David y Abigail

La actitud de Abigail de realizar semejante empresa ella sola, sin la aprobación de su esposo y hablar de Nabal en esos términos podría considerarse incorrecta. Ahora bien, en primer lugar se trata de una situación límite de vida o muerte. En segundo lugar, la Biblia dice que hay que servir a Dios antes que a los hombres, por ello cuando los hombres son tan injustos como Nabal, la mujer sí puede obrar con justicia si está en su mano.

En la mujer la sujeción a Cristo se realiza a través del esposo, pero aquí el esposo es un hombre mundano, carnal y desastroso, por lo que en un sentido espiritual es únicamente Cristo el esposo de Abigail.

La justicia de Dios

Más allá de salvar su vida y la de otros, Abigail buscaba que David hiciera lo correcto y se dejase llevar por la justicia de Dios y no por sus bajos instintos.

“…dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano. Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón. Y recibió David de su mano lo que le había traído, y le dijo: Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto.” (verss. 32-35)

David queda maravillado de Abigail. Si David se hubiera vengado sus manos se hubieran manchado de sangre quedando una sombra de injusticia en el rey. No debía el rey de Israel en un momento de furia y ofuscación arremeter contra muchos hombres inocentes. Los reyes justos son magnánimos con sus enemigos.

A pesar de la época, David fue capaz de tomar un consejo sabio de una mujer. David creyó que Dios la había enviado para esa ocasión. Abigail no sólo muestra humildad y arrepentimiento, sino que paga con justicia la ofensa cometida por su esposo. David la despide en paz.

Lectura Biblica:

“Y Abigail volvió a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba completamente ebrio, por lo cual ella no le declaró cosa alguna hasta el día siguiente. Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. Y diez días después, Jehová hirió a Nabal, y murió.” (verss. 36-38)

Nabal como era su costumbre y de forma semejante a como sucedió en la caída del rey de Babilonia (como en el banquete de un rey), narrada por Daniel, durante la noche comió y bebió. Al día siguiente tuvo una especie de infarto o ictus, el texto parece sugerir que el problema de salud se originó en su cabeza. Su corazón se quedó como piedra, esta es la alegoría de los hombres no transformados por el Espíritu Santo: su corazón es de piedra.

Nabal muere

Diez días después Nabal muere, Jehová en esta disputa pone justicia y es Él quien toma venganza, como dice la escritura: “mía es la venganza, yo daré el pago” (Romanos 12:19, Hebreos 10:30). No es Abigail o David quien mata a Nabal, es Dios mismo quien le quita la vida.

“Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer. Y los siervos de David vinieron a Abigail en Carmel, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte por su mujer. Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó en un asno y siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.” (verss. 39-42)

Para el escritor del texto, Dios es el único responsable de dar y tomar la vida. Si David hubiera tomado la vida de Nabal, estaría ocupando el lugar de Dios, y por tanto sería culpable de un acto de maldad. Por tanto, David alaba el buen juicio de Dios al tomar la vida de Nabal, a través de la intervención de Abigail, y cometer un acto malvado a los ojos de Dios. Por lo tanto la justicia de David permanece intacta, puesto que Dios es el que se venga en lugar de David.

La respuesta de Abigail

David envía emisarios parece hacer conocer sus intenciones de casarse con ella. La respuesta de Abigail es sumisa tanto a los siervos, como al propio David. Abigail parte en un asno con cinco vírgenes al encuentro de David. Las cinco vírgenes de esta escena están directamente relacionadas con la parábola de las vírgenes sensatas e insensatas y la venida de Cristo.

David estaba casado con Mical (1 Samuel 18:27), la hija de Saúl, pero Saúl la había entregado a otro hombre. Posteriormente David recupera a Mical (2 Samuel 3:13-16). La historia de Mical y Abigail es la historia del pueblo de Dios.

Mical representa la primera esposa de Cristo (David), el pueblo judío que tras no reconocer al Mesías cae en poder de otro hombre malvado (el diablo), Abigail es la segunda esposa, la iglesia gentil, llega un momento en que ambas son esposas de David. David no olvida a Mical y después la recupera librándola del dominio de ese otro hombre.

Los servidores que envía David para tomar por mujer a Abigail se corresponden con los ángeles que siegan la tierra en el tiempo del fin y que levantan la iglesia en el aire para reunirla con Jesucristo.

Para concluir esta serie de estudios bíblicos, añadiremos que la historia de Abigail queda como un ejemplo de mujer y esposa para las generaciones posteriores. Abigail es una mujer valiente y temerosa de Dios que sabe estar en su lugar pero al mismo tiempo no adopta un rol totalmente pasivo, y que sabe jugar bien sus cartas.

© Reenier Gonzalo Prado. Todos los derechos reservados.

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