Discipulado Nº 46. Las 10 virgenes

TENER NUESTRAS LÁMPARAS ENCENDIDAS CON EL ACEITE DEL ESPÍRITU SANTO

El aceite es alimento para nosotros. Cuando vivimos en Andalucía, aprendimos a comer pan de mollete con aceite de oliva virgen, ¡um, que ricura! En lo espiritual el Espíritu Santo debe ser nuestro alimento diario.

El Espíritu Santo vivifica la Palabra, debo leer la Biblia bajo la unción del Espíritu Santo. El Espíritu Santo debe sazonar la Palabra.

Cuando el Espíritu Santo te habla, la Palabra se convierte en una palabra Rhema. No podes hacer un pan sin aceite y no podes leer la palabra sin ser ministrado por el Espíritu santo.

Uno puede leer 50 capítulos y no recibir nada de Dios y leer un versículo y ser ministrado fuertemente. Debemos tomar pequeñas porciones de la Biblia y pedir la guía del Espíritu Santo para que nos hable puntualmente.

La Palabra nos da fortaleza en medio de la prueba y el Espíritu Santo hará que sientas que esa Palabra que se compartió sea para ti.

Cuando invocas al Espíritu Santo al leer la Palabra, podrás enfrentar cualquier adversidad sin problemas porque tienes una Palabra de Dios.

El aceite es como un medicamento para nuestras vidas. La Biblia habla mucho de la sanidad del aceite, a veces ingiriéndolo o limpiando las heridas. El buen samaritano utiliza aceite para vendar las heridas. El Espíritu Santo tiene una acción terapéutica, sana las heridas del corazón, sana las heridas del alma.

El aceite es también como combustible para nosotros. Las 10 vírgenes lo experimentaron, de ese aceite salía fuego.

Nuestro mejor combustible es la oración. Jesús nos lo enseñó. Él iba a orar al Monte Getsemaní y Getsemaní significa “Prensa de Aceite”, era el lugar donde se producía el aceite. Ese fue el lugar donde Dios fue presionado espiritualmente donde dijo “hágase tu voluntad”.

Es muy importante orar y congregarse, hacer el esfuerzo de buscar a Dios en la Iglesia y no ser insensato porque en la semana podríamos quedarnos sin aceite. La semana es dura, difícil, pero que distinto es salir el sábado o domingo cargado del combustible del Espíritu Santo y no quedarnos vacíos en la semana. Si decides buscarle lo encontrarás y será tu prioridad de cada día.

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.

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