El significado y el valor de la adoración

Así lo registran las Escrituras. “…Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria1ª Timoteo 3:16.

El término “Recibido arriba en gloria” que aparece en el capítulo antes mencionado, da la idea, de que en su ascensión se manifestaron júbilos con gran algarabía proclamando la victoria que obtuvo Jesús sobre la muerte y las tinieblas, condición, que anteriormente había dejado un silencio y una tensión en la esfera celestial.

Dicha ascensión rompió con el silencio dando lugar a una celebración y júbilo.

Para corroborar lo antes dicho, las Escrituras dan testimonio, que al nacer Jesús en la ciudad de Belén, fue motivo de alabanzas de gran gozo para los Ángeles. Todo lo contrario cuando se produjo en Él las muertes, dándose la ley del antónimo.

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas¡…” Lucas 2:8-14.

Por otra parte las Escrituras dicen: Que cuando un pecador se arrepiente hay gozo en el cielo. Todo lo contrario se dio, cuando Dios tuvo que cargar a su hijo con el germen del pecado.

Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente,…” Lucas 15:7.

El Apóstol Pablo entendió esta verdad concerniente a la trascendencia de la adoración y la dignidad que tiene Dios de ella, que dejo establecido en algunas de sus cartas, en forma imperativa la disposición voluntaria de parte del creyente la adoración hacia Dios.

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racionalRomanos 12:1.

Si tomamos a Romanos 12:1 de la versión amplificada, podemos notar con mayor precisión lo que Pablo quiso expresar. Citemos el pasaje:

Por lo tanto, mis hermanos, mediante la intensa misericordia de Dios hacia nosotros, ofrézcanse a Dios como sacrificio vivo, dedicado a su servicio, agradándole a Él. Esta es la verdadera adoración que deben ofrecer”.

El escritor a los Hebreos corrobora en forma imperativa la disposición que debe tener el creyente en adoración hacia Dios.

Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre“. Hebreos 13:15.

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