Nacer de lo alto

Nicodemo cuestiona a Jesús

Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?” (vers. 9)

Los estudios bíblicos nos enseñan que Nicodemo, un hombre intelectualmente dotado en su época, luchaba por comprender las palabras de Jesús. Obviamente las enseñanzas de los fariseos le impedían entender que el nuevo nacimiento procede de Dios. Esto es algo habitual que experimentamos al inicio de nuestra vida cristiana, donde es imprescindible desaprender ciertas enseñanzas erróneas, para fijar las palabras de Dios. Esto es equivalente a limpiar de malas hierbas un campo para que la cosecha pueda crecer bien y con fuerza.

Ahora bien, debemos entender que Nicodemo no era un judío cualquiera, los estudios bíblicos nos enseñan que él era un reputado maestro de la ley. Se suponía que Nicodemo debía guiar al pueblo judío. Y según palabras de nuestro Señor: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo” (Lucas 6:39).

Jesús regaña a Nicodemo

Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?” (vers. 10)

Jesús regaña a Nicodemo al ser incapaz de comprender la necesidad del nuevo nacimiento. Tal promesa está claramente reflejada en el Antiguo pacto, pasajes que Nicodemo debía de conocer de memoria, pero como la mayoría de judíos de su tiempo asumía que tales promesas habían sido cumplidas. Un error totalmente catastrófico.

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.” (vers. 11)

Vista la incredulidad de Nicodemo, Jesús afirma que las enseñanzas que acaba de transmitirle no proceden de suposiciones o teorías especulativas, sino que proceden de la íntima relación con el Padre (Juan 5:20; 14:10).

Jesucristo parecía tener algo de lo que carecían los maestros de su época, sus enseñanzas parecían tener una fuente distinta y eso era algo que el propio Nicodemo reconocía. Jesús era testigo del cielo, y sobre las cosas del cielo hablaba con total autoridad.

Por eso, Nicodemo, sin duda un hombre sabio, no podía menospreciar esas “enseñanzas extrañas”, sino más bien reflexionar sobre ellas porque llevaban el sello de un maestro que se salía de todo lo común.

¿Como creeréis?

Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” (vers. 12)

Jesús siempre usa en sus enseñanzas y parábolas imágenes de cosas naturales, que pueden ser comprendidas más fácilmente por los seres humanos, y que además no cambian con la época. No es que Nicodemo no entendiera tales cosas, sino que más bien las enseñanzas farisaicas contaminaban su mente a tal grado que necesitaría tal vez algo de tiempo para reconfigurar su entendimiento y finalmente alinearse con la verdad.

Jesucristo hablaba en parábolas para que usando solo el entendimiento humano fueran imposibles de entender con claridad y sólo mediante el discernimiento que da el Espíritu Santo fuera posible entender estas tremendas verdades (Mateo 13:10-17).

La Biblia está al alcance de todos, muchos la han leído pero pocos se convierten. Yo mismo antes de convertirme los versículos bíblicos no cambiaban mi perspectiva vital ni me hacían buscar más de Dios, más bien creía que éstos eran más bien palabras bonitas de sabiduría imposibles de comprender bien y cuyo origen se remontaba a tiempos antiguos, y que como todo lo antiguo está sumido en el mar de la duda.

Ningún conocimiento humano salva, la serpiente en el Edén promete conocimiento, pero sólo sirvió para que el ser humano permaneciese lejos de Dios y sumido en el error. Solamente el Espíritu Santo da la fe y el entendimiento necesario para comprender las escrituras. La persona que no entiende las escrituras, salvo si es nuevo creyente, es altamente probable que no haya nacido de nuevo.

Solo Jesús tiene autoridad 

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” (vers. 13)

Jesús está diciendo básicamente que él es el único que ha estado en el cielo y tiene autoridad para hablar de las cosas del cielo.Este versículo podría ser una contundente respuesta para aquellos que afirman que Enoc y Elías ascendieron al cielo, aunque esto sería otro tema de estudio.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.” (vers. 14)

Aquí Jesús trae a la memoria de Nicodemo la historia de la serpiente de bronce en el desierto (Números 21:4-13). En este pasaje Dios ordena al pueblo fabricar una serpiente de bronce y colocarla en un asta de madera, de tal manera que todo aquel que la mirara sanara de las mordeduras de las serpientes.

A través de estudios bíblicos aprendemos que Dios envió serpientes al pueblo por su murmuración al menospreciar el maná que Dios les había mandado al considerarlo como “liviano” y “fastidioso”. Pero, al mismo tiempo que Dios envió el castigo, también dio una solución, mostrando su gracia mediante esta serpiente de bronce.

Aquí esto es alegoría de Cristo, que debía ser levantado en la cruz y cargar los pecados de su pueblo. Murmurar y menospreciar de la palabra de Dios (el maná o el pan del cielo) no lleva a nada bueno, pero aun así Dios muestra su misericordia.

Vida Eterna

para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (vers. 15)

En consecuencia con el versículo anterior al ser levantado Cristo en la cruz somos sanados de la mordedura de la serpiente (el pecado) por medio de la fe en Él y así tenemos acceso a la vida eterna.

En el original “vida eterna” no implica solamente largura de días sin final, sino que también tiene un matiz de calidad y plenitud de vida.

¿Te identificas con Nicodemo? ¿Crees que como Nicodemo pertenecer a una determinada denominación religiosa te abre las puertas del cielo? ¿Cómo sabes que verdaderamente has nacido de nuevo?

El evangelio en el siglo XXI no ha cambiado en nada, nuestras ciudades siguen llenas de Nicodemos llenos de conflictos para entender estas verdades, 2000 años después la palabra de Dios sigue siendo tan eficaz como siempre.

© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones.. Estudios Bíblicos

Deja un comentario