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¿Jesucristo es Dios?

Estudios Biblicos

Estudios Bíblicos Tema: Una respuesta a los Testigos de Jehová

La deidad de Cristo

La deidad de Cristo es una de las doctrinas más importantes del cristianismo. Históricamente, la iglesia ha creído en esta doctrina. De hecho, este fue un tema muy controversial en los primeros siglos. Varios concilios de la iglesia trataron sobre este tema.

De estos concilios, surgieron tres credos importantes: El credo de Nicea, el credo de Calcedonia, y el Credo de Atanasio. Estos credos no sólo son confesados por la iglesia de Roma. También por todos los evangélicos, aunque algunos no lo conozcan, o no lo usen directamente.

Sin embargo, los Testigos de Jehová, se han apartado totalmente de la fe. Esto lo han hecho al negar una de las principales doctrinas del cristianismo. Que, como veremos, es fundamental para nuestra salvación y para la edificación de la iglesia.

I. Los Testigos de Jehová no creen que Jesús sea Dios.

Los Testigos de Jehová no creen que Jesús sea Dios, aun cuando sí crean que Jesús es su Salvador. Ellos creen en diversidad de dioses, aun cuando no lo admiten. Lo hacen cuando afirman que Jesús es un dios más pequeño. Que Él comparte las mismas características que Dios, por ser su hijo. Es como un tipo de parentesco, como el que hay entre padres e hijos.

Según ellos, Jesús fue el primer ser creado, porque es el “primogénito de la creación” (Colosenses 1:15). No obstante, al hacerse hombre, abandonó completamente ese pequeño destello de la divinidad. De modo que, Jesús es un ser humano simple y normal como cualquier de nosotros. Pero que contaba con el apoyo de Dios.

Esto dice una definición encontrada en internet:

“Pero mientras Jesús estaba en la tierra no era una deidad. Él era un hombre. Jesús no era parte Dios y parte hombre”. [1]

De modo que, podíamos resumir su creencia de la siguiente manera: ´

  • Jesús es un ser creado, el primero de toda la creación.
  • Es inferior al Padre, es el hijo.
  • Era un dios más pequeño que el Padre.
  • Al hacerse hombre, abandonó esa naturaleza, y ahora es un solo y simple hombre como nosotros.

Ahora, veamos algunos argumentos bíblicos en contra de esta definición.

II. Los Testigos cometen idolatría

Los participantes de esta secta son idólatras, porque creen que hay varios dioses. La Escritura es muy clara en que solamente hay un solo Dios, y todos los demás son ídolos falsos (Éxodo 20:3; Deuteronomio 6:4; Isaías 44:6-8; 1 Timoteo 2:5).

Los Testigos aceptan esto. Llanamente dicen que hay un solo Dios, pero al mismo tiempo dicen que Jesús es un dios. Sin embargo, ¿cómo puede haber un solo Dios, y Jesús ser “un” dios De modo que, aunque digan que hay un solo Dios, esa afirmación es destruida, cuando afirman que Jesús es otro dios más pequeño.

Esto muestra una falta de entendimiento de la palabra en la Biblia usada para “Dios” o “dioses”. La mayoría de las veces, esta se usa para hablar de un ser superior, poderoso, lleno de autoridad, y digno de adoración. Especialmente, este último es el más enfatizado en la Biblia.

Así es como todo el Antiguo Testamento habla del Dios verdadero y los dioses falsos. Dios es el único que merece adoración, pero su pueblo siempre se iba tras otros dioses, adorando otra cosa que no es Dios (Jeremías 22:9). Un dios, entonces, es algo que es adorado.

No obstante, los Testigos de Jehová dicen que ellos no adoran a Jesucristo. Pero eso es una contradicción. Si es un dios, ¿por qué no es adorado? Ellos responden que el único que merece ser adorado es Dios. Pero si Jesucristo es un “dios” que no merece ser adorado, entonces, Jesús es un dios falso. Esto haría que no podría ser salvador. O Jesucristo es el verdadero Dios que merece adoración, o es un dios falso que no lo merece.

III. Distorsión de pasajes

Y en vista de la prueba abrumadora de la Escritura sobre su divinidad, han tenido que distorsionar varios pasajes de la Biblia. La traducción del Nuevo Mundo cambia y agrega palabras del escrito original. Veamos dos ejemplos:

Juan 1:1

RVR1960: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios

TNM: “En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”.

Esta modificación no tiene justificación en el griego. El griego no tiene el artículo indefinido “un”. Y por la forma del idioma, es imposible traducir como “un dios”. Cualquier conocedor de griego dirá que la mejor traducción es: “y el Verbo era Dios”.

Filipenses 2:5-6:

 RVR1960: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”.  

TNM: “Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios”.

La TNM dice que Dios no consideró que debía ser igual a dios. Pero eso no es lo que dice el texto originalmente. Este dice que Jesús no “estimó”, es decir, no se aferró a su deidad, sino que se humilló. Una apunta a que no quería ser dios, y la otra, a que se humilló. ¡Son cosas diametralmente diferentes!

De modo que, la TNM no es una traducción para nada confiable. Es una traducción sin base idiomática ni teológica. ¡No es sincera!

IV. Jesús mismo dijo que era Dios

Habiendo demostrado lo fraudulento de su traducción, pasemos ahora, a hablar de lo que dice la Escritura. Comencemos por lo que Jesús mismo dijo de sí. En varias ocasiones, el Señor Jesús dijo que era Dios.

En una ocasión, los judíos discutieron con Jesús porque había sanado a un que no podía caminar. Eso hizo que las autoridades judías se molestaran porque había hecho estas cosas en el día de reposo (Juan 5:16). Entonces, Jesús les respondió que su Padre trabaja, y Él seguía trabajando (vers. 17). Luego, sigue una explicación muy interesante del apóstol Juan sobre este suceso:

Juan 5:18

Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”.   

Juan es claro. Decir que Dios era su Padre era igual a decir que era Dios.

Juan 10:30

“Yo y el Padre uno somos”.

Según los Testigos de Jehová esta unidad es solamente en propósito, o quizá en familiaridad, pero no en esencia divina. Sin embargo, los judíos no lo entendieron así:

Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (vers. 33).

Nuevamente, es interesante la forma en que los judíos interpretaron estas palabras. Ellos entendieron esto como una blasfemia. Porque al decir que era uno con el Padre, estaba diciendo que Él era Dios mismo. Lo interesante es que Jesús no refuta esta interpretación. Él nunca dice: “Yo no soy Dios, no se confundan”. Más bien, a través del capítulo reafirma su relación divina con el Padre.

V. Los apóstoles enseñaron que era Dios

Los apóstoles también le atribuyeron la divinidad al Hijo.

El apóstol Juan.

Ya vimos cómo el apóstol Juan nos habló varias veces de esto en su evangelio. Otro pasaje muy bien conocido es Juan 1:1, donde claramente se dice que Cristo es Dios. El apóstol Juan intenta por toda su carta demostrar su deidad.

El apóstol Pedro.

El apóstol Pedro también concibió a Cristo como Dios. En 1 Pedro 5:4, Pedro llama a Jesús “el Príncipe de los pastores”. O literalmente, el Pastor principal. Sin embargo, según la Escritura, Dios es el principal y verdadero Pastor de su grey (Salmo 23; 80:1).

El apóstol Pablo.

Sin embargo, el apóstol Pablo fue quizás, quien enseñó más claramente la deidad de Cristo. Según él, Cristo es Dios sobre todas las cosas (Romanos 9:5). Jesús es el ser con mayor preeminencia en la Creación, por eso es el “Primogénito” de la creación (Colosenses 1:15-20). En Él habita la plenitud de la deidad (Colosenses 2:9). Jesucristo es nuestro gran Dios y Salvador (Tito 2:13).

Otras referencias a su deidad.

La carta a los Hebreos también está llena de muchas referencias a su deidad. Jesús es el heredero de todo y co-creador con el Padre (Hebreos 1:2). El resplandor de su gloria, la imagen de la sustancia de Dios (vers. 3). Sostiene el mundo soberanamente con su Palabra como el Padre (vers. 3; Salmo 104). El Padre mismo dice que el Hijo es Dios, cuyo reino es eterno (vers. 8).

Estos son tan solo algunos pasajes que hablan de su divinidad. Ellos dicen que los apóstoles no enseñaron la divinidad de Jesús. Pero tienen toda una evidencia abrumadora en su contra.

VI. A Jesús se le atribuyen características que sólo le pertenecen a Dios

Ahora, lo que acabamos de ver son las referencias directas que afirman que Él es Dios. No obstante, existen muchísimos pasajes que le atribuyen características exclusivamente divinas al Señor Jesucristo.

La Biblia dice que Dios es el único Creador, pero Jesucristo es descrito como co-Creador (Génesis 1; Salmo 121:1; Colosenses 1:15; Juan 1:1-3). Dios es el único ser eterno, el primero y el último (Isaías 44:6). Pero Jesucristo también es el principio y el fin, el alfa y el omega (Apocalipsis 1:8; 21:6; 22:13). El Padre es el único ser Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente (Job 42:1-2; Salmo 139:5-12; verss. 1-4; 1 Juan 3:20). Pero Jesucristo es el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8), el que todo lo ve (2:23), presente en diversos lugares a la vez (Mateo 18:20; 28:20).

La Palabra de Dios muestra que estos son atributos exclusivos de Dios. Entonces, si la Escritura dice que Jesús tiene estos atributos, ¿no significaría que Él es Dios junto con el Padre?

VII. El Ángel de Jehová

Pasemos del Nuevo Testamento a la enseñanza del Antiguo Testamento. ¿Qué dice el Antiguo Testamento? ¿Será que este nos dice algo sobre la deidad de Cristo? ¡Por supuesto que sí!

Hay un personaje muy particular en el Antiguo Testamento, llamado el “Ángel de Jehová”. Este es un personaje un tanto extraño, porque no es un ángel común y corriente. A este ángel se le atribuyen acciones divinas, y en ocasiones, se le llama “Jehová” o “Dios” (Comparar Éxodo 20:2 con Jueces 2:1; Jueces 13:20, 22-23; Génesis 16:9, 13).

¿Quién es este Ángel del Señor? Es necesario prestar atención a la profecía que está en Malaquías 3:1. Según esta profecía, Dios enviaría un mensajero que prepararía el camino de Jehová. Y luego vendría el ángel del pacto. En Marcos 1:1-4, se cita esa profecía, y se muestra que Juan el Bautista era el mensajero que preparaba el camino a Jesucristo.

De modo que, aquí hay una doble afirmación sobre su divinidad. Jesucristo es Jehová, a quien Juan el Bautista le prepararía el camino. Y el Ángel del pacto que vendría después del mensajero, Juan el Bautista.  Jehová y el Ángel son Dios, aunque son personas diferentes. El Hijo y el Padre son Dios, aunque son personas distintas.

VIII. El Mesías prometido debía ser Dios

Ahora, hay otra cosa que los Testigos de Jehová no toman en cuenta. Y es que el Mesías prometido del Antiguo Testamento debía ser tanto Dios como hombre para poder cumplir perfectamente con su misión. Para ser el Profeta, el Sacerdote, y el Rey prometido debía ser Dios.

Como profeta.

En Juan 6:45, Jesús cita a los profetas, esos pasajes que alegan que Dios enseñaría directamente a su pueblo, como Isaías 54:13. Según Él, esta profecía se estaba cumpliendo con su predicación. No sólo porque estaba hablando de parte de Dios, porque todos sus profetas antecesores lo hicieron, y no dijeron que tal profecía se cumplía. Se cumplió porque Jesús es Dios, que enseñaba al pueblo por su predicación.

Como sacerdote.

Cómo sacerdote, también sucede lo mismo. Ningún ser humano podía acercarse al lugar Santísimo, porque la santidad de Dios es tan excelsa, que nadie puede habitar en su presencia. El sacrificio por los pecados debía ser tan puro que obtuviera el perdón, y tan poderoso que pudiera ser librado del castigo de Dios.

Además, debía ser eterno como Dios parece interceder siempre por nosotros. Eso es algo que ningún sacerdote humano pudo hacer, sino sólo Jesús (Hebreos 7:3, 16-17; 9:11-12; 10:10-22).

Como Rey.

Esto es lo que está más claro de sus tres oficios como Mesías. El Antiguo Testamento muestra de contundentemente que Dios es el Único Rey Soberano, cuyo trono está en el cielo (Salmo 24:8, 10; Daniel. 4:37). Pero se dice que Jesús también este Rey, que se sentó en el trono, a la derecha del Padre (Juan 18:36; Colosenses 3:1; Hebreos 10:12; 12:2).

IX. Si Cristo no es Dios, no puede salvar

De este modo, decir que Jesús no era Dios, es lo mismo a decir que Jesús no era el Cristo. Es lo mismo a decir que era un farsante y un hereje. Es igual a decir que los judíos tenían razón al crucificarlo por blasfemo.

Es más, si Jesús no es Dios, no puede salvar. Porque el Mesías debía ser Dios, para tener todo el poder para redimir a los creyentes, y vencer a sus enemigos. Si Cristo no tiene todo este poder, toda esta autoridad y gloria, entonces el evangelio ha perdido su sentido.

Conclusión

Por tanto, en este estudio bíblico podemos aprender que la doctrina de la deidad de Cristo es vital. Si negamos esta doctrina, no sólo contradecimos la Escritura, negamos todo el evangelio. Toda nuestra fe y salvación son posibles por el poder divino del Hijo de Dios.

Es por eso que, al negar esta doctrina, los Testigos de Jehová se han alejado de Dios.  Los Testigos de Jehová cometen muchos pecados terribles, al negar esta doctrina. Esa es la razón por la cual se han alejado del cristianismo, y peor aun, de la salvación de Dios.

Por eso, debemos predicarles el evangelio, y orar por ellos para que salgan de su error, y crean en Cristo.

[1] http://e-testigosdejehova.com/los-testigos-de-jehova-niegan-la-deidad-de-cristo/

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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3 comentarios en «¿Jesucristo es Dios?»

  1. 1 Timoteo 3:16 “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”

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