que usted es buena tierra
• Energice esta Palabra con el Espíritu.

Dios ha preparado a su iglesia para enfrentarse a los ataques del enemigo.  No debemos temer estos ataques si estamos vestidos de la armadura de Dios.

© Guillermo Hinojosa. Todos los derechos reservados.

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