Estudios Bíblicos
Prédica de Hoy: ¿Qué hacer con los conflictos?
Estudios Bíblicos Texto Bíblico: Romanos 12:18
Introducción
Creo que es imposible que una familia tenga varios hijos y estos no se peleen. De solo recordar atrás hacia mi infancia logro ver a mis dos hermanas y yo peleando. No se cómo logró mi madre soportarnos, peleas por el televisor, por los juguetes, porque nos miraron feo, porque estaba parado; por lo que sea los hermanos nos peleamos. Parece estar impregnado el conflicto en nuestra genética, solamente se da.
Conflictos sociales, bélicos, laborales, intrapersonales. El ser humano a raíz del pecado perdió la capacidad de vivir en paz y serenidad. Sobre todo entró en conflicto con Dios. Costó la Sangre de Jesucristo para que hubiese Paz entre Dios y los hombres. Sin embargo a pesar de ser una nueva criatura, nuestra naturaleza pecaminosa nos conlleva una y otra vez a entrar en contiendas.
¿Pero somos los cristianos exentos de esta situación? Claro que no. Aún vivimos en este cuerpo de naturaleza pecadora. Pero nuestro nuevo hombre debe sobreponerse ante el viejo.
Recordemos Efesios 4:22-24 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Este es el deber ser de nuestra vida en Cristo. Este día quiero compartir con ustedes algunas instrucciones dadas por Dios para este tema de hoy.
I. Evitar los conflictos
Hay un dicho muy popular que dice: “No soy moneda de oro para caerle bien a todo el mundo”. Cosa que es muy cierto. Es imposible agradarle a todos. Sin embargo, este es usado por muchas personas para justificar su mala actitud y conducta pendenciera.
No se trata de que usted sea de agrado de todos, se trata de estar en paz con las personas a su alrededor. Siempre existirán personas que no les agrademos o que no nos agraden. Ya sea que no compaginan, no les gusta sus actitudes o cualquier motivo. Pero eso no es motivo para que tengamos conflictos con ellos, o de buscar molestarles con nuestro comportamiento hacia ellos. “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Romanos 12:18.
Existen compañeros de trabajo, de estudio, vecinos e incluso hermanos en nuestras iglesias que son conflictivos. Personas que con prácticamente todas las personas han pleiteado, y buscarán hacerlo con nosotros también. Seamos sabios, humildes de corazón, con palabras prudentes. “La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo.” Proverbios 15:1.
Una de la mejores formas de también mantenerse en paz para con todos es mostrarnos amigable. Mi abuelo decía: “siempre mantengan una sonrisa en el rostro, no importa la situación, así este molesto, hable con una sonrisa”. Una sonrisa puede alegrar el día de los que han tenido un mal día. Las sonrisas son contagiosas, denotan alegría, muestre su alegría cada día. “El corazón alegre hermosea el rostro” Proverbios 15:13ª. Y nosotros los cristianos, los hijos de Dios tenemos el mejor motivo de alegría en nuestro corazón, a Cristo Jesus.
De igual forma sea amigable. La Biblia dice: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.” Proverbios 18:24. Muchas son las personas que necesitan a un amigo, si se muestra amigo le aseguro que muchas personas se le acercaran, podrán abrirse a usted y así podrá bendecir su vida con palabras edificante, con Palabra de Dios; si algo he aprendido es que una persona amistosa, de corazón alegre y prudente en sus palabras muy extraña vez cae en conflicto.
II. Convivir sin conflictos “Soportaos los unos a los otros” (Colosenses 3:13-15)
Convivir es dificultoso, de ejemplo usaremos a una pareja recién casadas, de novios es todo maravilloso, al visitarse en sus hogares vemos que todo es bonito, las conversaciones son interminables y sencillamente no hay tantos conflictos pues estamos deslumbrados con nuestra pareja.
Sin embargo, al casarse y volver de la luna de miel empiezan a verse esos hábitos ocultos, las discusiones por las toallas mojadas fuera de lugar, que la comida de mi mamá es más sabrosa, que el tubo del dentífrico se aprieta al fondo y no al principio, que yo lo hago así, que a mí me gusta de esta forma; ¿ha vivido esto?, es normal, es habitual, pero genera pequeños conflicto que deben irse solventado.
En cualquier lugar donde se interactúe con personas por largo tiempo existirán actitudes, hábitos, palabras y conductas que no nos agradaran de otra persona, y es que es imposible que se tenga afinidad con todas las personas a nuestro alrededor, sencillamente existen persona con que no congeniaremos, pero esto no quiere decir que tengamos que caer en contiendas con ellos, no quiere decir que porque ellos piensen que algo debe ser negro y nosotros blanco tengamos que hacernos enemigos de ellos.
Los hermanos en Cristo no somos exentos de esta situación. Hay hermanos que a nuestro parecer (quizás el de muchos) son difíciles de llevar, sea por mal carácter, pocos amistosos, que llevan la contraria en todo, que son dados al chisme, que son pendenciero.
Todo esto puede ocurrir en nuestras iglesias, y esto es porque la obra de Dios en ese hermano aún está en pleno proceso. Y quizás somos nosotros somos ese hermano difícil de llevar. Pero cualquiera de las dos formas la Biblia es muy clara con lo que debemos hacer. “Soportaos unos a otros” Colosenses 3:13, Efesios 4:12. ¿Pero cómo hago para soportar ese hermanito tan difícil de llevar?