Esta parábola comienza diciendo que el Reino de los cielos es comparado con un hombre que se fue lejos, pero que antes de irse le entrego todos sus bienes a sus siervos. Tenía 3 siervos, a uno le entregó 5, al otro 2 y al otro 1.
Este hombre es comparado con Jesús. Al Jesus Resucitar y Ascender a los cielos, tomó los dones que estaban guardados para cada uno de los creyentes en Él y los repartió a cada uno como el quiso con el propósito de morar entre nosotros.
Cada vez que tu usas el don que Dios te dio para ayudar a un individuo o a la iglesia, estas demostrando que Dios esta habitando en ti.
Los dones son regalos que Dios hace por su Gracia, es inmerecido de parte de nosotros y Él no los repartió gratuitamente, no por nada que nosotros hayamos hecho o dejado de hacer; es por su pura voluntad y soberanía y son para que cada miembro pueda edificar a la iglesia.
SEGÚN SU CAPACIDAD
La parábola sigue diciendo que este señor, dividió su dinero o parte de su dinero, entre sus siervos, y dice la Escritura algo muy importante: Lo dividió de acuerdo a las capacidades o a la capacidad individual de cada uno de esos siervos.
Nadie recibió más ni menos dinero del que podía usar; esto es realmente interesante, porque Dios, quien es el que nos conoce a cabalidad, nos da conforme a nuestra posibilidad de producir y administrar. Así que no hay manera de quejarse o de auto justificarse, porque cada uno tenia justo lo que podía poner a producir.
El que menos tenía, tenia un talento, es decir, todos recibieron algo. Dios nos ha dado a todos dones y talentos para ponerlos a producir a favor de otros, tu no puedes decir que no tienes ninguno, porque mentirías.
Hoy es un día apropiado para que mires en tu interior y te preguntes ¿Estoy usando los dones y talentos que Dios me ha entregado? Si no lo estas haciendo, creo que te llegó la hora de comenzar y si ya lo estas haciendo, te llegó la hora de multiplicarlo en otros.
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