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La pérdida de un ser querido

Estudios Biblicos

Prédica de Hoy: ¿Cómo enfrentar y superar la pérdida de un ser querido?

Estudios Bíblicos Texto Bíblico: Apocalipsis 21:4

Introducción

Apenas iba llegando del trabajo, cuando lo llamaron por teléfono. Jamás lo esperó. Un golpe muy fuerte. Mientras asentía con la cabeza, indicando que comprendía el mensaje, las lágrimas surcaron su rostro. El dolor lo embargaba. Dejó el auricular sobre la mesa, luego miró a su esposa y se atrevió a musitar:

–Murió mi madre… Hace unos minutos apenas; me lo acaba de confirmar Raúl. Creo que es mejor que te arregles. Vamos para allá. —

Rebeca lo abrazó. Fue lo único que atinó a hacer. Ella misma estaba consternada. La escena era inconcebible para una pareja que siempre había gozado de tranquilidad.

–No te preocupes. Cálmate. Todo saldrá bien–, trató de tranquilizarlo.

-¿Qué tome las cosas con calma? ¡Por Dios, Rebeca! Es mi madre la que acaba de morir. ¡Claro, a ti no te afecta como a mí!.-

La mujer se quedó mirándolo aterrada. No salía de su asombro. Jamás había sido así. En lo más profundo de su ser se sintió herida. Aquello era más de lo que podía esperar. Ella también comenzó a llorar, en esa extraña mezcla de tristeza por la pérdida de su suegra y desconsuelo por lo que había ocurrido con su marido.

Él por su parte, debía conjugar dos momentos dramáticos: de un lado la sensación de vacío que le despertaba la pérdida de su madre, y de otra parte, el desaliento tras comprobar que había ofendido a su cónyuge.

No sabía cuál de los dos sentimientos encontrados le provocaba más angustia. De camino al hospital no podía concentrarse mientras conducía… ¡Aquél día se le había convertido en una tragedia.

La pérdida de un ser querido – Enfrentando situaciones inesperadas

La pérdida de un ser querido jamás estará dentro de nuestras expectativas inmediatas. Por una extraña razón, inherente al ser humano, pensamos en todo menos en que algo malo pueda ocurrir.

En momentos así lo menos aconsejable es abordar a la persona con recomendaciones tales como: “No te preocupes”, “Hay que resignarse”, “A todos nos puede ocurrir”, “No importa, al fin y al cabo la vida sigue”, “Tienes una familia que te ama, y todo volverá a ser normal”, entre otras expresiones.

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