Nuestro Señor y Salvador Jesucristo también habló de este tema mientras estuvo acá en la tierra y es maravilloso lo que dice “Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” Marcos 10:9. Este texto es maravilloso, demuestra completamente la inmensa sabiduría de Dios. Usted no se casó con quien usted quiso.
No se casará con la persona que escogió
Usted no se casará con la persona que escogió, usted se casó o casará con la persona que Dios preparó para usted. Aquella persona que es idónea para usted. Él decidió unirlo a usted con su conyugue mediante el vínculo perfecto que es el amor para que fueran una sola carne. Para que fueran una sola mente, un solo sentimiento, un solo propósito y un solo ministerio. Esa es la gran verdad acerca del matrimonio.
Después de escribir esas dos verdades el mismo texto nos lleva a una conclusión lógica y verdadera y “serán una sola carne”. Otras traducciones dicen: “y los dos se convierten en uno solo” NTV. “y los dos se funden en un solo ser” NV. “y los dos llegan a ser como una sola persona.” DHH.
Particularmente me gusta mucho la última versión, ya que muestra lo que llega a ser la pareja casada, la felicidad del uno llega a ser la del otro, igual el dolor, la ansiedad y necesidad.
No existirá personas que usted llegue a conocer más que a su conyugue, y sin embargo, no dejará de sorprenderse con su pareja. No importa cuántos años lleven conociéndose o de casados, siempre habrá una nueva faceta y un sin fin de cosas por aprender de él o ella.
Las identidades del uno se han fusionado en el otro
Donde usted vaya ira el otro, donde sea que vaya le preguntaran por su conyugue, será su fiel compañero(a), su calor en el invierno, su consejero, su confidente, su mejor amigo(a). No habrá momento en la vida en que no quiera estar con su conyugue, y si no lo hace le hará falta como el aire.
Llegan a ser como un persona porque simplemente las identidades del uno se han fusionado en el otro. Todo esto tiene su base bíblica, no es solo romanticismo. En el texto hebreo de Génesis 2:24 se usa la palabra Ejád, que significa “uno o unificado”.
Dejará el hombre a su padre y a su madre
Cuando en la Biblia dice “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una (Ejád) sola carne” está usando la misma palabra hebrea que se usa para la otra institución que Dios ha establecido, la Iglesia. En Juan 17:22 dice “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.”
La palabra usada para decir uno cambia el texto de esta forma: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean EJAD, así como nosotros somos EJAD”. La palabra EJAD no solamente implica una “unidad compuesta”, sino también una “unidad singular”.
Una unidad compuesta es por ejemplo, un racimo de uva o un trípode, varias cosas que componen una sola. El matrimonio es Ejad, la iglesia es Ejad y para terminar Dios Padre y Jesucristo son Ejad; “Yo y el Padre somos UNO” Juan 10:30 o “Yo y el padre somos Ejad”.
Conclusión
¿Se da cuenta ahora la magnitud de la unión que existe en el matrimonio? Dios dotó a la pareja humana de esa unión sobrenatural que une a Dios Padre y Jesucristo, a los miembros de la Iglesia, y a usted y su conyugue.
Sin duda algún el matrimonio es una de las bendiciones más grandes que Dios le ha dado la humanidad. Y este ha sido el blanco de múltiples ataques del enemigo. nuestro enemigo quiere dañar todo lo que Dios ha hecho y ha dado a la humanidad. Pero no lo logrará, porque Dios es el centro y la roca de nuestros matrimonios.
Hoy estudiamos un poco sobre el matrimonio y verdades inherentes en él. Sin embargo es solo la punta del iceberg. Espero profundamente que en otra ocasión podamos volver a tocar este tema.
Les insto a valorar a su conyugue, amarlo, respetarlo y valorar esa institución tan maravillosa junto a él o ella, el Sagrado Matrimonio.
© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.
Muy buena enseñanza, Dios siga abundando mas sabiduría para que sean bendiciendo as matrimonios