Las trampas del enemigo

La sexta mina la DESOBEDIENCIA

Hebreos 4:11 (TLA) dice: “Por eso, hagamos todo lo posible en obedecer a Dios para que en ese día recibamos su descanso. No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia”.

Debemos aprender a obedecer a Dios en todo, no parcialmente, ser obedientes con nuestros líderes, pastores, padres, etc. De manera inmediata, porque por allí se puede meter el enemigo para que caigas y no recibas la promesa. Debemos dejarnos formar en el carácter porque allí está la obediencia.

Trampas del enemigo: La séptima mina LA FALTA DE PALABRA

Santiago 5:12 (TLA) “Sobre todo, queridos hermanos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Cumplan más bien con su palabra. Cuando digan «sí», que sea «sí»; y cuando digan «no», que sea «no». ¡No vaya a castigarlos Dios por no cumplir con su palabra!“.

Debemos aprender a cumplir nuestra palabra, que nuestro si, sea un sí, y que nuestro no, sea un no (Mateo 5:37). Debemos aprender a cumplir nuestras promesas, porque puede resultar ser perjudicial para nosotros mismos.

Nuestra palabra no puede ser vacía. No la puedes cambiar por dinero ni por nada porque es corrupción. Al pecado le dices no, al compromiso con Dios le dices sí.

La siguiente mina es la FALTA DE AMOR

En la siguiente palabra Apocalipsis 2:4 (TLA) nos dice: “Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano“.

Hay personas que cuando se convierten a cristianos están en ese primer amor, quieren ir a la iglesia, quieren crecer más en conocimiento, arde su corazón por predicar, por ayudar a otros, son muy obedientes al principio pero a medida que va pasando el tiempo se van enfriando, van dejando entrar cosas en su corazón, ya no oran como antes y van perdiendo, tal vez, ese amor por Dios que tenían en un principio.

Ya no hay ese fuego, ya dices amén por decirlo. Satanás se aprovecha de esa situación para sacarlos del propósito sutilmente. Tenemos que renovarnos en nuestra mente. No dejar de orar, ni dejar de dejar de buscar la presencia de Dios. Tenemos que buscar con amor la palabra de Dios, estar alertas . Y en ese primer amor teniendo conocimiento de la palabra de Dios, para que no nos saque el enemigo del propósito.

Conclusión

Sabemos que Satanás busca acabar con los jóvenes. Si tú tienes orgullo en tu corazón, si sabes que no cumples tu palabra, si no estás en obediencia, amas más al dinero que a Dios, tienes mal testimonio, orgullo, entonces es bueno que hagas un alto en el camino, te arrepientas y pidas perdón a Dios.

Joven, ¡actúa! Ciérrale las puertas al enemigo que ha estado actuando en tu vida. Es hora que lo dejes inoperante sobre ti con un acto de reconocimiento de que has estado actuando mal. Así que te aconsejo querido joven cristiano que vuelvas a ese primer amor. Regresa a ese fuego que tenías en un principio.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Estudios Bíblicos

Deja un comentario