Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos: Ministrando liberación del alma – CAPÍTULO XI – Autoestima: El valor de una persona
Estudio Biblico Texto Biblico: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibísteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro y plata, sino con la sangre preciosa, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. 1 Pedro 1:18-19
Introducción:
1 Samuel 17:4-24-26 Al Rey David Dios tuvo que sanar su alma, le cambió el switch. Había una profecía sobre él, Dios le ungió rey, pero el volvió a cuidar sus ovejas, tenía mentalidad de pastorcito, sus hermanos le desmerecían o menospreciaban.
Cuando Dios despertó en él el rey que Dios había ungido, dejó las ovejas y se fue al campo de batalla. Allí se encontró con un ejército depresivo y atemorizado. En el bando enemigo estaba Goliat, amenazando y burlándose del ejército de Israel. Los desafiaba por la mañana y por la tarde durante 40 días. Se sabían de memoria sus amenazas, y no sólo eso, sino que habían creído lo que ese gigante les decía.
En la batalla final de la guerra de las Malvinas, Inglaterra recuperó las islas de la siguiente manera: Desplegó una campaña del terror, tirando desde los aviones volantes escritos que decían: “Ya vienen los Gurkas”. Los Gurkas son temibles comandos húngaros que no retroceden por nada, y se comenta en medios militares que degüellan a sus enemigos (pero antes los violan sexualmente). Cuando los soldados argentinos leyeron esos volantes (flyer), tuvieron miedo y entraron en pánico. Ellos eran jóvenes inexpertos en cuestiones de guerra, de tal manera que cuando los soldados ingleses pisaron las islas, salieron a su encuentro los argentinos rindiéndose, y no hubo derramamiento de sangre. Los ingleses ganaron esa guerra porque bombardearon con “papelitos” esas islas.
De la misma forma, nosotros durante nuestras vidas hemos sido bombardeados desde nuestra niñez. “No sirves para nada”, “eres inútil”, “eres tonto”, “no lo lograrás”, “eres cero aporte”, “no vales nada”. Nos rechazan en el hogar, nos rechazan en la escuela, nos rechaza nuestra pareja, nos rechazan en el trabajo, nos rechazan en todas partes. Nos aprendemos de memoria esas frases, y lo más trágico, es que las creemos. Llegamos a CRISTO con una muy baja autoestima.
Lo que el Señor quiere, es devolvernos el verdadero valor que nosotros tenemos.
Mateo 6:12 Cuando Cristo comenzó su ministerio era rodeado por la gente, hacía milagros y la multitud le rodeaba, pensó que él sólo no podría realizar su ministerio, y eligió a 12 que pudieran seguir con su obra. Pero se encontró con 12 hombres que tenían muy baja su autoestima, tuvo que trabajar en ellos durante 3 años para cambiarle el swith.
Hoy en día, hay ministros que desde el púlpito hablan contra el pecado, pero que en sus propias vidas son cautivos de él. Hablan del hogar ideal y de la familia feliz, pero sus matrimonios son un desastre, sus hijos son rebeldes. Cada ministro necesita ser sanado por el Señor, pues EL quiere devolvernos el verdadero valor que nosotros tenemos, para que podamos ayudar también a otros a vencer y a levantar su autoestima.
Mateo 8:1-3 Cuando Cristo se acercó a ese leproso que había sido rechazado durante su vida a causa de su enfermedad, la Biblia dice que Jesús le pregunta: ¿Qué quieres que te haga? El leproso le respondió: Si quieres, puedes limpiarme. Jesús al momento le dijo: Quiero. Y le tocó. Al momento el hombre sanó. ¿Cómo piensan Uds. que se sintió ese hombre, al que nadie había tocado durante su enfermedad, pero Cristo sí lo hizo? Con seguridad le levantó su auto estima, pues había sido rechazado por tanto tiempo, y Cristo le acepto, y lo tocó. Fue sanado por el Señor. Eso es lo que quiere hacer el Señor con nosotros: TOCARNOS Y SANARNOS.
EL SEÑOR JESÚS NOS DEVUELVE EL VERDADERO VALOR.
Las cosas tienen valor por lo siguiente:
Por el precio que se paga por ellas.
- Cuando alguien paga un alto precio por algo, entonces lo cuida por el valor que tiene para él.
- Nosotros fuimos comprados por precio. Jesús derramó su sangre por nosotros, el más alto precio que alguien pudiese pagar. (1 Corintios 6-20, 1 Corintios 7:23, 1 Pedro 1:18-19).
Por su marca (o su sello)
- En un automóvil no es lo mismo una marca desconocida que un Mercedes Benz.
- Dice la Biblia que nosotros hemos sido sellados por el Espíritu Santo. Tenemos SU marca. (Efesios 1:13, 4:13, 2 Corintios 1:22 )
Por su autor o fabricante.
- No vale lo mismo una pintura de Da Vinci que una de un desconocido.
- Nosotros fuimos creados por la propia mano de Dios, y EL mismo puso aliento en nosotros. (Salmos 100:3, 119:73 )
Por su exclusividad
- Un producto vale mucho más cuando es único o exclusivo.
- Cada uno de nosotros es exclusiva creación de Dios, no existen dos personas iguales, todos somos diferentes y exclusivos, tenemos huella digital propia, tenemos exclusivo iris en nuestros ojos, tenemos un ADN único. EL nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. EL nos formó con sus propias manos. Salmos 100
Por su contenido
- Si comparamos 2 envoltorios de regalo, uno grande y uno chico, el primero es bonito y el segundo no tanto…cuál vale más? Depende de su contenido, porque el grande y bonito puede contener un osito de peluche, pero el envoltorio chico puede contener un anillo de oro y diamantes.
- De la misma forma, nosotros no valemos por nuestra apariencia, sino por lo que hay dentro, la Biblia dice que hay un tesoro en vajillas de barro, la Biblia dice que somos Templo de Espíritu Santo. (2 Corintios 4:7, Romanos 9:20-21)
El rechazo nos hace estar a la defensiva, apaga nuestra personalidad y baja nuestra autoestima. Pero Dios no nos rechaza, sino que al igual que al hijo Pródigo, nos recibe con los brazos abiertos, se echa sobre nosotros y nos besa, hace fiesta.
- Dios nos dice que somos su especial tesoro (Éxodo 19:5-6).
Somos la niña de sus ojos (Deuteronomio 32:10, Salmos 17:8).
No importa lo que nos haya dicho el Diablo tratando de deprimirnos y afectar nuestra propia estima, lo que importa es lo que dice Dios de nosotros, ÉL nos amó hasta la muerte, y está dispuesto a usarnos cuando nosotros hayamos sanado nuestra alma, despertando nuestra personalidad y levantado nuestra auto-estima.
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