¿Qué hacer con los conflictos?

A) Con Paciencia:

soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,Efesios 4:2b. Que difícil es tenerle paciencia a alguien, sobre todo cuando no soportamos su comportamiento, actitudes o nos lleva la contraria. Sin embargo pensemos por un momento, ¿A nosotros nos han tenido paciencia?

¡Claro que sí! Dios es paciente con nosotros. ¿Cuántas veces no le fallamos día a día? Así que para citar un verso bíblico (aun cuando está fuera de contexto), de gracia demos lo que de gracia recibimos, si Dios ha sido paciente con nosotros, seamos también paciente con los hermanos.

B) Perdonándolo como Cristo nos perdona.

¿Sabía usted que está comprobado científicamente que la falta de perdón genera problemas de salud? Enfermedades cardiacas, neurosis, presión arterial elevada jaquecas, insomnio, ulceras entre otras. Es increíble el poder que tiene algo tan sencillo como el perdón, puede liberarnos de yugos y de enfermedades, y gracias al perdón de pecado obtenemos salvación.

Es algo que debemos practicar y estar presto a dar como a pedir, si no perdonamos a nuestros hermanos en Cristo o  los que no son, no obtendremos perdón por parte de Dios. 

Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6:14-15.

Muchas personas sufren de falta de perdón, en sus vidas, estos les generan raíces de amarguras, quiebran la relación que tienen con Dios y le hacen vivir con remordimientos y represión. No es suficiente soportar a nuestros hermanos, tenemos que saber que si nos cometen alguna afrenta debemos perdonarlo como Dios nos perdona, sin recordar lo que nos hizo y sin límites.

Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.Colosenses 3:13.

El Apóstol Pedro preguntó a Jesús, si era suficiente perdonar sietes veces a su hermano. Claro para Pedro esto era algo muy generoso, pues el Talmud indicaba que debía perdonarse tres veces. Sin embargo, esta generosidad quedó corta pues Jesús le indica que debe ser setenta veces siete. Haciendo entender que se debe perdonar infinitamente.

III. Procedimientos para solucionar conflictos

La Palabra de Dios es tan inmensa, tan grandiosa, viva y eficaz, que nos da instrucciones de qué hacer si llegamos a caer en conflicto con un hermano, son cuatro pasos que debemos seguir en orden porque muchas veces sucede que este se invierte, más adelante les mostraremos un ejercicio de lo que podría suceder en caso de invertirse el orden. El texto a estudiar lo ubicaremos en Mateo 18: 15-22, el Señor Jesucristo nos deja seguir los siguientes pasos en casa de que un hermano pecare contra nosotros.

A) Paso 1: Repréndele estando tú y él solo.

No cometa el gran error de llegar regañándolo porque la Biblia dice repréndele, debemos entender el verdadero sentido de esta palabra, porque recuerde lo que citamos anteriormente, “la respuesta amable aplaca la iraProverbios 15:1. Cuando alguien le ha causado a usted oprobio, en el momento de usted hablar con él tendrá la oportunidad de restaurarle, sanar la situación  y llamarlo al arrepentimiento, o simplemente todo lo contrario.

Mire lo que debemos hacer y pensar cada vez que llamemos en exhortación a algún hermano: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.Gálatas 6:1.

Precisamente es por eso que debemos ser sabios, prudentes, y amorosos al momento de confrontar a un hermano, porque no sabemos cuándo seamos nosotros los que hemos cometido afrenta y estemos al otro lado de la moneda. En caso de este paso no tomar efecto por favor seguir al paso siguiente.

B) Paso 2: Buscar dos o tres testigos.

Queridos hermanos, la intención de este paso no es que entre sus testigos y ustedes le amedrenten o que usted se sienta guapo y apoyado, no, de ninguna manera. Incluso le recomiendo grandemente que cuando vaya a buscar testigos no les dé mucho detalle de la situación, para que ellos no vayan parcializados o predispuestos. Es conveniente que les notifique que los necesita como testigo para solventar un inconveniente con un hermano.

También es recomendable que sean hermanos honorables, respetuosos, de buen testimonio, madurez espiritual y sabiduría. Ya que de no ser así estaría siendo peor el remedio que la enfermedad. ¿Se imagina que los testigos que usted solicitó para solventar la situación terminen regando la situación por toda la iglesia y comunidad?

Deja un comentario